El 13 de noviembre pasado fue el Día del Pensamiento Nacional. Existe un debate dentro del campo nacional: ¿El fútbol y sus clubes están englobados en el ser nacional o son sólo una distracción? En Abrí la Cancha, Carlos Aira y el escritor platense Rafael Ton hablaron sobre éste tema y mucho más.
Fútbol como distracción: «Algunos dicen que el fútbol es una distracción. Pero para los argentinos, el fútbol no es una distracción. Son valores que tenemos. Decir que el fútbol distrae es un facilismo. Es ver al hincha como un tonto que no alcanza a ver ciertas cosas porque su fanatismo lo ciega. Claro, confunden fanatismo con pasión».
Fanatismo vs. Pasión: Ir a la cancha es cada vez más complicado porque cada vez es más caro. Dicen atacar la violencia cuando en verdad erradicaron a los pobres. El hincha tiene pasión y la pasión es diferente al fanatismo forzado. Fanático es aquel que se compra una camiseta cada cuatro años y un gorro en el shopping en época de mundial, pero no sabe de qué trata el fútbol de los domingos. Al verdadero hincha le duele, sin ser hincha de Newells o Central, que ese partido se haya jugado sin hinchada. El hincha disfruta de todas las canchas.
Mauricio Macri y Boca: Le estamos regalando Boca Juniors a Mauricio Macri. Es una zoncera impactante ya que estamos transitando el Día del Pensamiento Nacional. Mucha gente le está pifiando al enfoque reduciendo los clubes a una persona, presidente o jugador. Los clubes son entes enormes. Por eso reducir a Boca Juniors a la figura del presidente es un equívoco.
Clubes sin debate: Con el cuento de los barras bravas dejaron afuera a la gente humilde que ya no puede comprar una popular. No sólo porque es inaccesible sino porque se ponen más plateas como parte de la civilización. La realidad es que la participación molesta. Una cosa es el debate por internet, que a los factores de poder real, les viene genial. Pero la participación presencial molesta. El Socio que opina, quien quiere tener una mirada del club. A esos los quieren sacar radicalmente de las canchas. Esta merma de hinchas por razones económicas sólo le conviene a Boca y River y se está ignorando una historia tan grande en un país que ha sacado a Diego Maradona entre tantos otros porque sostiene esa historia».
Identidad cultural: «Cada club tiene su identidad. Te doy un ejemplo: el 9 de septiembre de 1956 se jugó el clásico platense en cancha de Estudiantes. Los hinchas de Gimnasia llenaron la tribuna de 1 y el colegio. Estaba vigente el decreto 7171 que impedía nombrar a Perón y Evita. Ese día la hinchada de Gimnasia cantó: «Señores soy de Gimnasia, Gimnasia de corazón. Somos la mitad más uno de la ciudad Eva Perón». Todas esas cuestiones identitarias son atacadas para reducir los clubes a empresarios que manejan clubes de fútbol. Quieren periodistas que no hablan de fútbol sino que hablen de como se peleó tal jugador con la novia o si fuma. Todo lo otro, clubes insertados en la sociedad como fenómenos sociales les molesta. Porque les molesta la identidad»
Diversidad: «Hay una identidad nacional que son las payadas argentinas. Se habían hecho carne en las tribunas. Cantando, escuchando y respondiendo. Eso es dialogar. Ahora solo son monólogos. Estamos transitando en una etapa donde los hinchas se escuchan ellos mismos. Es muy difícil hablar de diálogo cuando se fomentó la intolerancia. La sana costumbre de escuchar a la hinchada contraria para responder con una picaresca la sacaron por completo. Sacaron tantas cosas lindas del fútbol».
Progres: «Alguna progresía de nuestro lado cayó en escribir o decir que en Europa no suceden cosas que pasan acá. Que allá las vueltas olímpicas son ordenadas y la gente festeja decentemente. Han vendido una idea que afuera todo es calmo y ordenado y acá sólo hay sindicalismo corrupto y la corrupción es el problema. Insisto con el ejemplo Boca Juniors: comenzaron con la idea de erradicar las barras y en verdad terminaron con el club como una empresa. En La Plata, sin importar camiseta, hay un club manejado por una persona como si fuera un kiosco».
Referencia Nacional: «Faltan pensadores comprometidos con el fútbol desde el nacionalismo popular. Se toman como referencias a Dante Panzeri y Víctor Hugo Morales cuando no son parte del campo nacional. En 678 lo invitaban a Pablo Alabarces quién escribió un libro llamado Hinchadas donde los hinchas eran imbéciles y violentos irrecuperables. A Alabarces lo paseaban por los programas cercanos al gobierno popular»
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