«Creo que después del FREJULI es el frente electoral más grande que se ha conocido en la Argentina» destacó Leonardo Grosso. El diputado nacional y precandidato a su renovación por el Frente de Todos por la Provincia de Buenos Aires, dialogó con Lautaro Fernández Elem y Leila Bitar en Desde el Barrio. Con grandes expectativas y ponderando el esfuerzo realizado en pos de la unidad, el dirigente del Movimiento Evita trazó ejes sobre el futuro inmediato de la campaña y lo que vendrá en diciembre. «Hay que escuchar, persuadir e incorporar problemas a la campaña».
Para Grosso, el cierre «Es un paso importante de un proceso que empezó hace tiempo y que tenía como objetivo la construcción de una alternativa competitiva. Hay sectores que hace más de 8 años que no se hablaban, eso es lo importante. Después cómo se resuelven los debates y los lugares en las listas tiene que ver con la intensidad del peronismo». Muy pocos son los espacios del movimiento nacional que no integran el Frente de una u otra manera. «Cualquier problema de un político es menos importante que los problemas de la gente».
Las tarifas dolarizadas, la deuda externa, la pérdida del poder adquisitivo, la caída de la producción, son ejes fundamentales en la agenda que deberá preparar el Frente para hacer una campaña exitosa. «Eso tenemos que discutir para que la gente pueda tener trabajo y estar cada día un poquito mejor». Para el joven de San Martín, el rol de los legisladores en el siguiente ciclo del un proyecto popular deberá ser básicamente «el que le asigne Alberto si logramos ganar. Si logramos ganar, vamos a parar la caída. Allí nos vamos a sentar con los sectores para consolidar ese triunfo y poder llevar adelante ese gran pacto social del que tanto se habla. Es posible, lo hicimos y lo podemos volver a hacer».
Hace pocos días, Grosso junto a otros diputados y con distintas organizaciones populares lanzaron la Campaña «Comer Bien» con el objetivo de realizar un registro nacional de merenderos, comedores y ollas populares. «Es el primer paso para pensar cualquier política pública y abastecer a esos lugares como corresponde. Vamos a geolocalizar esos espacios, generar acciones solidarias y que todos pongan algo y obviamente reclamar políticas públicas que ataquen al problema». Refiriéndose a las tareas urgentes, destacó que «No hay posibilidad de pensar un país si un tercio de los pibes no comen, si 3 millones se van a dormir con hambre en un país que produce alimentos para 400 millones de personas. Lamentablemente después de muchos años volvemos a discutir eso».
Los años 2016 y 2017 fueron signados por la desunión, las disputas y el pedido de autocrítica de unos a otros sectores. Con la división electoral en las elecciones de medio término hizo eclosión la política del campo nacional pero la profundización de la crisis obligó a la reconstrucción de lazos. «Aprendimos que si vamos separados, perdemos. Debíamos dejar diferencias de lado». El hombre del Evita no evitó resaltar que «El otro gran aporte lo ha hecho Cristina, que tomó una decisión sin precedentes en la historia. Pudiendo ser presidenta decidió no serlo, dar un paso al costado y proponer a Alberto para lograr un espacio de unidad que contenga a todos y genere el tablero que hicimos sintetizar el sábado» ponderó.
Como militante de la provincia de Buenos Aires, Grosso se mostró optimista también hacia las elecciones municipales que se darán en agosto y octubre: «Hay buenas expectativas. Tenemos una buena fórmula a nivel nacional, una fórmula muy potente en la Provincia y en los municipios tenemos mucha unidad. Hoy en el frente tenemos distritos que eran del Frente Renovador, de Unidad Ciudadana u de otro espacio peronista» Finalmente, «La fragmentación se terminó. Hemos llegado en la mayoría de lugares a listas de consenso y donde no, hay PASO para poder lograr una buena elección».
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