Identidad. Palabra clave para comprender el presente turbulento de la Selección Argentina. En Abrí la Cancha, entrevistaron al periodista Enrique Martín, ex jefe de la agencia DyN, cuatro décadas en Crónica. En diálogo con Carlos Aira y Diego Cessario brindó un semblante de un problema que parece invisible:
«Luego de la Copa del Mundo de Brasil 2014 perdimos el rumbo. El fútbol argentino, a nivel selección, mantenía una línea coherente con lo que sucedía a nivel nacional. Con una enorme influencia y gravitación del periodismo comenzamos a copiar modelos teóricos y prácticos de un fútbol que no comprendemos ni nos gusta. Es meterle a martillazos a la gente que le guste algo«
«Acá no hablamos de jugar mejor o peor. Hay que comparar como se juegan los torneos locales en Argentina y en Europa, independientemente de los gustos personales y éxitos. Argentino no es un país menor. Tiene para mostrar alguna chapa y siempre la ganó jugando a la Argentina«
«Nadie puede olvidar que detrás del fútbol hay un enorme negocio. Los sueldos de las grandes estrellas son siderales. Messi gana ciento cincuenta millones de euros al año. Si juega mal o bien da lo mismo: hay gente que invierte ese dinero para que juegue. Nadie lo va a quitar de la cancha porque el negocio exige esté en cancha«
«El problema no pasa por los jugadores, si un tanto por los entrenadores que se ven presionados por el marketing para incluir a tal o cual jugador o jugar de tal manera«
«ESPN, que tiene la transmisión del fútbol español, insiste en la posesión como si fuera una verdad. El fútbol español, sin extranjeros, no es atractivo. Un campeonato que lo pelean dos, otro que es sparring y el resto aspira a la Copa de Leche. Después nos venden los enormes récords de Messi haciéndole goles al Alavés, Huesca o Deportivo Miliki«
«Messi no tiene la culpa porque es un hombre sobreexigido. Cuando viene a jugar a Sudamérica se da cuenta que los árbitros no lo protegen y los rivales lo marcan. En Europa los rivales no lo marcan»
«El negocio está en lo estético para vender un producto pero nosotros no estamos acostumbrados a eso. Messi es un extraordinario jugador pero fracasaría rotundamente porque las condiciones que rodean este fútbol son otras. En Sudamérica los defensores pegan y mucho. En Europa los defensores aplauden y sino los árbitros los rajan porque están conspirando contra el negocio. Y ese canal de cable nos quiere hacer creer que ese campeonato es en serio»
«Dejemos de mirar las recetas europeas. En los años sesenta dos experimentos futbolísticos argentinos, hechos con chauchas y palitos, terminó con dos copas del mundo. Juan José Pizzuti jugó como la Naranja Mecánica en 1966. Pizzuti armó con un club quebrado, con siete juveniles y cuatro veteranos. Al mismo tiempo, Osvaldo Zubeldía se hacía cargo de un descendido y un año y medio después fue campeón en Inglaterra. ¡Aun hay discípulos de Zulbedía y acá quieren imponer a Guardiola!»
«Un pibe argentino tiene más acceso al fútbol europeo que el argentino. Un chico argentino no conoce nuestro fútbol. A parte hay un menosprecio del periodismo a nuestro fútbol. Un equipo descendido como Tigre le gana al campeón vigente. Esto quiere decir que es un fútbol competitivo. En España, Tigre sería el Huesca. No puede ganar nada de nada»
«Periodistas que machacan contra el fútbol argentino y piden que la selección salga campeona del mundo. ¿Por qué va a salir campeón si el fútbol argentino es tan malo?«
«Uruguay muere con la suya, jamás tomó modelos extranjeros. ¿Hace cuantos años entrena Oscar Tabárez? ¡Y nadie le mueve el piso! Brasil tampoco lo copia. Se comió siete goles en la semifinal con Alemania y convocaron a Tite, que no es Scolari, pero tampoco es Guardiola. Colombia, a quienes le enseñamos a jugar el fútbol, nos pasaron por encima con un modelo propio. Es un problema de colonización cultural. Una tilingería visible que trajo el periodismo deportivo argentino. Los mismos tipos que construyen rascacielos sobre el fútbol español y destruyen el fútbol argentino»
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