A una semana de iniciadas las negociaciones paritarias del subte, los trabajadores comenzaron con una serie de medidas de fuerza que paralizan los servicios, aunque no de manera total. Este jueves comenzó el primer paro que tuvo lugar en las líneas A y H, de 21 a 23, medida que continuará el lunes en las líneas D, E y Premetro, en el mismo horario. Por su parte, el martes se verán afectadas las B y C de 5 a 7 de la mañana y el miércoles 2 de agosto tendrá lugar una nueva audiencia en la Subsecretaría de Trabajo porteña para intentar destrabar el conflicto.
Metrovías, empresa concesionaria del servicio, asegura que la paritaria ya se encuentra cerrada, dado que la UTA aceptó la propuesta del aumento del 22,3%, monto que es rechazado desde la Asociación Gremial de Trabajadores de Subtes y el Premetro. En este marco, Enrique «Quique» Rositto, secretario de Prensa de los metrodelegados, explicó en Desde el barrio que «la mentira tiene patas cortas. Si Metrovías ya cerró con la UTA ¿por qué el Gobierno nos convoca para el día 2? Porque está claro que no está cerrada, porque la UTA perdió la personería gremial, no solamente por decisión de la gente, que es lo más importante, sino también porque en el 2015 el Ministro de Trabajo, en ese entonces Carlos Tomada, firmó el expediente donde les quita la personería gremial y a pesar de haberlo judicializado, hay una personería gremial vigente que sólo puede ser cuestionada por la Corte Suprema y que la tiene la Agtsyp. Entonces, es muy grave que Metrovías haya firmado una paritaria con un sindicato que no tiene una personería gremial».
En este sentido, enfatizó que «hay una decisión de los trabajadores» sobre quién quiere que los representen, ya que «sobre un universo de 3500, hay más de 2500 afiliados a la Agtsyp y menos de 1000 afiliados a la UTA. Esto demuestra por quiénes quieren ser representado los trabajadores y trabajadoras».
En un contexto en el que Metrovías reconoce un acuerdo con la UTA pero el Gobierno porteño convocó a los metrodelegados a una nueva audiencia de negociación, Rositto explicó que «cuando hay un conflicto de posturas entre Metrovías y el Gobierno, debe prevalecer la postura del Gobierno. Metrovías es un concesionario, hoy está y a fin de año puede no estar. Para ejemplificar, el club concesiona el buffet y es el club el que le impone condiciones. El buffet puede aceptarlo o no y retirarse. O sea, el que impone las condiciones es el dueño, no el concesionario. Si incluso el dueño del subte, que es la Ciudad, dice que la paritaria no está cerrada y convoca a una nueva mesa de diálogo, está dando una señal clara de que la paritaria no está cerrada y debe discutirse con los verdaderos representantes de los trabajadores, que es la Agtsyp».
Además, este acuerdo firmado por la UTA y rechazado por la Agtsyp fue «algo cercano a una extorsión«, describió Rositto al detallar que cuando llegaron a la reunión les entregaron una planilla y les plantearon que «es esto y de acá no nos movemos o lo firmamos con la UTA. Nosotros no vamos a firmar algo a espalda de los compañeros, mucho menos a la baja. Era una propuesta del 22,3%, claramente insuficiente teniendo en cuenta que el año pasado perdimos un 9% por el desfasaje de la inflación y en lo que va del año ya va un acumulado del 18%. Entonces, entre el año pasado y lo que va de este, ya estamos hablando de un 26%. Nos ofrecen un 22% y recién estamos a mitad de año, esto no lo podemos aceptar«.
Por otra parte, el secretario de Prensa de la Agtsyp explicó que la propuesta presentada el viernes por Metrovías «sólo implica la parte económica y se niega a trabajar sobre condiciones laborales, licencias. Nosotros hemos impulsado mejoras que tienen que ver con la licencia para padres y madres en caso de hijos enfermos, hemos eliminado la diferencia de género. Nos pareció importante que la empresa tenga que reservar un cupo en sus ingresos para personas trans, respetando su identidad. Son cosas que, si bien no son monetarias, hacen a la calidad de vida».
CP/GF/RG
