José Amalfitani. Pepe, como se lo conoció en su Liniers. El hacedor de un club enorme. Nació el 16 de junio de 1894 en un oeste porteño que tenía mucho más de campo que ciudad. Socio de Vélez Sársfield desde 1918, presidente del club entre 1923 y 1925. En aquellos años, el club construyó su cancha y club en la calle Basualdo.
Volvió al club en 1940. Con Vélez descendido a Primera B y un club a punto de desaparecer. Lo fueron a buscar una noche, cuando parecía que el club no tenía futuro. Pepe dijo: «¿Que puedo hacer con este conejo moribundo?». Pidió unidad y priorizar el cemento y los ladrillos. Desde aquella noche hasta su fallecimiento, el 14 de mayo de 1969, construyó un club modelo.
A medio siglo de la partida de Amalfitani, en el Día del Dirigente Deportivo, en Abrí la Cancha le pidieron a Emiliano Curuchaga, periodista ligado a Vélez Sársfield, que explique la obra de Amalfitani.
«Para nosotros, en Vélez, Pepe Amalfitani fue un semidios terrenal. La historia de Don Pepe es la historia de la inmigración europea en Argentina. Tuvo su oficio, construyó su negocio en otra Argentina, pero la cuota de sacrificio y el factor ingenio-suerte fue parte de su éxito«; explicó el periodista de Pasión Fortinera en Radio Gráfica.
«Amalfitani es una figura muy poco tenida en cuenta en la actualidad. Fue el emblema del dirigente social. Siempre se lo recuerda por haber dicho ‘el cemento es mudo pero elocuente’ y yo prefiero recordar otra frase ‘Cada chico que sale de la calle y entra al club es un campeonato ganado«.
«El ambiente actual no aguantaría un Amalfitani. Por eso no aparecen dirigentes de su estatura. Amalfitani dejó su familia, profesión, negocio, hipotecó la casa. Como diría Charly, hizo promesas sobre el bidet comprando a los camioneros que construían la General Paz; pidiéndoles que desvién los camiones y que le rellenen el actual estadio, que era un pantano del Arroyo Maldonado, prometiéndole plateas de por vida»
En diálogo con Carlos Aira y Nicolás Podroznik, el periodista explicó: «Don Pepe fue sacrificio, trabajo e ingenio. Para dirigentes que están más atentos de donde rascar, Amalfitani es mala palabra. Es incontable la cantidad de dirigentes que llegaron a los clubes con una mano atrás y otra adelante y se fueron con un coche importado. Como nadie está a la altura de Amalfitani, que puso todo, nadie quiere revindicarlo«
«Vélez, con los distintos vaivenes, sabe mantener vivo el legado de José Amalfitani. La primera agrupación se formó en 1970 y se llamó José Amalfitani. Luego surgió la Cruzada Renovadora, Círculo El Fortín, Unidad Velezana. A comienzos de los 90s, comenzó a construir el éxito deportivo una vez que terminó de pagar los créditos usurerios impuestos por el EAM 78. A partir de ese esfuerzo institucional decidió tener un gobierno de concordancia, donde todas las agrupaciones pusieron lo mejor de si para alternar mandatos. Ese fue el legado de José Amalfitani».
«Vélez tuvo errores dirigenciales. También chanchullos. Pero el club mantiene el legado como Amalfitani como figura de respeto absoluto«; expresó Emiliano Curuchaga en Radio Gráfica.
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