Así describió el dirigente deportivo Víctor Lupo al Papa Francisco. Lupo es co-autor del libro «Francisco, la alegría que brota del pueblo«, de reciente publicación.
Entrevistado por Lucas Molinari y Carlos Aira en Punto de Partida, Lupo brindó su parecer sobre la controversia generada por la carta abierta escrita por el periodista Alfredo Leuco: «Había un viejo General que decía que la única verdad es la realidad. Y la única verdad es lo dicho por el mismo Leuco sobre el mail que le mandó el Papa Francisco. Me encantó una palabra que no escuchaba desde los años setenta. Es la palabra pusilánime. Había una generación de pusilánimes que cambiar y transversar en aquellos años y en la cual nació esa generación de jóvenes que todavía andamos dando vueltas».
Victor Lupo afirmó que «la derecha siempre tuvo un acercamiento hacia la Iglesia y se cree con derecho a todo. Pero este es un Papa con otro fundamento y formación. La iglesia es mucho más en lo social, no sólo lo teólogo. No comprenden que es un Papa que viene del fin del mundo. Viene de la parroquia. De andar en el barro. Ahora los argentinos lo estamos descubriendo. Cuando lo tuvimos acá no lo veíamos. Sucede que él aparecía en el barrio y era amigo de los villeros y los humildes. Como no aparecía en Clarín y La Nación entonces no era el hombre que es hoy».
Consultado sobre el libro que publicó (Francisco, la alegría que brota), Lupo explicó que es «una reflexión sobre la encíclica Evangelii Gaudium. Es una interpretación que hacemos figuras como el padre Scannone, que fue profesor de Francisco dentro de los Jesuitas, y el curita Di Paola, que vive en el barro. Es una interpretación desde lo teólogo, social y político, interpretando el evangelio Gaudium tomando como puntapié la época de la Argentina en la cual se formó Francisco».
Dirigente del Movimiento Social de Deporte, Víctor Lupo reflexionó sobre las políticas sociales aplicadas al deporte en los barrios: «Hubo una Argentina que todos quisiéramos volver a tener. Fue la de los años cincuenta. Con clubes llenos de gente. Puntos de encuentro de la sociedad argentina. Es lo que aspiramos volver a tener. Mucho lo plasmó el cura Di Paola con un programa llamado Juanito Laguna – año 2007 – pero el mismo fue derogado por Mauricio Macri, que no entiende de periferias. Porque lo suyo es la idea de negocio. No la parte humana. Por eso Macri habla de urbanización y el Padre Pepe de integración. Porque podemos poner pavimento y luz, pero si seguimos estigmatizando, sin darle trabajo a los pibes por más que hayan estudiando, no tenemos futuro»
En ese sentido enfatizó que «deben aparecer dirigentes que integren a la sociedad. Hablamos mucho de las periferias, ¿Pero que son las periferias? Nosotros no somos un país periférico como plantea Leuco. Para el Papa Francisco el hombre parte desde donde nace y crece. Ese es el centro del mundo. Por eso hay que separar las dos argentinas. Una intoxicada, que cree que comienza y termina en Buenos Aires. Otra más profunda, la de Raúl Scalabrini Ortiz, que se hace más presente».
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