Víctor Lupo, historiador especialista en deporte y política pública fue entrevistado en Feos, Sucios y Malas respecto de la actuación argentina en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro y sobre la actualidad del deporte en nuestro país.
Víctor se refirió a las expectativas que genera la delegación argentina en Río 2016: “De acuerdo a las declaraciones de los dirigentes de ENARD, van por una mejora respecto a lo que había sido los Juegos Olímpicos de Londres. Hay que esperar para ver los resultados (…) estamos viendo con algunos deportista un muy buen nivel, mejorando en relación con el anterior juego olímpico, y fracasos que no nos esperábamos”.
Uno de los fracasos más resonantes fue del fútbol, que además atraviesa una situación muy compleja en el plano local. Lupo sentenció: “El fútbol nunca se interesó en los Juegos Olímpicos (…) el fútbol vive una crisis terminal”.
Sobre las políticas públicas que se desarrollan para la preparación de los y las deportistas, Lupo analizó que “hay dos visiones sobre la preparación del deportista. Por un lado el atleta que vive en Buenos Aires porque no tiene gastos de viajes, tienen el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (CeNARD), le es más fácil. Pero para los que trabajan o se preparan en el interior, es mucho más costoso”. Y agregó: “no se ha federalizado el deporte. La base se ha achicado muchísimo. En este momento está esa idea de que jueguen los mejores y sólo son muy pocos. Al no tener base, el deporte se va perdiendo”.
Explicó que la preparación deportiva desde las bases está amparada en leyes que se votaron recientemente (actualización en 2015 de la Ley 20.655) y que aún no se aplican: “habría que respetar las leyes que se votaron que son para la preparación de deportistas que no están a nivel olímpico, y dar la asistencia universal del deporte, para que cualquiera pueda practicar un deporte”.
También comentó sobre el presupuesto del ENARD: “Desde la llegada del Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo hay un presupuesto muy alto, pero es para las minorías. Los deportistas becados son 500, pero el ENARD se lleva mil millones de pesos y cada vez es más grande la grieta que hay para que lleguen los deportistas de más abajo”.
Finalmente agregó: “El primer deber de un secretario de deporte es cumplir la ley. Y si no cumple las leyes que se votaron recientemente, es muy difícil poder evaluar su gestión. Este gobierno no las está cumpliendo”.
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