Fue la gran sorpresa deportiva del año. La Selección Argentina de Futsal, una disciplina más recreativa que profesional en nuestro país, obtuvo la Copa del Mundo realizada durante el mes de septiembre en Colombia. De esta forma se rompió la hegemonía brasileña y española, quienes acapararon todos los campeonatos mundiales desde su implementación en 1989.
En Dame Pelota, el programa del Foro Social del Deporte, entrevistaron a Diego Giustozzi, entrenador del seleccionado nacional. En diálogo con Pablo Abbatángelo, el técnico expresó «estar pasando un enorme momento de felicidad grupal»; y agregó: «Me formé en Europa, ya que toda mi metodología de trabajo la traje de allá, pero mi idiosincracia es bien argentina. Soy recontra-argentino. Soy superprofesional, tratando de no dejar ningún detalle librado al azar. Pero lo más importante es que mucha gente ligada al Futsal necesitaba esta alegria y se la dimos. Eso es impagable».
Giustozzi afirmó «El deporte ha crecido mucho. El futsal brinda inclusión social a través de los clubes de barrio. Los pibes comienzan a entender que este deporte es un modo de vida. Que con constancia se pueden cumplir sueños. Se puede ser profesional. Cuanta mas cantidad de jugadores, vamos a encontrar mayor calidad. Ojalá este título sea un antes y un después ya que mi sueño es encontrar miles de pibes de barrio jugando futsal».
Consultado por Néstor Vicente, Giustozzi brindó un pantallazo sobre la situación profesional en nuestro país: «Es semi-profesional. Hoy veo en Argentina la situación que vi en Europa hace quince años: el pase del amateurismo al profesionalismo. De los 18 equipos que conforman la primera división, la gran mayoría son semi-profesionales. Algunos jugadores ya cobran sueldo profesional para vivir del deporte. Aun la mayoría de los jugadores estudian y trabajan«; pero enfatizó que se debe mejorar la lógica de entrenamiento: «los clubes deben exigirle más a los jugadores. Hay instituciones que tienen presupuestos de dos o tres millones de pesos y es inadmisible que los jugadores entrenen tan sólo tres veces por semana. Estamos compitiendo con ligas que entrenan ocho o nueve veces por semana. Estamos, de a poco, convenciendo a los clubes de mejorar la calidad y cantidad de entrenamientos. Hoy, cualquier club tiene un presupuesto importante en viajes, material de entreamiento, becas o sueldos».
Giustozzi admitió que se nutre de otras disciplinas deportivas, sobre todo el Basketball: «dimensiones, táctica, defensa en zona y hombre. Fijense que el fútbol once está tomando conceptos del futsal moderno: toma de decisiones, lectura del juego, desmarque en espacios reducidos o metodología de trabajo».
Hijo de Raul Giustozzi, aquel lateral izquierdo que apareció en la primera de River Plate en 1971 junto a Norberto Alonso y J.J López. Diego realizó una exitosa carrera profesional en el futsal. La misma se inició en Atlético Lugano (1995), River Plate (1998 y 2013), junto a una docena de clubes en Italia y España. Desde 2013 es entrenador del equipo nacional. En este tiempo obtuvo la Medalla de Plata en los Juegos Odesur 2014, la Copa de las Naciones 2014, Continental Cup 2014, Copa América Ecuador 2015 y el Campeonato Mundial 2016.
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