Héctor Amichetti, secretario general sindicato Federación Gráfica Bonaerense y referente de la Corriente Federal de los Trabajadores, en diálogo abierto. Macrismo, modelo económico, movimiento obrero, Corriente Federal de Trabajadores, Comite Central Confederal, el futuro de la CGT y peronismo. Nada quedó afuera de esta larga conversación junto a Gabriel Fernández en los especiales de Radio Gráfica. Entre las definiciones, el gráfico puso de relieve que la vertiente que encarna sostendrá sus firmes posiciones sin dejar de apuntalar «la necesidad de unidad, por eso hacemos un gran esfuerzo en preservarla«.
Asimismo, reflexionó hondamente sobre la historia del peronismo y el sindicalismo en nuestro país. Revisó el rol de Juan Domingo Perón en una reivindicación abarcativa y analizó varios de los cuestionamientos internos que recibió el líder en el primer lustro de los 70. En cuanto a las perspectivas puso énfasis en la necesidad de agrupar los espacios vinculados a la producción industrial. En esa dirección indicó su confianza en las elecciones de octubre, con la presencia de hombres y mujeres de la Corriente en las listas, y destacó que «la estrategia oligárquica es mellar nuestras fuerzas y capacidad de defensa de nuestros derechos».
Vale la pena zambullirse en su aseveraciones:
«La Corriente no nació para crear una estructura más sino rescatar una concepción sindical comprometida con el país. Esa historia que se apoya en el Programa de La Falda (1957), Huerta Grande, 1 de Mayo y el programa de la CGT de Saul Ubaldini recuperada la democracia. Aquí confluimos varios nucleamientos. Desde compañeros del MTA, Corriente Político Sindical Federal y la Asociación Bancaria que se sumó cuando vino el proceso de unificación de la CGT. Todos detrás de un sindicalismo con programa. Con posiciones de políticas económicas, relaciones internacionales de un país y cuestiones reivindicativas laborales. Si no somos un país soberano, es imposible pensar en la justicia social».
«Para la Corriente es fundamental la federalización del sindicalismo. Rescatamos que las mejores experiencias del sindicalismo surgieron de regionales del interior. La Falda, Córdoba, fue el primer antecedente de una CGT con programa, y surgió con la normalización de la primera regional luego del golpe de 1955. Luego llegó la invitación a otras regionales. Esa experiencia se repitió con la CGT de los Argentinos. El federalismo ha tenido un peso muy grande en toda la historia de resistencia«.
«Para comprender el peronismo hay que ir al origen. Imposible analizarlo sin saber donde nació. Para poder ejercer el poder a favor de las mayorías hubo que hacer una revolución, y sucedió el 17 de octubre de 1945. Fue el primer paso hacia una revolución impensable, como tener una elección tranquila aquel 24 de febrero de 1946. El 17 de octubre generó una fuerza contra el poderío oligárquico que quería sacar del mapa a Perón. Es fundamental tomar como pilar ese hecho. Cuando volvemos a ese período es porque fue cuando más poder tuvo el movimiento para revindicar políticas económicas y laborales marcadas hasta nuestros días. Fue el pueblo en ejercicio real del poder«.
«En el período 1945-1955 hubo sindicatos fuertes, representantes del movimiento obrero en ministerios. Fue una democracia participativa y popular. Los vaivenes del peronismo tienen que ver con retrocesos que nos provoca el poder oligárquico a través de hechos violentos. El golpe de 1955 fue un retroceso enorme que nos obligó a la Resistencia. Cuando hay retrocesos están quienes buscan vías pragmáticas donde aparecen matices. En la Resistencia tuvimos expresiones de entrega total y dirigentes que quisieron crear un nuevo peronismo con poderes enemigos de los ideales del peronismo. Algo que ocurre hoy día: se escuchan dirigentes peronistas que entienden que puede haber entendimiento con el proyecto que está gobernando. Otros estamos convencidos que no hay conciliación con proyectos irreconciliables«.
«Llegamos al período 1973-1974 con una resistencia popular muy grande y una conducción inigualable. Una conducción que hoy extrañamos. Perón fue un gran conductor capaz, en una etapa histórica, de unir a sectores con distintas concepciones y metodologías. El núcleo duro de la resistencia se expresaba en ese millón de argentinos dispuestos a todo. Eran aquellos que, por ejemplo, acompañaron el triunfo de Andrés Flamini en 1962. Perón logró que la elección de Héctor Cámpora en 1973 fuera producto de un frente grande con seis millones de votos. Analizar la actitud de Perón en 1973 no es lo mismo mirarla hoy con perspectiva histórica. Ese frente contuvo a todos. Los sectores con lucha más fuerte de la resistencia tenían la convicción de virar hacia una organización socialista y Perón contenía sectores que no estaban para eso. Todo en el marco de una debilidad muy grande porque el enemigo tenía un control de poder inmenso que demostró en el golpe de 1976, con unas fuerzas armadas que sirvieron a la oligarquía. Creo que Perón lo percibía y nosotros entendíamos que era más fácil construir una fuerza popular para contrarestar a ese sector militar. Mirándolo a la distancia, tengo que darle razón a Perón«.
