Claudia Villamayor, comunicadora popular y docente de la Universidad de Quilmes, dialogó en Radio Gráfica sobre el trayecto de la comunicación popular en el país y las adjudicaciones de nuevas licencias a radios comunitarias argentinas.
Entrevistada por Lucas Molinari y Úrsula Asta, expresó «esas licencias son un logro del movimiento de radios comunitarias y de las organizaciones que los hemos acompañado y participado de ellas. No voy a quitarle el mérito a la Ley N° 26.522 y lo que se gestó. A partir de las redes y, en particular, de FARCO de subscribir los artículos que son sustantivos y que le dieron un nombramiento jurídico. Este gobierno solo ha cumplido con la ley, la misma que mutilaron favoreciendo la concentración de medios. A mí no me engañan. Esto es un logro que nosotros escribimos en el 2009».
En relación a los años de trayectoria de las radios comunitarias argentinas, recordó que «arrancó todo en el año 84, un poco más de 30 años. Las originarias son FM Barrial en José C. Paz y las dos fundantes son FM Tránsito en Castellar y FM Reconquista en José León Suárez. En aquellos años, los militantes no sabían que era una radio comunitaria. Salvo unos exiliados que habían estado en la década anterior y que transmitieron las experiencias de comunicación popular, que estaba muy vinculada a la militancia de los años 70. La radio de los Montoneros que tenían noticias del continente o Radio Rebelde Cuba, trayectorias insurgentes. Y otras 2 experiencias, eran los centros de formación . El Instituto de Cultura Popular y el Centro de comunicación Educativa de La Crujía, eran espacios donde la gente de América latina venía a formar y que tenía mucha experiencia en radios centroamericanas y de la zona andina. José Ignacion López Vigil era uno de ellos, muchos nos encontramos en esos espacios».
Tras el regreso a la democracia «desde Tucumán hasta Tierra del Fuego empezaron a crearse FM de baja potencia. Todo el mundo sabía como armar un micrófono y si no sabía, lo preguntaba. Armaban un transmisor casero. Una voluntad de hablar y una intención directa, unanimidad para condenar a los comandantes genocidas de la dictadura militar. Sumado a esto, había mucha gente que estudiábamos periodismo y no queríamos trabajar en los medios concentrados. Entonces hubo otra línea, de autogestionarse medios para poder ejercer la profesión».
En el marco de los 90 «fue un momento de quiebre. El año 89 con el saqueo y la crisis del gobierno de Alfonsín. El modelo económico no funcionaba. En ese contexto, hay otra camada de emisoras y otras terminan porque no tienen como encarar la crisis económica».
«Hay una característica sistemática, después de una crisis surgen más radios comunitarias. En el 2001 pasó lo mismo. Hay dos cosas que explotan en la Ciudad de Buenos Aires: las FM y las cooperativas teatrales» resaltó la docente de la Universidad de Quilmes.
En la actualidad, la Universidad de La Plata y la Universidad de Quilmes tienen la tecnicatura de comunicación popular «ambas con institucionalidades distintas pero con la prioridad de construir un trayecto académico que vincule las militancias territoriales y la formación. Los integrantes de la carrera están ligados a la militancia y la comunicación popular, con quienes hemos pensado los trayectos curriculares. Nacieron con la ley de servicios de comunicación audiovisual. Quienes eligen la carrera son gente de la militancia, al igual que sus docentes. Hay un convencimiento previo».
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