A 26 años de la privatización del Servicio Eléctrico del Gran Buenos Aires (SEGBA), el secretario general de la Asociación del Personal Superior de Empresas de Energía Carlos Minucci dialogó en Sindical Federal sobre aquel momento y sus similitudes con la política energética actual y el desguace del sistema energético. Además comentó su postura acerca del momento de la CGT y lanzó una fuerte acusación a los dirigentes sindicales que se «se subieron al avión de Triaca».
«Fue muy similar a lo que quieren hacer hoy en Transener. Lo hicieron con SEGBA, Hidronor y otras empresas del Estado. El gobierno de Menem en alianza con Bunge & Born resolvió entregar las empresas del Estado porque «el país estaba en quiebra». El Banco Mundial otorgó plata para los retiros voluntarios. SEGBA era una empresa muy avanzada en tecnología y mano de obra, y perdió 21.000 trabajadores. Desde hace 26 años no hay inversiones, el gobierno anterior aportó algo pero no fue suficiente. Operativamente desestructuraron el sistema, bajaron los costos y la ganancia se la quedaron las empresas concesionarias» recordó el hombre de APSEE.
En la actualidad, se ha reducido notablemente el consumo a raíz del cierre de fábricas y comercios pero al no haber inversión se siguen dando los cortes y problemas de tensión. «Ante esto la idea del gobierno es vender Transener (quien posee la red nacional de empresas de Energía) que representa 8800 kilómetros de conexiones de energía en el interior del País y 5500 en la Provincia de Buenos Aires. Son en total 13.000km de lineas de alta tensión en manos privadas. Esto es como en los noventa: cuando se privatizó SEGBA, Aguas Argentinas, YPF entregamos soberanía. Volvemos 26 años atrás cometiendo la barbaridad de «vender las joyas de la abuela» que son estas empresas y centrales que fueron construidas con fondos del ANSES como Brigadier López, Manuel Belgrano II y Ensenada Barragán».
Minucci comentó que ya fueron advertidos y se está desarrollando por parte de las empresas la política de «el que se jubila no se cubre» y además que el 31 de marzo vence un programa de Edesur donde invitan a retirarse a trabajadores por un dinero que «es pan para hoy, hambre para mañana. Si en ese 31 no se llega a la lista de retiros esperados pueden empezar los despidos».
Acerca de la gran movilización del 21 de febrero, el dirigente de la Corriente Federal señaló que «esto viene desde noviembre cuando como multisectorial fuimos a expresarnos contra la reforma laboral. Cuando Camioneros plantea hacer un reclamo sectorial planteamos como Corriente apostar por algo más grande. Pablo Moyano ya definió su postura de cara a la CGT, nosotros tomaremos la definición que corresponda en defensa de los trabajadores». En línea con esta reflexión, aportó «si nosotros hacemos una gran movilización, vemos que hay amenazas a dirigentes sindicales, donde imponen techo a las paritarias, entre tantos otros ataques, los que estuvimos en el 21F debemos tomar decisiones fuertes».
Para concluir, el dirigente, decidido, lanzó «Los que se subieron al avión de Triaca no pueden venir a decir que representan a los trabajadores. En estos dos años hemos perdido tiempo dándole el beneficio del diálogo a un gobierno que avanzaba sobre nuestros derechos».
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