Una gigantesca multitud dijo presente en Plaza de Mayo. Si en los corazones reverberaba el repudio al golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, también latía una esperanza singular: que la realizada este domingo resulte la última bajo un gobierno reaccionario.
La característica del encuentro fue la gran presencia del movimiento obrero argentino. Junto a sus filas, marcharon grandes contingentes de las organizaciones sociales. Como es habitual, se destacó la presencia de los organismos defensores de los derechos humanos.
Las masas ocuparon toda Avenida de Mayo, desde Congreso a la Rosada, pero también las adyacentes. Así se configuró un mensaje por Verdad y Justicia inequívoco. Y se ligó con las demandas presentes.
Ese fue el tono predominante: los cantos –y los diálogos callejeros- hilvanaron los planes económicos de la dictadura cívico militar con el presente. Sus intenciones, sus derivaciones sociales, sus beneficiarios y sus damnificados. La equivalencia, resulta ostensible.
Estela de Carlotto, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, fue la encargada de brindar el mensaje principal desde el escenario central del Día de la Memoria.
En el 43° aniversario del último golpe de Estado en la Argentina enfatizó el desinterés del gobierno de Cambiemos sobre los temas de Derechos Humanos. En esa dirección señaló que «En el 2018 logramos resolver un sólo caso, las preocupaciones cotidianas pero también los discursos que impulsan el olvido no generan un clima propicio para quienes tienen pendiente indagar sobre su identidad”.
“Los 128 casos de restitución son muestra de que la herida solo sana con la verdad”, añadió Carlotto, quien también insistió sobre la necesidad de que se facilite el “alcance a la información para quienes no pudieron ser criados por sus padres biológicos, que los esperan, y de cómo la dictadura decidió apropiárselos”.
“La búsqueda hoy más que nunca es urgente. No queremos despedir a más abuelas sin que haya podido llegar a abrazar a sus nietos. Es deber de todos los ciudadanos y del país saber qué pasó con ellos y ellas. Por eso como todos los años les pedimos que rompamos el silencio y que nos animemos a comprometernos con nuestra historia. Es en la mirada solidaria y humana la que nos podrá reconstruir los lazos con aquel pasado”, agregó.
“La apropiación de bebés ah afectado todos los vínculos familiares. Pedimos a sociedad a que las nuevas generaciones tengan la posibilidad de crecer junto a sus familiares biológicos y a vivir en la libertad desde la verdad”, concluyó.
El pueblo presente aplaudió con energía a Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, entonó cánticos históricos sobre el régimen autoritario y le añadió una serie de críticas muy duras al gobierno macrista. La consigna convocante fue sugerente: «Con Memoria y unidad, luchemos por la patria que soñaron los 30.000».
GF / RG