junio 29, 2025

Maradona en Sinaloa | ¿Por qué fue allá?

Maradona en Sinaloa | ¿Por qué fue allá?

Por Carlos Aira (*)

Diego Armando Maradona es el nuevo entrenador de Dorados Sinaloa. Luego de años en Dubai y un breve paso por Bielorrusia, el 10 llega al caliente Pacífico mexicano para dirigir en Segunda División. En la vida de Diego, nada se hace sin segunda intención. Es mucho más que un brillante ex futbolista o un entrenador. Diego es un ícono y por eso habría que analizar las variables por las cuales llegó a Sinaloa, el estado mexicano con mayor índice de muertes violentas.

Lo primero que nos preguntamos ¿Que hay detrás de Dorados Sinaloa? El equipo le pertenece al Grupo Caliente, empresa líder en apuestas deportivas y salas de juego en México. Pero el negocio del Grupo no queda allí: si ingresamos en el sitio web de la Liga Mexicana de Fútbol damos cuenta de la diversificación del negocio: hoteles de lujo, centros comerciales y el manejo de dos equipos: Xolos Tijuana y Dorados de Sinaloa. Pero los tentáculos del pulpo no se quedan allí. También llegan a convenios con las cadenas televisivas Fox y Televisa para la promoción de los casinos que Grupo Caliente posee en 19 estados mexicanos y la edición del diario deportivo Récord. A esto se le suma publicidad en dos equipos de Primera División: Monarcas Morelia y Puebla.

El dueño de éste emporio es un Jorge Hank Rohn. Su nombre es completamente desconocido en nuestro país, pero su figura es controversial en México.  Hijo de Carlos Hank, influyente armador político del PRI, sempiterno partido de poder en el siglo XX. Jorge Hank Rohn fue alcalde la fronteriza ciudad de Tijuana entre 2004 y 2007. En ese lapso de tiempo convirtió a la ciudad en la meca del juego. Allí el Grupo Caliente posee 21 casinos, el Hipódromo de Agua Caliente – 60 hectáreas con docenas de salas tragamonedas, bingo, apuestas deportivas, hipódromo, galgódromo, criaderos de animales y el estadio del Xolos. El dinero facturado por el Grupo Caliente en Tijuana es asombroso. En 2007, último año de Hank al frente de la alcaldía de la ciudad, el monto llegó a setenta millones de dólares. El año pasado, la cifra oficial de ingresos fue de 138 millones de dólares.

Pero Hank Rohn no es solo un zar del juego y la política. En México, todo – o casi todo – está manchado de sangre. Sobre el pesan acusaciones que van desde mandar a asesinar periodistas, poseer armas de alto calibre hasta traficar con pieles de animales. Pero sobre todo ronda su posible ligazón con los cárteles del narcotráfico. En 2011 el Grupo Caliente fue investigado en Estados Unidos por el presunto vínculo narco para el lavado del dinero del tráfico de drogas. Hank terminó preso luego que se encotraran 88 armas de guerra en su casa. Luego de 15 días preso, salió de la cárcel.

Cuando Diego Armando Maradona firmó contrato con el Dynamo Brest bielorruso, en la pantalla de Canal 13 se podía leer: «Diego Armando Maradona y un contrato millonario con Bielorrusia, considerada la última dictadura europea«; como si el contrato lo hubiera hecho el propio país. Curiosamente, los medios alineados al poder financiero internacional (Clarín, La Nación, Perfil o Infobae) no han dicho una palabra sobre los nuevos patrones de Diego.

Ahora, busquemos un nexo por el cual Diego haya decidido ir a Sinaola. ¿Deportivo? ¿Económico? Habría que mencionar un nombre en esta historia. Un hombre que hoy es piedra angular del fútbol argentino aunque nadie lo pueda reconocer por la calle. Se llama Cristian Bragarnik y no sólo es el representante de un centenar de futbolistas y entrenadores, también es el facilitador de negocios de moda de nuestro fútbol.

Bragarnik tiene línea directa con la Asociación del Fútbol Argentino. Hombre de relación estrecha con Daniel Angelici – otro zar del juego – pero sobre todo con Jorge Hank (h), a quién conoció en 2007. Esa estrecha relación con Hank hijo lo convirtió en asesor futbolístico del Grupo Caliente. Por ende, la llegada de Maradona a Dorados Sinaloa es obra de Cristian Bragarnik.

Diego siempre estuvo del lado de las causas nobles. Con errores y contradicciones. En un país que se hunde al ritmo de una entrega sin par, Diego puede alzar la mira y apuntar al presidente Mauricio Macri diciendo «Me parece que nunca entendió que significa ser argentino«; o cruzarlo por el deseo del presidente de la República de ver a Jorge Almirón – otro representado por Cristian Bragarnik – al frente de la Selección diciendo: «¿De dónde sacó Macri que podía postular a Almirón para la Selección? Seamos serios. No se pueden creer las cosas que tenemos que escuchar los argentinos».

Pero en la cabeza de Maradona hay un íntimo deseo: regresar a la conducción de la Selección Argentina. Y en tiempos donde las arenas siguen siendo movedizas en la calle Viamonte. Donde el poder real aún se discute. Con Lionel Scaloni al frente de un interinato que no se sabe como terminará, Diego se acercó al poder. A un poder incómodo. Hay que decirlo.

(*) Conductor de Abrí la Cancha / Colectivo de Dirección de Radio Gráfica.

 

 

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