River Plate se quedó con la Copa Argentina 2016. En el Mario Alberto Kempes venció 4 a 3 a Rosario Central en un gran partido, de marcador impensado para una final. ¿Pero que quedó de ambos equipos?
Por el lado de los rosarinos el final de un ciclo de dos años que quedará en la memoria colectiva (ni hablar de la de los hinchas canallas) por figuras como Franco Cervi, Giovanni Lo Celso, Damián Musto, Alejandro Donatti, y Marco Ruben, por la intensidad y la vorágine que el equipo entregó en muchos partidos, los cuales se inscriben en la galería de grandes encuentros del fútbol argentino en 2015-2016 (por ejemplo, el empate 2 a 2 ante San Lorenzo durante el campeonato 2015 o el triunfo frente a Newell’s por 2 a 0 en Arroyito en febrero pasado), y por el cambio que significó en la realidad de la institución auriazul, tras su paso de tres años por el Nacional B entre 2010 y 2013, descenso que estaba acompañado de una compleja situación institucional.
Queda sin embargo en el debe la consagración con un título, el que no pudieron obtener Miguel Ángel Russo en la final de la Copa Argentina 2014 cuando cayó por penales ante Huracán, y Eduardo Coudet en las Copas Argentinas de 2015 y de este año, y en el Torneo 2015, el cual protagonizó hasta las últimas fechas.
River por su parte obtuvo la copa (que se suma a la Recopa obtenida ante Independiente Santa Fe de Bogotá), el alivio tras la dura caída en el clásico frente a Boca y una clasificación a la Copa Libertadores 2017. Sin embargo la campaña estuvo marcada por el polémico arbitraje de anoche, y las polémicas en cuartos de final (no expulsión de Batalla tras cometer una infracción ante Unión) y semifinales (penal no cobrado a favor de Gimnasia). Si el Millonario pretende pelear Copa Libertadores y campeonato local el año que viene tiene mucho para trabajar en el verano.
El partido
En lo que hace a la final en sí misma River y Central mostraron de nuevo las luces y sombras que los acompañaron a lo largo de toda la temporada. Los de Núñez otra vez fueron peligrosos en ataque para el rival y para sí mismos en defensa, mientras que los rosarinos fueron muy intensos en ataque pero no lograron cerrar definitivamente el partido.
¿Dónde estuvo la clave del resultado? En el oportunismo de Alario y Alonso para ponerle cifras definitivas al partido, y en la presencia de Jonatan Maidana, punto alto de dos defensas que no tuvieron una buena noche, así como tampoco Sebastián Sosa y Augusto Batalla brindaron seguridad debajo de los tres palos.
También encontró la redención Marcelo Gallardo. Después de los cuestionados cambios del domingo en el clásico, acertó anoche con las salidas de D’Alessandro y el Pity Martínez, quienes no lograban generar peligro con la pelota en los pies dado el mal estado del campo de juego en el estadio Mario Alberto Kempes. El ingresado Iván Alonso fue clave en dando el pase-gol del empate y convirtiendo la ventaja definitiva.
El arbitraje
Mucho se habló del arbitraje de Patricio Lousteau, y efectivamente su falla mayor en el partido fue omitir un claro penal de Ponzio sobre Teófilo Gutiérrez apenas comenzado el partido. La tendencia de inclinar la balanza a favor de los más poderosos en el fútbol argentino se perfila más claramente a medida que pasan los meses. Sin embargo, sería injusto atribuirle exclusivamente al error del juez el triunfo de River, sobre todo teniendo en cuenta que su rival consiguió adelantarse dos veces en el marcador.
El fin de semana con la última fecha del campeonato en el año llegará el momento de los definitivos balances de 2016.
Martín Gorojovsky-Abrí la cancha
MG/GF/RG
