El deporte argentino vivió en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 su mejor actuación desde Londres 1948. El medallero devuelve tres medallas doradas, una plateada y once diplomas olímpicos. Pero nuestro deporte enfrenta una disyuntiva en relación con las políticas públicas ligadas…
En Abrí la Cancha entrevistaron a Osvaldo Jara, periodista, miembro del Movimiento Social del Deporte, quién ve con mucha preocupación «un posible despegue del ENARD (Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo) de la órbita del estado nacional para convertirse en un apéndice del Comité Olímpico Argentino. No por nada ciertas voces aparecen legitimando esta situación. Esta sería una política destinada a que el estado vaya ausentándose, desplazado por algo supuestamente autónomo como el COA, pero en verdad funcional a las multinacionales del deporte. Habrá que prestarle mucha atención y hacerles una marca precisa, porque el adversario de las políticas públicas son las multinacionales».
Jara realizó un balance positivo de los Juegos Olímpicos haciendo hincapié en el financiamiento estatal del ENARD: «La gran actuación queda plasmada en los once diplomas. Ese es el fruto de la cración del ENARD, la asignación de becas, la detección de valores y la actuación directa del estado»; y agregó: «Ver a Braian Toledo es un orgullo para todos los argentinos. Es el fruto de una política deportiva inclusiva. Mi duda está en qué ocurrirá de ahora en más».
¿Cuales serían las políticas del estado macrista hacia el deporte? Para el miembro del Movimiento Social del Deporte: «Mc Allister twittea pero no dice nada importante. No queda clara cual es la posición del estado. Gerardo Werthein, presidente del Comité Olímpico Argentino se abraza con los atletas, pero él no es el estado, sino las multinacionales. Se vienen días importantes. Hay que difundir esto para dar la batalla cultural y argumentativa. El principal problema es que el ENARD sea un fin en si mismo y no una política deportiva»
Consultado por Carlos Aira y Martín Gorojovsky, Jara brindó un pantallazo sobre el plan estratégico en materia deportiva que había plasmado el kirchnerismo: «Funcionó a partir de 2008 y constaba de tres ejes fundamentales: deporte social, desarrollo deportivo y representación nacional. En el primer anillo se realizó con mas aciertos que errores y tuvo como objetivo llevar adelante una política para hacer del deporte un derecho alcanzable y real para diversos sectores de la sociedad. El segundo tenía como eje captar talentos e insertarlos en el circuito federado. El tercero, que es el más visible, era simplemente la competencia en alto rendimiento de los deportistas de elite. Pero ahora me pregunto: ¿Que deporte quieren quienes llevan adelante este proyecto de país? ¿Desean reducir su atención a un par de centenares de deportistas con el fin de obtener medallas? Esa es una política deportiva. Ahora, quienes creemos que el deporte es parte de la comunidad y es un derecho, no estamos de acuerdo. Es evidente que si dejamos a una corporación (COA) delinear con sus políticas al deporte nacional, el deporte masivo será muy difícil de llevar a la práctica».
Finalmente, Osvaldo Jara se refirió a los movimientos privatizadores ligados al deporte: «Muchos blanden el sable de la privatización en forma explícita. El CENARD es un fabuloso negocio inmobiliario. En el fútbol quieren privatizar los clubes para realizar también este tipo de operaciones inmobiliarias. En la Secretaría de Deportes, en la época de Hugo Porta y Livio Forneris hablaban de acerar las empresas al deporte. Querían desarrollar un modelo donde capturaran deportes para llevarlos a sus intereses. O sea, un modelo donde nuestro deporte se ponía al servicio de las multinacionales. Otra cosa es acercar las empresas al deporte con un impuesto a las bebidas y el tabaco»
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