Mónica Ghirelli, secretaria de Seguridad en el municipio de Avellaneda y pre candidata a primera concejal por Unidad Ciudadana en esa localidad, estuvo en Feas, Sucias y Malas y habló sobre su trayectoria política, sobre las políticas de seguridad que lleva adelante y analizó el panorama hacia las elecciones legislativas primarias que realizarán el 13 de agosto en todo el país.
En primer lugar, acerca de cómo llevan a cabo las políticas públicas en materia de seguridad desde la gestión municipal, Ghirelli afirmó que están convencidos de que “el modelo de seguridad está íntimamente relacionado con el modelo de país” que quieren construir, y agregó que esta perspectiva implica “dar un cambio radical en la mirada y en la política de seguridad”.
En este sentido, consultada por Ursula Asta sobre la puesta en marcha de la policía local, expresó: “Es una experiencia exitosa, pero no podemos decir que es total porque solo tiene dos años en las calles. Necesitamos una policía de proximidad, que conozca la problemática y a los vecinos”. “Pero a la vez, creemos que más seguridad no es más policías en las calles. Nosotros no tenemos que hablar del policía, sino que hay que discutir políticas de seguridad”, añadió.
Luego, explicó que crearon un gabinete interdisciplinario de abordaje de conflictos: “Es un equipo para seguir los casos de violencias. De género y de otras situaciones. Entendemos que el caso no termina cuando se hace la denuncia, sino que recién empieza. Por eso este Gabinete nos permite conocer la historia de la víctima para poder actuar más rápido. Actualmente estamos siguiendo más de 200 casos de violencia, la mayoría son por violencia de género”.
Mónica Ghirelli vive en el barrio de Wilde en Avellaneda, aunque parte de su historia personal y política, allá por los años 80, se inscribe en otro barrio del sur del conurbano bonaerense, Quilmes. La precandidata a concejal proviene de recorridos diferentes al plano de la seguridad. Tal como describió, atravesó experiencias de educación popular, sindicalismo y comunicación popular.
“Mi formación fue en la calle y en los espacios de educación popular. Eran espacios de militancia y resistencia después de la recuperación de la democracia, experiencias barriales ligadas a la teología de la liberación y las comunidades eclesiales de base. Yo me formé ahí”, dijo. “Somos educadores en cualquier lugar que nos toque. La perspectiva desde donde pienso la educación popular es metodológica y dialéctica, para accionar y cambiar la realidad”, sumó.
Sobre su participación en el ámbito sindical contó que “en 1983, se había dado una experiencia con el fin de recuperar los sindicatos en el sur, la Escuela de formación sindical del sur”. “Era un espacio de articulación de esas agrupaciones sindicales que iban a recuperar los sindicatos cuando volvió la democracia. Entonces empecé a hacer un diario, que se llamaba El Sindical. Después hubo otro que se llamaba Desde las Bases”, recordó.
Ghirelli, ya más cerca en el tiempo, también formó parte de la organización Las Cristinas, a la cual se refirió: “Fue un espacio muy interesante. Había muchas compañeras queríamos defender a Cristina, por eso salíamos a las calles y hablábamos con el vecino”.
“Esto se puede traducir en lo que hacemos actualmente en Unidad Ciudadana, donde se busca recuperar la fuerza de la ciudadanía del individuo pero hacerlo colectivo para defender un proyecto político”, puntualizó.
Finalmente, sobre la realidad actual, marcó: “La situación está muy mal. Avellaneda se estaba recuperando como ciudad industrial. También se fue cayendo el consumo, cada vez cuesta más pagar las boletas de los servicios. Ahora volvieron los comedores que desde hace unos años se habían convertido en espacios recreativos”.
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