Investigador, historiador, docente, y como el mismo se define, peronista e hincha de General Paz Juniors. Facundo Seara es el investigador del fútbol cordobés. Sorprendió con un libro hermoso: Clubes de Córdoba. Ahora es turno de Por la Camiseta. Un recorrido por treinta tres equipos campeones del fútbol cordobés en su época de oro: los años sesenta y setenta.
En diálogo con Carlos Aira en Abrí la Cancha, Seara contó su nuevo libro: «Por la Camiseta es una investigación que comenzó hace tres años. Tiene tres ejes: la pasión por el fútbol cordobés, el amor por la Ciudad de Córdoba y la firme creencia por la historia. El libro tiene un fuerte componente histórico. Son 33 capítulos donde investigué treinta y tres campeonatos de diversos equipos de la ciudad sin distinción de capacidad societaria, convocatoria y laureles»
«No se puede amar lo que no se conoce. Los cordobeses no conocemos la importancia que tuvo nuestro fútbol. Hay equipos como Lavalle que le ganaba al Talleres de Nuccetelli, Valencia y el Torito Quiroga. Por la Camiseta es entender el fútbol cordobés en su complejidad y homenajear la etapa dorada del fútbol de la provincia. Por la inmensa cantidad de cracks y la convocatoria que tenían todos los partidos», dijo el investigador a Radio Gráfica.
«El fútbol cordobés tuvo una fuerza propia para tener en cuenta. Por ejemplo, el Club All Boys del barrio Rosedal, campeón de la Primera B 1973, en la final del torneo igualó la recaudación del partido Boca-Atlético Tucumán de ese mismo fin de semana. ¡Un partido de segunda división cordobesa recaudó tanto como Boca Juniors!», remarcó.
«La 1309 es emblemática. Los investigadores no podemos hacer pensamientos contrafácticos. Infiero que sin la resolución, el fútbol argentino hubiera caminado hacia un modelo parecido al brasileño. Con el campeonato estadual muy fuerte y el brasilerao importantísimo»
Para Seara, «El fútbol cordobés tiene una identidad de pertenencia propia. Los cordobeses tenemos un grado importante de chauvinismo. Tenemos un provincialismo fuerte y marcado, pero también una pose muy fuerte. Por un lado está la defensa de lo personal, pero también hemos comprado espejitos de colores del puerto. Por un lado la defensa de lo particular y por otro lado agachado la cabeza al poder central».
«Soy hincha de General Paz Juniors por pertenencia y demarcación territorial. Mi familia materna es del barrio General Paz y paterna del barrio Junior. Mi abuelo veía las Estrellas Blancas de General Paz, el equipo más emblemático de la historia del basketball cordobés junto a Atenas. Lo que se hereda no se roba. Mi familia es culpable de llevarme al templo de Arenales y Rio Cuarto. A mucha honra hincha de la GPJ», expresó Facundo Seara a Radio Gráfica.
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