
Nicolas Caropresi, integrante del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) dialogó con Cabezas de Radio sobre el informe del caso «El Polaquito», emitido en el programa Periodismo Para Todos que conduce Jorge Lanata.
Caropresi definió al informe como «un montaje, que el resto de los medios están reproduciendo hasta el cansancio. Algunos lo levantaron titulando ‘Niños asesinos’. Durante 24 horas bombardearon a la gente con la imagen, voz y cara de un nene, para instalar la idea del malón que viene por los privilegios del ‘civilizado’. Hemos llegado a un lugar del que no sabemos cómo se vuelve. Estamos hablando de un pibe de 11 años, que todo lo vivido lo percibe como un juego. Tiene problemas de conducta, y algunos problemas psicológicos. La madre pidió ayuda para mantener el tratamiento psiquiátrico a la municipalidad, pero no lo pudo mantener. Ahí también accionaron los medios. Ella no es una drogadicta, ni una ladrona, sino una mujer muy laburadora que se rompe el lomo para proveerle a su hijo todo lo que puede».
Luego detalló que «el Polaquito tuvo problemas con la policía, pero ninguno de sus ingresos a las comisarías fueron por portación de armas, punzantes o de fuego. Tampoco fueron por herir a nadie ni mucho menos por asesinato. Al día siguiente estuve con él y con su mamá. Lo que el contó fueron las historias de otros pibes de otros barrios mezcladas con su historia. Utilizaron a un pibe que quiere algo distinto, que de pertenecer a una familia de más recursos se diría que tiene problemas de conducta o déficit de atención, cosas que en una barriada popular son más difíciles de acompañar. ¿Sabés lo que nos va a costar deconstruir el relato que armaron? Incluso en la cabeza del pibe, porque queda condicionado a creer que es el delincuente en potencia que presentaron los medios. Él mismo se va a ver en la tele diciendo que mató gente cuando no es verdad».
Finalmente Caropresi señaló que «hay una intención de universalizar al Polaquito para acelerar el discurso según el cual hay gente que es casi descartable y que debe serlo por completo. Así es como piensan. Al día siguiente todos los programas daban a entender que la vida del Polaquito no valía casi nada. ¿Y si él estaba viendo la televisión en ese momento? ¿Cómo lo convencés después de que su vida vale? Hay todo un contexto de falta de oportunidades, de falta de educación, que no se puede discutir si desde el vamos hay que aceptar el título ‘niños asesinos’. Es perverso el nivel al que han llegado para construir la imagen de un otro al que hay que mantener lejos. Esa es la famosa grieta de la que tanto les gusta hablar. De un lado un pobre que debe ser exterminado y del otro un rico al que hay que proteger«.
MG/GF/RG