«Desde diciembre de 2015, este país volvió al modelo agro-industrial basado en la economía primaria y con distribución injusta de la riqueza alineado a Gran Bretaña. Los trabajadores nos fortalecimos con un proyecto de redistribución, tratando de insertarnos en el mundo con bloques de naciones que tengan nuestros intereses. Esos proyectos siguen vigentes por más que nos quieran vender una realidad compleja a nivel mundial. Hay una oligarquía que tiene sus intereses más concentrados que nunca. Pero la fuerte experiencia peronista nos marcó a fuego, y el kirchnerismo intentó sembrar esa conciencia en una nueva generación de cara hacia el futuro«.
«Hay un sector muy beneficiado con este diseño macroeconómico. Un sector minoritario y muy poderoso. El problema central es que no se puede debatir reivindicaciones sociales y laborales si no podemos debatir el diseño económico de este país. Me parece central pararnos en una posición donde defendamos un proyecto de país donde la economía esté al servicio de la producción, la industria nacional y el mercado interno. Si no, es imposible defender derechos laborales y caeremos en la lógica macrista del capital. Una situación de fondo donde tenemos que tener discusiones».
«Hay que preservar la estructura de la CGT. La CGT termina definiendo táctica pero sin estrategia. La táctica podría resumirse en sentarse a discutir con el gobierno hasta donde frenamos la reforma laboral o el blanqueo de trabajadores. Pero esa lucha no tiene estrategia futura. Es muy difícil encontrar una perspectiva positiva sin cambiar las políticas económicas. Una gran cantidad de gremios creemos que hay momentos de negociación y otros para la confrontación. Con este gobierno, la CGT ha variado las dos posturas. Nosotros nos paramos en el lugar de los luchadores. Pero entendemos la necesidad de unidad, por eso hacemos un gran esfuerzo en preservarla«.
«La unidad en acción se está dando como se dio en otros momentos de la historia. Este gobierno está empujando a los sectores más negociadores de la CGT hacia ese lugar. Me parece que no hay que forzar ninguna ruptura superestructural, si no tener un espíritu de unidad en acción, dando la discusión con la idea que no nos fragmentemos más. Las rupturas dentro del movimiento obrero son perjudiciales para los trabajadores».
«Es muy positiva la integración sindical a la política electoral. Esto se verá reflejado en el parlamento. Por primera vez tendremos compañeros en la cámara con impronta sindical. Ya está Abel Furlán, y se sumarán Vanesa Siley y Walter Correa. Instalar un bloque con ideas y programa tiene un valor enorme porque fortalecemos la perspectiva de unidad política. En el peronismo está el gran desafío de unir fuerzas con la necesidad de ser fuertes ante el proyecto gobernante. Debemos ser amplios. Unidad Ciudadana debe ser convocante de un gran frente nacional. Juntar fuerzas con los trabajadores, las Pymes, Cooperativas, estudiantes y comerciantes. El gran frente nacional que el peronismo siempre apuntaló. El valor de Unidad Ciudadana es haber partido de compromisos parlamentarios profundos y otras discusiones programáticas cercanas«.
«Creo que si no ponemos un freno, la reforma laboral intentarán imponerla sin pasar por el Congreso. La estrategia oligárquica es mellar nuestras fuerzas y capacidad de defensa de nuestros derechos. El gradualismo es su característica. Si debilitan la economía, debilitan a los trabajadores y es algo que no ocultan. Su prioridad es la economía informal, aceptando que ese sector sea formalizado en forma productiva cuando nosotros decimos que es economía precarizada por la falta de derechos. Es discutir el centro del proyecto económico. Nosotros somos parte de ese sector formal de trabajadores, con convenios colectivos y altos salarios, logrados por la lucha y la defensa de la industria nacional. Un país con muchísimos puestos de trabajo que hoy se está derrumbando ante las políticas económicas de este gobierno. Acá la clave, reitero, no está en sentarse con el gobierno a ver como frenamos la reforma laboral por ley, sino como discutimos políticas económicas reales».
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