Ariel Aguilar, presidente de la Cámara Industrial de las Manufacturas del cuero y Afines (CIMA) e integrante de la Confederación Empresaria Argentina (CGERA), analizó en diálogo con Punto de Partida la situación del sector manufacturero argentino ante la política de libre importación que lleva adelante el gobierno de Mauricio Macri.
Aguilar señaló en primer lugar que «el principal problema que tenemos los sectores que empleamos manos de obra intensiva como marroquinería, calzado o textiles por nombrar algunos, es la brutal caída del consumo. Si en ese contexto suben las importaciones, los productos entran a un mercado que está en caída, con lo cual le van comiendo cada vez más lugar a la producción nacional. Eso explica el cierre de más de cincuenta fábricas y los más de mil cuatrocientos despidos del sector del cuero o los despidos del ramo textil, que llegan a cinco mil. Todo esto configura un panorama muy complicado para las PyMES. E incluso ellas son las que intentan aguantar sin despedir a nadie. No porque los empresarios sean buenos, sino porque costó mucho formar al recurso humano, no es gratis ni humana ni económicamente despedir a alguien».
Consultado por las opciones políticas que ofrece este escenario Aguilar respondió que «el Congreso se ha transformado en un lugar donde muchos empresarios PyME han ido a defender sus intereses. Por supuesto se necesita un parlamento mucho más heterogéneo, y que responda a los intereses para los que votaron a sus legisladores, porque muchas leyes que impulsó el gobierno logró pasarlas sin mayoría propia. El empresariado PyME está comprometido como nunca, porque entendió que tiene que tomar el asunto en sus manos. Nuestro rol es estar activos, reclamando al gobierno y explicando en los medios que las políticas que se están tomando son contrarias a la producción, el trabajo, la redistribución del ingreso, y que la desocupación posterior no es casualidad sino el resultado final de las medidas que se están tomando».
Finalmente el entrevistado detalló que «el oficialismo congeló el proyecto de Ley de Compre Nacional que presentamos nosotros, y envió al Congreso uno que establece un margen de preferencia del 12%. Es decir que si una empresa extranjera ofrece un producto más barato en ese porcentaje respecto a uno nacional se elige el nacional aunque sea más caro. Es un margen que ofrecen todos los países del mundo a sus empresas. La Ley de Compre Nacional es una herramienta permitida en el esquema librecambista promovido por la Organización Mundial del Comercio. Desde la CGERA planteamos que el margen debe llevarse al 25%, y que debe aplicarse no solo en compras públcias sino también en todas las operaciones de empresas donde el Estado tenga participación«.
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