A seis meses de la muerte de Nehuén Rodríguez, familiares, amigos, vecinos y organizaciones del barrio se hicieron presentes en las puertas del Ministerio de Justicia y Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires para reclamar por el esclarecimiento de lo sucedido.
El 15 de diciembre de 2014 Nehuén falleció tras ser atropellado por una camioneta de la Policía Metropolitana en la intersección de la Avenida Ramón Carrillo y la calle Brandsen, barrio de Barracas. El joven de 18 años iba en moto a la casa de un amigo para festejar por el ascenso de Huracán.
En declaraciones a Radio Gráfica la madre del joven, Roxana Caínzos, relató que Nehuen «iba circulando por Brandsen y cuando se encuentra en la intersección con la Avenida Carrillo lo atropella y mata una camioneta 4×4 de la Metropolitana que cruzó en rojo y sin sirenas. Toda la gente del barrio dice que pasó con el semáforo en rojo la camioneta y a gran velocidad. Por eso a mi hijo lo arrastró tantos metros».
Bajo la consigna ´Justicia x Nehuén` «vinimos al ministerio de Seguridad y Justicia de Ciudad, donde está la Metropolitana, pidiendo justicia porque nos han entregado nuevas pericias que son una burla para la familia». Esas pericias «además de no decir nada, están hechas por la Policía Federal que intervino a las 4am (el incidente ocurrió a las 0:30hs) cuando los vehículos ya estaban movidos del lugar de impacto, los cambios estaban modificados y las huellas de la frenada no estaban», indicó Cainzos.
«Daniel Germán Castagnasso, quien manejaba la camioneta cuando asesinó a mi hijo, puso un perito de parte que indicó que la camioneta iba a 37 km/h». En esa línea, la madre del adolescente fallecido aseguró que «no se puede arrastrar 23 metros a una persona y darle muerte conduciendo» esa velocidad.
«No queremos que nos oculten más pruebas» como «el GPS de la camioneta» ya que «si Macri dice que tiene las mejores camionetas con GPS que dicen la velocidad no puede ser que no me puedan dar una pericia con una velocidad real».
En relación a la causa, Roxana reflejó que «está parada porque dos testigos aún no declararon». Asimismo explicó «nos costó un montón ir casa por casa a tocar timbre para conseguir los testigos para que después no los llamen a declarar».
«Si esto fue un caso de dos civiles ya estaría resuelto» pero «como está la policía de por medio todo se complica», se lamentó aunque a su vez ratificó: «yo quiero la verdad hasta el fin».
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