El 20 de septiembre de 1987, Racing Club hizo pedazos a Boca Juniors. La Academia goleó 6 a 0 en un partido memorable. Jorge Camote Acuña, camiseta número 7, recordó aquel partido que ya tiene treinta años.
En una extensa charla con Carlos Aira, el volante remembró aquel 20 de septiembre de 1987: «De ninguna manera esperamos ganar 6 a 0. Sobre todo porque Boca tenía un gran equipo en nombres: Hugo Gatti, Luis Abramovich, José Luis Villarreal, Chino Tapia, Coya Gutierrez y Fabián Carrizo. Pero aquella tarde, Racing fue demoledor. Por actitud propia y el empuje de la gente»
Camote recordó: «Los jugadores de Boca se la bancaron bien. Ninguno nos dijo ¡La concha de tu hermana! ¡Hasta cuando van a correr si ya nos hicieron cuatro!. Ellos no decían nada y los avasallamos. La gente nos mandaba a buscar más. El Toti Iglesias dijo que jugó un mal partido porque sólo convirtió dos goles cuando tuvo que haber marcado cuatro. Llegábamos muy fácil. Racing agarró la pelota y no se la dejó tocar a Boca».
Para Acuña, la clave de aquel gran equipo de Racing estaba en la mitad de cancha: «Teníamos un gran mediocampo. El Negro Ludueña no perdía la pelota y yo recuperaba todo. Tenía que recuperar pero también llegaba al gol. Me gustaba el arco de enfrente. Hoy sería el que presiona alto. Tenía esa característica y me salía bien. Por otra parte, Miguel Angel Colombatti agarraba la pelota y hacía un desastre y Rubén Paz tenía una zurda bárbara. El que entraba en ese equipo funcionaba. Era un equipo que sabía lo que quería Coco y entraba con una idea clara».
«Basile jugó un papel fundamental en el armado de aquel equipo. Marcaba cuestiones generacionales. Los grandes sabían que jugaban de titular. Todos los demás aceptaron eso y tiraban para adelante. Sabían que Basile no cambiaría su forma de pensar por ellos, y si venía un jugador, era para jugar. Si se lesionaba uno, sabía quién entraba. También quedaba claro que el futuro sería Perico Pérez, el Flaco Lamadrid, Zaccanti o el Mencho mismo. Por ejemplo, Medina Bello y Catalán alternaban, pero los titulares serían siempre Toti Iglesias y Walter Fernández«, dijo Camote.
Finalmente, Camote entró en una polémica: «Pasaron tantos años y mucha gente me dice que se enamoró de aquel equipo. Un equipo que tuvo que haber ganado algo más que aquella Supercopa de 1988«; y se metió de lleno en aquel partido suspendido por agresión a Navarro Montoya y Juan Simón ante Boca Juniors en 1988: «Nosotros ya habíamos clasificado a la Copa Libertadores 1989. Si Boca ganaba, clasificaban. Si no, lo hacía Deportivo Español. El partido no fue arreglado por los jugadores, pero sí por afuera. Algún dirigente de Racing vendió ese partido. Los jugadores de Boca sabían del arreglo. Tanto fue así que en un momento de ese primer tiempo que se jugó, el Chino Tapia me dijo: «Camote, no corrás más que esto está arreglado». Nos terminaron sacando cinco puntos y perdimos la posibilidad de ser campeones».
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