Amadeo Carrizo es un mito del fútbol argentino. Inventor del puesto moderno de arquero. Figura de nuestro fútbol entre 1945 y 1968 donde defendió la meta del Club Atlético River Plate. Luego de la asombrosa actuación de Franco Armani ante Independiente por Copa Libertadores, fue entrevistado por Carlos Aira en Radio Gráfica.
«Es un fenómeno. Un arquerazo. Ayer fue invulnerable«; dijo Amadeo en comunicación con Abrí la Cancha. «Me pone muy contento porque está lleno de arqueros. Martín Campaña es otro fenómeno. Igual que Esteban Andrada o César Rigamonti. En otra época mandaban al más boludo al arco cuando el guardavalla es quién te brinda una seguridad plena. Por eso cada uno de ellos, con sus estilos, impiden el gol. Son diferentes formas de atajar y de ver el partido, pero lo importante es que son efectivos y le responden a sus equipos».
A su vez analizó que no es bueno para River que Armani sea figura recurrente: «Llama la atención que Armani sea figura siempre, pero si el arquero un día no está inspirado, las cosas no salen bien. Cuando me ponían figura a mí, llegaba a casa y decía que eso me halagaba pero sabía que el equipo no había funcionado y tuve que salvar las papas. Estar propenso a eso no es conveniente. Cuando menos te pateen mejor porque quiere decir que el resultado será favorable porque el equipo funciona bien defensivamente ya que no hay mejor defensa que un gran ataque».
«River es un gran equipo, con muy buenos jugadores. Me impresiona y gusta mucho Nacho Fernández. Tiene un estilo de todas las épocas. Un cinco a lo Pipo Rossi o Bruno Rodolfi. Los grandes 5 de antes, con técnica favorable y va al gol con calidad extraordinaria. El equipo es muy bueno y Marcelo Gallardo tiene la preocupación que River juegue cada día mejor«, dijo Amadeo Carrizo a Radio Gráfica.
Amadeo analizó un problema para los arqueros al intentar salir jugando siempre desde abajo: «Muchos arqueros hoy juegan al bowling. Usan mucho darle la pelota al marcador de punta que está libre sin iniciar ningún peligro al arco rival; al contrario, trae peligro al propio arco. Es una costumbre que no me agrada y ya vi muchos goles así. A Andrada, jugando para Lanús, le costó momentos malos. Hoy casi todos los arqueros tienen esa costumbre y no lo veo para nada provechoso«.
Sobre el actual arquero de Boca Juniors, Amadeo lamentó su lesión en el partido ante Cruzeiro: «Es un gran arquero, que lo había demostrado en Lanús. De mi parte, que se mejore pronto porque tengo una gran estima hacia él. No lo conozco pero es un honor verlo jugar«.
El gran Amadeo Carrizo fustigó con voz propia la idea de salir jugando siempre por abajo desde el arco: «Lo importante para un arquero es saberle pegar tres dedos, de costado, y que la pelota viaje ochenta metros a la cabeza de un compañero. De esa forma no hay peligro de gol en arco propio. Un buen saque de arco pasa por arriba de diez o doce jugadores. Con Ermindo Onega, Luis Cubilla y Juan Carlos Lallana hicimos muchos goles de saque de arco. Eso es lo que interesa. Pero esta costumbre de salir jugando siempre por abajo trae compromisos en el arco propio. ¿Para que repiten eso? Sacan corto, presionan arriba y se la dan de nuevo al arquero que no puede agarrarla con la mano y tiene que jugarla y saber bien donde la va a tirar con la obligación de jugar bien la pelota. Sinceramente, esto en contra de esto».
«El Mono Navarro Montoya era un fenómeno. De gran juego y anticipo. Un arquero moderno que no vivía debajo del travesaño. Otros que me gustaban eran Angel David Comizzo y Nery Pumpido que sabían anticipar el juego. El arquero que no ataja tanto no llama tanto la atención porque cortó la jugada con anticipación y estaba atento al partido y un poco era lo que hacíamos nosotros. Impresiona la volada. Reconozco las virtudes de los arqueros actuales, pero muchas veces uno lo simplifica en otro estilo«, destacó el mito riverplatense.
«Cambió todo. Hasta la pelota. En la época de Bernabé Ferreyra se jugaba con pelota número 4. ¡Bernabé pegaba unos cañonazos que agujereaba a los arqueros! Pero lo único que no cambió fue la medida del arco: siempre midió 7,32 por 2,44. Allí el guardavalla tiene su responsabilidad. Posiblemente, la mayor de todas. Lo que nunca entendí es el por qué de esas medidas tan extrañas. ¿Por qué no hicieron medidas redondas? jaja«.
Amadeo Raul Carrizo nació en Rufino, provincia de Santa Fe, el 12 de junio de 1926. Debutó en la primera de River Plate en 1945. Se mantuvo en la meta millonaria por espacio de 23 años. Atajó 520 partidos oficiales. Campeón 1945, 1947, 1952, 1953, 1955, 1956 y 1957. FIFA lo consideró el mejor arquero sudamericano del Siglo XX.
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