diciembre 21, 2024

Los Lugones, la pesadilla de la historia

Si la historia se durmiera ¿qué soñaría? Si una noche durmieran los faroles, las ciudades, los campos, las minas, los sembradíos, si se durmieran los dioses de las catedrales, si se durmieran los marineros, los gobiernos, las escuelas, los hospitales, si durmieran las enfermedades, los emperadores, el dinero, si se durmieran las naciones, los lenguajes, el significado de todas las palabras, si se durmieran los diccionarios, la historia, si se durmieran… ¿qué soñarían?”

La historia está muy lejos de ser una línea recta, sus protagonistas están a años luz de ser una misma y única identidad en el largo camino entre la vida y la muerte, y los lugares que de forma cotidiana habitan nuestros días, lo sabemos, han sido escenarios de horror, lo que quiere decir que continúan como tales y, al mismo tiempo, no lo hacen.

No hay nada fijo en la puesta en escena de Los Lugones que no sean la tarima y las sillas donde se sienta el espectador. La historia comienza en la batalla de Curupaytí, con un Lugones desconocido que es alternativamente Julio Argentino Roca, frente al cadáver del hijo de Domingo Faustino Sarmiento, y un negro muerto por una granada. Poco a poco, la historia se mueve hacia adelante. Leopoldo Lugones, fervoroso poeta modernista, quien se quita la vida con un vaso de cianuro, va a ser a la vez “Polo” Lugones, su hijo, pederasta y torturador, pionero de la picana eléctrica como herramienta de interrogación. Llevará a cabo su actividad como comisario inspector en la Penitenciaría de las Heras1, allí donde distintos regímenes militares fusilarán a Di Giovanni y al general Juan José Valle. Una mujer sin pies, caída en el Paraguay, será muchos años después Susana “Piri” Lugones, quien se presentaba como “nieta del poeta, hija del torturador” y quien, luego de ser violada por su padrastro2 en la infancia, marcará la escena intelectual de los sesenta y setenta, y luego será secuestrada y posiblemente torturada con la misma herramienta que utilizó su padre por primera vez en nuestro país, para ser asesinada en 1978. En la escena modernista de los ’20, Rubén Darío se presentará a Lugones y años después mutará en el hijo de Piri, Alejandro, quien aquejado por la depresión y las drogas se quita la vida a los 20 años, ahorcándose. Unos pocos detalles de vestuario acompañan el cambio que va principalmente por la fisonomía en el rostro del actor, una nueva voz, un pequeño gesto.

Así, ante las preguntas más típicas sobre la representación, Los Lugones no tiene una respuesta estática. Está ambientada en 1866 tanto como en 1914 y 1978, y la historia de la familia no es tanto una historia personal como ese “espejo negro” donde la historia se mira para encontrarse desfigurada. Así lo expone Cristian Palacios, autor de la obra e intérprete del papel de Leopoldo/Polo, pero también destaca que esta ausencia de un “suelo” fijo también tiene sus razones materiales. Palacios comenta que el trabajo de la Compañía Nacional de Fósforos, que se reivindica como una compañía del Conurbano, “al asumirse como de la periferia, de la provincia, tiene la necesidad de producir obras que puedan viajar, trasladarse de un espacio a otro. No contamos con un espacio fijo donde poder hacer ochenta funciones, porque los espacios se agotan, y hay que moverse a la búsqueda del público”. Asumirse como tal implica, dice Palacios, “asumir nuestro lugar de procedencia y con ello nuestras potencialidades y debilidades”. Poner en línea la búsqueda teatral con los recursos materiales es otro factor que hace de Los Lugones una de las propuestas más creativas y profundas del teatro que se puede ver estos días.

El personaje de Piri encarna con perfección este pasar del personaje por el cuerpo de la actriz, quien mientras no es Piri es Salvadora Medina Onrubia y, antes de morir como otra Lugones, muere como Victoria Walsh. Cuando la conexión podría parecer extraña, Palacios comenta que su búsqueda fue contraponer, en esa muerte, la oposición entre Lugones y Rodolfo Walsh, entre “… esa idea de un escritor que intenta eliminar el silencio diciéndolo todo y otro escritor que comprende, de alguna manera, que el silencio es la condición ineludible para escribir.”

Hombres de la historia que hablan sin haber nacido, la literatura cruzada con la historia en un remolino temporal, la tortura y la cultura, el suicidio y la muerte, la muerte épica. La distancia entre Victoria Walsh y Dominguito, de Curupaytí a la calle Corro, y de allí al Tigre, donde el árbol que tensó la soga de Alejandro Lugones todavía vibra mientras en otra época y otro tiempo pero cerca de allí, todavía en la escena, resuena el vaso de cianuro que mata a Lugones el poeta. La escena de la guerra, la escena intelectual, la escena política y la científica. Roca, Sarmiento, Mitre, Uriburu, Payró e Ingenieros: Los Lugones piensa la historia como un remolino que se sube a escena, y la historia de los Lugones como una posibilidad, según Palacios, de “pensar la historia y de pensar a partir de la historia el presente y sobre todo de usar el teatro como una forma de pensamiento”. Como argumento contra el teatro burgués de las historias privadas, como arma de pensamiento, como reflexión sobre la historia y la cultura, la obra de Palacios y la Compañía Nacional de Fósforos es un acontecimiento único. Su texto, abierto al público en el blog http://los-lugones.blogspot.com.ar/, es la viva muestra de que el teatro se hace con el cuerpo y el corazón, y que sus palabras se escriben, en este caso, pensando la profunda pesadilla que se refleja en el sueño de la historia.

Todos los viernes de Junio, a las 21:00hs, en el Teatro Payró, San Martín 766.

Ficha técnica:

Los Lugones

Director: Guillermo Heras

Autor: Cristian Palacios 

Actúan: Mariana Ortiz Losada; Cristian Palacios, Fabio Prado, Fernando Santiago, Gastón Santos 

Producción: Compañía Nacional de Fósforos 

Realización de escenografía: Lucas Pertini 

Puesta en escena: Guillermo Heras 

E-mail: lafosforera@gmail.com 

Página web: los-lugones.blogspot.com.ar 

1 Extraído de esta muy buena nota, que reseña el sinnúmero de trabajos sobre los Lugones: http://edant.clarin.com/suplementos/cultura/2004/10/30/u-859136.htm

2 La hija de Piri reflexiona largamente en este artículo sobre la historia familiar: http://www.clarin.com/sociedad/Luz-tinieblas-familia-Lugones_0_988701240.html

* Agustin Montenegro – Columna de Literatura en Punto de Partida

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