diciembre 20, 2024

Bosque Platense | 95 años de un templo del fútbol argentino

Bosque Platense |  95 años de un templo del fútbol argentino

El 26 de abril de 1924, Gimnasia inauguró su estadio de avenida Iraola y 118. Un espacio mítico del fútbol argentino. En Abrí la Cancha entrevistaron a Jorge Bavaglio, integrante de Archivo y Museo de Gimnasia, arquitecto e investigador para que cuente pasado, presente y futuro de su estadio.

En diálogo con Carlos Aira, el arquitecto platense expresó: «Para comprender nuestro estadio hay que analizar que significa un estadio en una ciudad. Es un espacio significativo porque es un lugar de encuentro. Desde la antiguedad se construyeron estadios para compartir algo. Un estadio de un club es parte de esa historia colectiva. No sólo por los partidos jugados, sino porque te va contando su identidad. Para el fútbol argentino, si digo Bosque es sinónimo de Gimnasia. Si bien me encanta que se llame Juan Carmelo Zerrillo, nombre impuesto en 1974, lo primero que sale es Bosque«.

Bavaglio explicó en Radio Gráfica: «La Plata es una ciudad preconcebida nacida con un bosque fundacional. Los dirigentes de Gimnasia siempre quisieron estar cerca de ese Bosque. Por eso, el 21 de abril de 1901 instalaron la primera cancha a cielo abierto. Estaba ubicada en 1 y 47, donde hoy está la Facultad de Ingeniería y el Colegio Nacional. Ese lugar se llamó Plaza de Juegos Atléticos. En ese estadio se jugó el primer partido de la ciudad y oficialmente en tercera división contra River Plate. Ese estadio se dejó porque eran terrenos precarios y los utilizó la Universidad cuando se nacionalizó. Gimnasia no se fue del Bosque porque se mudó al Vivero del Bosque, un solar ubicado entre el Observatorio y la calle 60. Luego del ascenso de 1916, por unos años mudó su cancha a Meridiano V, un lugar que le gustaba a los porteños porque el tren paraba allí, pero los directivos estaban dispuestos a regresar al Bosque y lo consiguieron en 1923, cuando por decreto provincial fueron cedidas las tierras. El presidente Horacio Casco inauguró la obra que hoy cumple 95 años«.

¿Como era la cancha de Gimnasia hace casi un siglo? Bavaglio nos cuenta: «Se trazó una cancha de 108 metros por 74. Teníamos un semitunel con un chalet de madera prefabricado donado por la dirección de escuelas que oficiaba de vestuario. En ese espacio también había lugar para otros deportes, como tenis y bochas. El predio no fue pensado sólo como una cancha de fútbol«.

¿La cancha de Gimnasia es 60 y 118? El integrante del museo tripero nos dice que esa es una visión porteña del estadio: «Es la entrada visitante. Nuestra dirección oficial es avenida Iraola – antigua Avenida del Bosque – y 118. En la memoria colectiva está instalado 60 y 118 y tampoco está mal».

Para Jorge Bavaglio, el estadio de Gimnasia tiene una parte emotiva tanto personal como colectiva: «Gimnasia se organizó para defender el lugar donde la mayoría quería estar. Lo hizo bajo una idea maravillosa: no hay Lobo sin Bosque. Fue la defensa de un lugar entrañable. Por otro lado, el estadio Ciudad de La Plata fue inconsulto. La gente no participó. Entonces, por más que le den la mejor comida, la gente quería comer otra cosa. Luego, el estadio de Tolosa sufrió transformaciones lamentables, por ejemplo, rampas sin pendientes necesarias, hechas de apuro. Por esas cosas, Gimnasia, colectivamente, no salió del Bosque«.

Afloran los recuerdos personales: «Lo que más recuerdo no fue un partido, la alegría de la Copa Centenario o el ascenso ante Racing de 1984, sino cuando fui por primera vez. Tenía seis años y recuerdo estar en la platea techada viendo a un arquero frotarse las manos con tierra porque no usaba guantes. Era Alberto De Udaeta. Lo recuerdo como si fuera hoy. También recuerdo un cumpleaños mío donde dejamos la fiesta con unos amigos y nos fuimos a ver un partido que Gimnasia le ganó 2 a 1 al San Lorenzo del Lobo Fischer. Por eso digo que para cada persona el estadio tiene un sentido de pertenencia individual y colectivo«.

¿Y cual será el futuro del estadio del Bosque? «Un estadio tan antiguo pasa a ser patrimonio de la ciudad«; explicó el arquitecto Bavaglio, y analizó: «El espacio abierto entre la tribuna techada, considerando pérgolas y la pileta olímpica, se declaró Patrimonio Arquitectónico de la ciudad en 2006. Esa tribuna art decó, donde se radicó el departamento de museo y archivo merecería apoyo de la ciudad y algún ente nacional y provincial para colaborar con su mantenimiento para que no se venga abajo. El proyecto del estudio de arquitectos Díaz-Chiurazzi, incluyó mantener la parte patrimonial y comenzar a construir y ampliar todas las nuevas tribunas. Se comenzó con un sector, pero con el esfuerzo de los socios y no otro aporte. Se logró construir un sector – la platea Basile – pero deben realizarse noventa metros lineales y están hechos algo más de cuarenta«.

«Celebramos estar donde queremos estar. Los estadios se construyen en sociedades donde se ven partidos de televisión. Pero no está faltando, en lo dirigencial, darle ritmo a estas obras porque Gimnasia puede tener un estadio del siglo XXI en el Bosque en forma sustentable, pero sobre todo, para que siga teniendo alma«, nos dijo el arquitecto Bavaglio.

CA/GF/RG

Comentarios

comentarios

Artículos ralacionados