Ezequiel Blanco y Jonathan “Kiki” Lezcano fueron vistos por última vez el 8 de julio de 2009. Dos meses después aparecieron muertos, víctimas de gatillo fácil. Tras casi ocho años de espera, comenzó el juicio. Angélica Urquiza, madre de Lezcano, dialogó con Vamos al Frente al respecto y aseguró que “fue muy emotivo poder llegar a esta instancia”.
“Después de 7 años y 11 meses tenemos una fuerza interior. Llegamos en un panorama complicado después de la causa cerrada”, expresó Urquiza. Y agregó que “fue positivo lo que pasó. Cuando los policías, cómplices de Santiago Veyga, comenzaron a declarar se contradijeron. Uno decía una cosa, otro decía otra”.
Además, Angélica Urquiza hizo referencia a la violencia institucional que sufren los jóvenes de barrios humildes. “Les arman causas. Luego, se cierran y no hay nada que investigar. Pero, esta vez tuvimos la oportunidad de poder llegar a juicio. Para nosotros fue estresante, pero a su vez muy rico”.
A su vez, la mamá de “Kiki” Lezcano manifestó que se busca demostrar que “Veyga no obró solo”. “El Estado, los fiscales, el juez. Todos tuvieron que ver acá. El Estado no me escuchó cuando denunciaba que mi hijo estaba desaparecido. Es responsable de tener esa gente trabajando. Nadie les hace un estudio psicológico”.
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