4 de marzo de 1999. La noticia atravesó el mundo. La síndico Liliana Ripoll anunciaba que «Racing Club Asociación Civil ha dejado de existir«. ¿Cómo no iba a existir una inmensa pasión argentina? Todas las fuerzas vivas pusieron en pie a la Academia. Un camino difícil: sindicatura y un largo gerenciamiento de ocho años para reinstitucionalizarse en diciembre de 2008.
Salvador Azerrad debutó en la Primera División de Racing en marzo de 1985. Tenía tan sólo 16 años. Tiempos de Racing en Primera B. Con los años, aquel pibe se transformó en un emblema de la reinstitucionalización del club de Avellaneda.
En Abrí la Cancha buscaron su testimonio. Necesario y vital para comprender ciertos debates actuales del fútbol argentino. Entrevistado por Carlos Aira, Azerrad expresó: «Hoy dejan endeudarse a los clubes en forma demencial porque estamos ante un negocio brutal. Generar deudas es parte de la entrega de los clubes. Sobre todo cuando a los socios les presentan dicotomías del tipo: jugar la Copa Libertadores o tener un club social».
«No es casualidad que Defensa y Justicia esté gerenciado y un montón de situaciones que suceden en nuestro fútbol. Quiero un Defensa y Justicia libre. Quiero un Defensa que lo aprovechen sus socios y el beneficio de los activos más importantes que son sus jugadores se destine para ser un lugar modelo, contener a la sociedad que para esos están las Asociaciones civiles sin fines de lucro«
«Esta comisión directiva encabezada por Víctor Blanco firmó contrato con Megatlón y lo hizo facturar con el CUIT de Racing. Una estafa millonaria al Estado. No quieren entrar por la ventana como Blanquiceleste, que se quedó con Racing presentando un patrimonio de 12.500 pesos. Quieren gerenciamientos por treinta o cuarenta años. Nos hablan de Europa cuando a nadie le importa porque ningún socio vive en Europa y nuestras instituciones fueron creadas con otros fines, no sólo la pelota«
Azerrad ingresó en el tunel del tiempo y recordó: «Aquel 4 de marzo eclosionó lo inevitable. La muerte anunciada por decidía dirigencial. Daniel Lalín había pedido la quiebra meses atrás. Su personalismo y la idea que ciertos personajes de AFA lo ayudarían en su lucha contra Julio Grondon comprar empresas en estado crítico y llevarlas a la quiebra para hacer negocio. Eso quiso hacer con Racing. Esa estrategia para licuar parte de los sesenta millones de deuda fue desastrosa»
Agregó: «Todos se aprovecharon de Racing en aquellos días. Desde el ex presidente Osvaldo Otero, quién redactó el contrato de gerenciamiento y se llevó medio millón de dólares; pasando por Daniel Lalín, sin olvidar al jefe de la asociación ilícita, el juez Enrique Gorostegui«. Sobre la figura del juez, Azerrad explicó: «permitió una segunda convocatoria de acreedores sin haber pagado Racing la primera. Año 1991. De ahí en adelante, Racing se siguió endeudando, algo imposible de concebir por parte de un juez».
Consultado sobre su compromiso por la democratización del club, Salvador Azerrad memoró: «En 2001, apenas asumido Blanquiceleste, me llegaban informaciones sobre el desastre que estaban haciendo. Junto a Oscar Crivari y un puñado de socios comenzamos a movernos, pero era muy dificil. Racing se consagraba campeón luego de 35 años y muchos hinchas nos daban la espalda. Por eso cuando me hablan de gerenciar el fútbol de los clubes siento un gran vacío emocional. Como si la memoria me perteneciera a mí y unos pocos más«
Uno de los puntos más altos de su lucha fueron las reuniones con Julio Grondona, presidente de AFA en aquellos días. Salvador Azerrad recordó: «En 2005, cuando Blanquiceleste no daba para más, Grondona me citó en Viamonte para decirme que cambiaba de gerenciamiento. Salía Marín y entraba Bugallo, quién luego fue presidente de All Boys. Le dije que ni se le ocurriera»
Agregó: «Elegimos pelear dentro de AFA porque la justicia no funcionaba. Empezamos a invadir AFA día a día. Julio no aguantó esa presión porque era su casa. Esas grandes movilizaciones lograron que Grondona hiciera lo correcto: bajarle el pulgar al gerenciamiento. Pero en ese momento, otros actores le daban liquidez a Blanquiceleste cuando nosotros cortamos esa fuente de dinero de AFA. Blanquiceleste se convirtió en una media vedette, pretendida por un puñado de gente inmoral que buscó corromper al club y lastimarlo en su decencia e historia. Por eso no existe un solo gerenciamiento que pueda funcionar en Argentina«.
Rompiendo mitos. ¿Julio Grondona le dio una mano a Racing?. Azerrad fue gráfico: «Si, pero para que ello sucediera hubo que cagarlo a trompadas. Julio sabía lo que venía. Nadie es tonto, sabía que tenía que cambiar porque el desastre provocado con el cambio de estatuto que permitió el ingreso de Blanquiceleste era letal. Sin pecar de soberbio, fuimos uno de los pocos que le ganaron a Julio Grondona. Tanto que entendió la situación y al año y medio terminó firmando el contrato de Fútbol para Todos».
Finalmente, Salvador Azerrad dio cuenta de los periodistas que operaron junto a Blanquiceleste: «Hoy diluyen toda la lucha con la imagen del redoblante a Daniel Lalín. Eran los mismos que nunca querían sacarme al aire y luego aparecieron como acreedores de Blanquiceleste SA, socios solidarios de Racing Club. Para Fernando Niembro, Recondo, Palma o Enrique Sacco, gerenciador de Barracas Bolivar, era la peste bubónica. En el caso de Niembro le mandé a decir por intermedio de Pablo Ladaga: «Niembro, sé que tu vocero cobra 50.000 dólares de Blanquiceleste. Cuidado que me metó en FOX con todos los socios de Racing».
CA/GF/RG