El Gobierno de la ciudad de Buenos Aires propondrá que la tarifa del subte pase de $3.50 a $4.50, lo que equivale a una suba del 28.6%.
La idea que rige este aumento es que los que viajen más, paguen menos que los que lo hacen ocasionalmente. De esta manera, aquellos que realicen 20 viajes o menos, serán los que más sientan el aumento.
El mecanismo es un poco complejo. Los primeros 20 viajes del mes se cobrarán $4.50 pero, a partir del viaje 21, el boleto será de 3,60 para los siguientes diez; 3,15 para los otros diez y 2,70 para los restantes cuatro viajes, dando como resultado un promedio mensual de 3,83.
Roberto Pianelli, Secretario General de la Asociacion Gremial de los Trabajadores del Subte y Premetro, dialogó en Desde el Barrio sobre el impacto de esta propuesta de aumento tarifario y opinó que «el índice de aumento en dos años ha sido del 400%. Nada aumentó el 400% en dos años. Uno no puede justificar bajo ningún punto de vista ese monto».
Consultado por Carlos Aira y Carla Pelliza, Pianelli explicó que, con la Ley de traspaso del servicio del subte, «la Ciudad tenía que hacer una auditoria para saber cuál es el valor real de la tarifa, es decir, la tarifa técnica – que no se paga porque, como todos los servicios, el subte tiene un subsidio del Estado-. El resultado de esta auditoria fue que esa tarifa ronda el precio que va a tener ahora el boleto ($4,50), por ende no habría subsidio al pasaje y los subsidios aprobados por la legislatura irían a enriquecer las arcas de Metrovías».
Otro de los puntos polémicos es la tarifa diferencial que, «el Juez que había detenido el aumento anterior, le había requerido al Gobierno porteño. Con este esquema se plantea un sistema que no tiene nada que ver con el que se aplica en todo el mundo, donde los beneficios se manejan mediante la compra de un abono mensual. Por el contrario, este sistema termina afectando directamente al trabajador. Vos tenés para hacer 50 viajes pero tenés feriados o te enfermás y eso repercute directamente en el boleto y, el que usa el subte para trabajar, termina pagando lo mismo que alguien que lo usa ocasionalmente a $4,50. Este sistema no es el adecuado y no cumple con la función que tendría que cumplir. En realidad no va a haber una tarifa diferenciada», expuso.
Además Pianelli planteó que «si el boleto cuesta más, viaja menos gente y por ende más cómodos. Es una resolución por la negativa, es decir, vos tenés un subte saturado porque no se hicieron las líneas previstas y planificadas. Todo esa negligencia lleva a que la gente viaje por otro medio, pero por otro medio tienen un límite: por superficie es casi imposible moverse, entonces estás expulsando gente de abajo hacia arriba donde está todo saturado».
Finalmente el Metrodelegado concluyó que «mayor dinero no es mayor inversión, porque el principal problema es la administración de esos recursos. Como la gran mayoría, no fueron ejecutados o mal administrados. Gastan $200.000 por mes para poner perfume a limón en la línea A en vez de hacer las inversiones necesarias. Si vale más no va a mejorar. No es un problema de plata sino de desidia y malas administraciones de las concesionarias».
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