Por Lautaro Fernandez Elem, desde Córdoba.
Fue irreversible desde temprano. El tribunal electoral confirmó una participación cercana al 70% de los casi 3 millones de cordobeses habilitados para votar. La tranquilidad reinó en el soleado domingo. El justicialismo nunca dudó de su triunfo y la oposición no opuso resistencia. Juan Schiaretti se consolida como uno de los referentes peronistas con mayor fortaleza en su territorio y como uno de las figuras ascendentes de cara a octubre.
Cambiemos sufre una doble derrota, en lo numérico rico y además en la incapacidad para sostener la alianza que lo llevó al gobierno en 2015.
Pocos minutos después de emitir su voto, el candidato de Córdoba Cambia, Mario Negri lanzó: “yo no soy el candidato del gobierno nacional”, buscando a último momento despegarse de la figura de Mauricio Macri. Ramón Mestre también evitó unir esta elección con el escenario nacional.
Durante la jornada circularon distintos guarismos vía redes sociales donde las tendencia hablaban de lo consumado, Juan Schiaretti, candidato por Hacemos por Córdoba y actual gobernador de la provincia, fue reelecto con una cifra histórica que supera el 51,84% de la que formó parte como vice de José Manuel de la Sota en el año 2003.
La Ciudad de Córdoba tendrá un cambio en su gestión. El peronista Martín Llaryora sucederá al radicalismo de Mestre que concluye 8 años de gestión con un respaldo sólo del 10% del electorado a su candidatura y el 17% a su “heredero” Rodrigo de Loredo. El reconocido Luis Juez fue el
candidato por Córdoba Cambia y no superó el 24%.
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