
Argentina enfrentará esta tarde a Bolivia en La Paz por la decimocuarta fecha de las Eliminatorias CONMEBOL rumbo a al Mundial de Rusia. Cuando parecía que el Patón Edgardo Bauza encontraba algo de calma tras el triunfo frente a Chile, la FIFA decidió suspender de oficio a Lionel Messi por cuatro partidos.
Primero como tragedia, luego como farsa
Hay un eco de 1994, más precisamente de la mañana del 30 de junio, cuando se conoció la noticia del dóping positivo de Diego Armando Maradona en el Mundial de Estados Unidos. Pero la similitud se agota más allá del hecho de estar ante otro baldazo de agua fría. Messi es sin duda un extraordinario jugador y el ancho de espadas de Argentina, pero su sanción no tendrá el efecto anímico que tuvo la sanción a Maradona en su momento. Sí puede temerse la baja en la creación de juego de un equipo que incluso con el 10 del Barcelona en cancha a veces tiene enormes problemas para ser protagonista de los partidos que juega. Y aún así si se mira el fixture, tres de los cuatro partidos que se jugarán sin el rosarino son accesibles.
Hoy a las 17 (hora local) Argentina visita el estadio Hernando Siles de La Paz, que hace varios años que dejó de ser la fortaleza inexpugnable de la selección boliviana. Además del crecimiento deportivo de muchas selecciones, Bolivia tiene sus propios problemas para armar un equipo competitivo. En este campeonato eliminatorio Uruguay, otro seleccionado que no juega en la altura, hizo pata ancha en los 3.600 metros sobre el nivel del mar. El nivel general exhibido hasta el momento por los bolivianos es pobre, entonces, ¿por qué desesperar?
Luego vendrán los partidos frente a Uruguay en el Centenario (parada brava si las hay), para luego recibir como locales a Venezuela y Perú, selecciones a las que Argentina no debería tener inconvenientes en ganarles si se corrigen los desajustes vistos en los empates 2 a 2 ocurridos en Caracas y Lima.
Oportunidad para Bauza
El entrenador argentino subió la apuesta frente a los cuestionamientos de numerosos periodistas por el desempeño ante Chile. Defendió lo actuado por su equipo el pasado jueves, volvió a remarcar que lo importante es clasificar al Mundial, y desechó a la altura como factor influyente en el desarrollo del partido.
Lo más interesante sin embargo es que hoy cuenta con la oportunidad de formar un once mucho más afín a su idea de juego. Precisamente lo que desde aquí le cuestionamos a Bauza no es la idea de sacar una ventaja mínima y administrarla cediéndole la pelota al rival para luego aguardar la oportunidad del contragolpe. Tampoco le cuestionamos que su propuesta sea «poco atractiva». Al contrario, sabemos que no es lo mismo jugar lindo que jugar bien. Por lo tanto el problema no es que Argentina el jueves haya jugado «feo» contra Chile, sino que lo hizo lisa y llanamente mal. Tan solo obtuvo el triunfo gracias a un penal inexistente sancionado por el brasileño Sandro Ricci.
Ahora bien, veamos de nuevo el equipo que se perfilaba para hoy: Sergio Romero; Facundo Roncaglia, Mateo Mussachio, Ramiro Funes Mori, Marcos Rojo; Guido Pizarro; Enzo Pérez, Éver Banega, Ángel Di María; Ángel Correa y Lucas Pratto. El principal problema con respecto al partido con Chile parece solucionado. ¿Cuál es ese problema? La desconexión entre las líneas, provocada por la sistemática convocatoria de jugadores que no alcanzan para formar un bloque homogéneo. Javier Mascherano y Lucas Biglia no alcanzan a cubrir el retroceso necesario y la ofensiva Di María, Agüero, Messi, Higuaín queda colgada del pincel. La formación de hoy puede ayudar mucho a los planes de Bauza, así como el hecho de que puede plantear un partido de espera, es decir, evitar el desgaste que provoca la altura. Desde este espacio consideramos que lo deseable, es que Bauza considere necesario continuar este recambio de nombres para adaptar la selección a su idea de juego en lugar de a las exigencias del marketing que presiona para colocar jugadores en el equipo.
¿Pase de facturas?
La sanción aplicada a Lionel Messi sorprende por su rigor. Cuatro partidos por insultar a un juez de línea, incidente que además no fue informado por el árbitro, parece excesiva. ¿Qué puede haber detrás de tanta severidad?
Recordemos que en el año y medio de mandato de la Comisión Normalizadora, virtual intervención de la AFA por parte del gobierno de Mauricio Macri, los roces con la FIFA estuvieron presentes. La entidad rectora del fútbol profesional no tenía reparos respecto a la promoción del sistema de sociedades anónimas deportivas pero sí es poco amiga de las intervenciones estatales en las federaciones que la conforman. No solo el gobierno de Cambiemos hizo esto sino que tampoco acató inmediatamente la redacción de un estatuto como los que se promueven desde Zurich. Sumemos al combo que desde 2015, escándalo de coimas mediante, CONMEBOL no es la niña mimada de la FIFA precisamente. Por el contrario, el actual presidente Gianni Infantino se apoyó principalmente en Asia y África para acceder al trono del fútbol asociado. No sería raro entonces que esta sanción se trate de un tirón de orejas y una advertencia a la dirigencia que encabezada por Claudio Tapia asumirá en AFA mañana, así como al resto de las federaciones sudamericanas.
Dejemos de lado teorías conspirativas. Si Argentina, y con ella lo que mueve la imagen de Messi, queda afuera del Rusia 2018, entonces los negocios sufrirán, pero no tanto como para renunciar a la afirmación de la propia autoridad que en este momento ha ejercido la FIFA.
Martín Gorojovsky – Abrí la Cancha
MG/GF/RG