Vanesa Siley, secretaria general del Sindicato de Trabajadores Judiciailes (SITRAJU), diputada nacional electa por Unidad Ciudadana e integrante de la Corriente Federal de Trabajadores, reflexionó en Desde el Barrio acerca de los ejes del plan de reforma presentado por el presidente Mauricio Macri en el Centro Cultural Kirchner.
“Me interesa resaltar dos aspectos que sintetizan la idea general que arrastra esta reforma: En primer lugar, Macri habló de un período de políticas austeras. Esto significa políticas de ajuste, de recorte presupuestario, de anulación de derechos de paritarias salariales a la baja. Aún con la gran pérdida de poder adquisitivo que hubo, Argentina sigue siendo el país de Latinoamérica que tienen el promedio salarial más alto en dólares. Las intenciones del presidente van a bajar ese promedio. Cuando hablan de austeridad, es ajuste”, señaló Siley.
En diálogo con Carla Pelliza, Mario Sadras y Lautaro Fernández Elem, indicó que “el otro aspecto a resaltar es que en muchos pasajes de su discurso hace referencia a los “privilegios” de un sector, del otro, etcétera. En realidad el Presidente de la Nación sabe perfectamente que no son privilegios sino derechos adquiridos” para ilustrarlo hizo referencia a la acusación que lanzó Macri a los trabajadores judiciales como criticar los 45 días de feria judicial. Ante esto resaltó que cuando habla de las vacaciones que tienen los judiciales “los problemas de la Justicia no se van a resolver quitándole derechos a los trabajadores. La visión negativa que tiene la población del poder judicial es un descrédito que no se funda ni nace de los trabajadores sino de los magistrados y las conducciones administrativas”.
Consultada por las distintas tareas que lleva adelante, tanto como dirigente sindical y como integrante de la cámara baja y su relación, destacó: “no concebimos la etapa que se viene con una práctica exclusivamente legislativa formal. Tiene que haber protagonismo de las instituciones del pueblo: clubes, sindicatos, talleres, aquellas instancias donde el pueblo se organiza. No va a bastar la tarea del Congreso sino que como organizaciones vamos a tener que estar en la calle”, comentó.
En uno de los pasajes de su discurso, Macri señaló “no puede ser que haya 3000 sindicatos“. Sobre esta chanza, la dirigente realizó un interesante análisis. “En nuestro país hay 3240 organizaciones sindicales y 600 cierran paritarias. Al mencionarlo, Macri se está refiriendo al modelo sindical argentino de la unicidad promocionada. En mi opinión, existe la cantidad de sindicatos que los trabajadores quieren que haya en la medida en que se respete el modelo, es decir, que sólo negocia paritarias el sindicato más representativo”, aseveró.
“Acá tiene que haber los suficientes candidatos para representar a todos los trabajadores argentinos. Hay expresiones de gremios provinciales, de comisiones internas combativas, de cuadros medios de sindicatos, de regionales del interior que salen a dar la pelea ante la ausencia de un plan estratégico y unificado de la central obrera y los grandes sindicatos de la Argentina. La resistencia se ejerce desde abajo hacia arriba y del interior hacia el centro. El gobierno está apuntando a hacer un guiño a parte de la dirigencia sindical y también a desarticular a esos actores que mencioné.”
Una de las noticias más destacadas de la semana fue la renuncia efectiva a partir del día 31 de diciembre de la Procuradora General Alejandra Gils Carbó, lamentablemente final para largos meses de presiones por parte del poder ejecutivo. “Nos encontramos frente a un enorme retroceso institucional. Se está afectando de manera flagrante la autonomía del Ministerio Público Fiscal que desde la reforma constitucional del 1994 no depende de ninguno de los poderes. Para las reformas judiciales que plantea el macrismo, persecutorias de la oposición, necesitaba afuera a Gils Carbó, una de las personas más independientes que se conocen dentro de la justicia”destacó la referente de los judiciales porteños.
Finalmente, Vanesa Siley se refirió a las responsabilidades que asume junto a la Corriente Federal de Trabajadores y las tensiones que se generan con la conducción de la CGT por la decisión de continuar el diálogo con el gobierno nacional dilatando los tiempos de la acción. “No analizo procesos en base a ninguna ruptura sino a lo que tenemos que organizar. Nuestra tarea es organizar a las regionales y a las bases de los sindicatos, no otra. A mediados de noviembre se va a realizar un gran encuentro de delegados y delegadas de la Corriente con compañeros de todo el país. No podemos dejar sin espíritu de unidad y lucha a tanta representatividad sindical”.
LFE / GF / RG