diciembre 09, 2024

Fútbol Infantil | Padres protagonistas, pibes que sufren

Fútbol Infantil | Padres protagonistas, pibes que sufren

La noticia del fin de semana estuvo en Catamarca. En un partido de fútbol infantil, donde participaban pibes de ocho años, el árbitro suspendió el mismo por los insultos de los padres hacia las criaturas. En Abrí la Cancha hablaron con Leandro Sande, ex entrenador de infantiles del Club Atlético Huracán por más de dos décadas.

En diálogo con Carlos Aira, Sande brindó un panorama tan amplio como preocupante: «El problema radica cuando los padres quieren ser más protagonistas que los pibes. Nosotros como entrenadores no podemos hacerle frente a ese problema. Nosotros estamos tres horas por día con los chicos, pero cuando se van del club los padres vuelven a presionarlos todo el día».

«Cuando eramos pibes jugábamos a la pelota, y si nos poníamos una camiseta, jugábamos al fútbol. Nuestro viejos iban a vernos, pero no pasaba a mayores. Hoy todos los padres se quieren salvar con el hijo o que sus frustraciones no las tengan sus hijos. Por eso cambió tanto el mapa del fútbol», comentó Leandro Sande en Radio Gráfica.

Para el entrenador de infantiles: «Nos acostumbrados al ganar como sea y no a las formas lúdicas. Pasa también con el fútbol profesional. Un equipo juega horrible pero gana sobre la hora con un gol con la mano y todo el mundo feliz. Esa misma lógica se trasladó al fútbol infantil».

«Cuando el padre comienza a meter presión desde afuera, el pibe se cohibe y deja de crear. Sin creación no hay alegría en el juego. Lo dice Menotti: si el jugador no crea no es feliz. El jugador que no crea no puede desarrollarse. Si esto le sucede a un profesional, ¡imaginen con un pibe de ocho años! Por eso toda mi vida hice hincapié en la palabra con la criatura. El fútbol es un juego con sabores dulces y agridulces»; expresó Leandro Sande en Abrí la Cancha.

¿Que hacer cuando un pibe llora en medio de un partido? «Las veces que me pasó, ingresé a la cancha para consolar a la criatura y buscar con la vista al padre para que todo el mundo se diera cuenta lo mal que actuó«; explicó Sande.

«Un pibe en un club es un pibe menos en la calle. Los clubes deben darle posibilidades a los pibes que no están para competir sino en forma recreativa. Hay pibes felices bajo la competencia y otros que le hacen mal y están allí por decisión de los padres. Son padres que están podridos de arriba porque los pibes no están a gusto. No se dan cuenta que es un mal lo que le están haciendo. Los clubes tendrían que tener una parte recreativa«, analizó el entrenador de infantiles.

Finalmente, Leandro Sande comentó: «Muchas veces los entrenadores hacemos de psicólogos de las criaturas. Los chicos nos cuentan cosas que no le cuentan a los padres o problemas que no exteriorizan en el colegio.  Cuando investigamos nos encontramos con padres golpeadores, alcoholicos o desocupados. Siempre recuerdo un caso: con un grupo de amigos, fuimos a la casa de uno de los chicos para averiguar como vivía el pibe. Nos enteramos que esa criatura iba al club priorizando la contención, tanto que ese chico almorzaba en lo de mi mamá los días sábado. Hoy en día los pibes necesitan mucha contención porque se vive a dos mil y hay momentos en los cuales los padres no le llegan a los pibes«

CA/GF/RG

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