Walter Formento, director del Centro de Investigaciones en Política y Economía (CIEPE), conversó con Abramos La Boca acerca del triunfo de Emmanuel Macron sobre Marine Le Pen en Francia y sus consecuencias para la política mundial.
Formento caracterizó al presidente electo de Francia como «un hombre muy cercano a los grandes intereses de Londres, fue un alto gerente de la banca Rotschild, tuvo funciones en distintos lugares con gobiernos de izquierda y de derecha, y termina ascendiendo de la mano de la socialdemocracia francesa, del Partido Socialista de François Hollande. Mediante una fragmentación de las propuestas electorales venció a François Fillon que era quien le podía ganar en el ballotage final y al mismo tiempo impuso a Marine Le Pen como contrincante para la segunda vuelta, o sea a la candidata con la que era más fácil polarizar la elección. Fue el viejo fascismo del siglo XX contra el nuevo fascismo financiero globalista del siglo XXI».
Sobre las bases sociales que votaron a Macron, el entrevistado explicó que «específicamente representa a los sectores financieros de la ‘city’ de París, donde una de las ramas de los Rothschild tiene mucha fuerza, y representa a la gran necesidad que tiene la ‘city’ de Londres de un lugar alternativo Londres misma, porque tras la derrota en el Brexit ha perdido el control del Reino Unido. La mayoría de los que lo votaron o se abstuvieron en realidad cayeron en el gran engaño del fascismo y del terrorismo de las distintas formas del ISIS, y dieron como ganador al peor enemigo de Francia».
Finalmente Formento sostuvo que el resultado electoral implica «la continuidad del gobierno de Hollande pero con profundización. También hay que esperar a las elecciones de la Unión Europea en junio. Allí Macron va a tener que ratificar esta buena elección francesa en el plano europeo, donde se eligen las representaciones al Parlamento Europeo. Será una segunda gran prueba porque Macron es la gran amenaza para la UE. Su proyecto es la desintegración de la misma, y particularmente cortar todo tipo de articulación y los BRICS, especialmente con Rusia y China. Por otro lado el triunfo de Macron también es indicador de la agudización de las contradicciones y la crisis que esto significa en Francia. Le da mucho oxígeno a los negocios financieros que hasta el momento la UE había logrado acorralar y limitar».
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