
Hugo Yasky, Secretario General de la CTA de los trabjadores, y precandidato a diputado nacional por Unidad Ciudadana conversó con Punto de partida acerca del desalojo en la planta de Pepsico, y de otros temas de la coyuntura latinoamericana.
Sobre la represión sufrida por los trabajadores que resistían su despido Yasky sostuvo que «indigna que este gobierno ataque a los trabjadores porque defienden el derecho a trabajar. Hubo mujeres lastimadas y reprimidas. Y el sentimiento se agiganta cuando los medios de comunicación privados censuran, desinforman y distorsionan para apañar al oficialismo. Clarín tituló ‘Choques entre ocupantes y policías’ cuando todo el mundo vio una salvaje represión a trabajadores y trabajadoras indefensos que hasta último momento habrán soñado con que el Ministerio de Trabajo los convocara para encontrar una solución en vez de que la gendarmería y la infantería de la policía cayeran encima de sus cabezas».
Luego el entrevistado afirmó sobre posibles medidas de lucha por parte de las centrales gremiales que «nosotros vamos a marchar con los compañeros que vienen desde la rotonda de Zárate, que son mil personas que también se quedaron sin trabajo. Habrá marchas en la ciudad de Buenos Aires convocadas por la CTA Capital a la que se sumarán docentes, trabajadores de los subtes, de ATE. Hay una extrema necesidad de unirse para pararle la mano a este gobierno que está decidido a seguir avanzando y apañando las políticas de destrucción del salario y de despidos. Sería muy bueno que haya una acción unificiada, pero lo que se discute en la CGT lo miramos desde afuera».
Finalmente Yasky abordó los sucesos de Brasil al afirmar que «estamos asistiendo a la segunda fase del golpe institucional con el que la clase dominante y corrupta tomó por asalto el poder político en Brasil. Un juez de la misma casta judicial que existe en la Argentina al servicio de los poderosos en un fallo sin pruebas y arbitrario condena a Lula Da Silva solo para que esa condena lo inhabilite a presentarse en unas elecciones que él ganaría según indican todas las encuestas. Se profundiza la ofensiva contra el pueblo brasileño después de votar una flexibilización laboral que da por tierra con décadas de conquistas del movimiento obrero en Brasil. Ahora se busca la proscripción del máximo líder del Partido de los trabajadores. No se puede hablar de democracia allí después de este episodio«.
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