«Hay mujeres que necesitan, porque son histéricas, ser violadas, porque psicológicamente lo necesitan y porque tienen culpa y no quieren tener sexo libremente. Quieren jugar a eso. A mí no me gusta jugar a eso, pero hay gente a los que sí. Somos muy complejos los seres humanos«, declaró el músico Gustavo Cordera, ex líder de Bersuit Vergarabat, a los alumnos de periodismo en TEA.
Con el debate público instalado, la periodista Amanda Alma se mete en debate y opinó en Terapia de Grupo de La Señal Medios: «Esas declaraciones hay que insertarlas en el debate de los ídolos del rock y la violencia de género. Las jóvenes ya no se dejan avasallar por la violencia y el sentido común. El rock ha sido vaciado por la lógica industrial capitalista por eso surgen estos exponentes. Pero lo más saludable es el rol que han tenido los estudiantes. Denunciaron a la estrella sin dejarse apabullar por el estrellato y su cancherismo. Lo hicieron porque el tiempo ha cambiado y no les tiene porque caber que un paladín del rock les diga que a las mujeres hay que violarlas porque les gusta el sexo».
Entrevistada por Gabriel Fernandez, Alma remarcó: «Cordera es un referente entrado en años, y sus declaraciones ponen en manifiesto el cambio generacional. Los jóvenes no se dejan prepotear. Cuando reconocen situaciones de abuso, denuncian. Sin dejar de decir que esto está inserto en un trabajo del Movimiento de Mujeres y a la ex presidenta, que hizo pública esta situación»
Para la periodista «Hay que abrir la boca y reconocer errores. Esto se relaciona con las actitudes de otros rockeros. Cristian Aldana, en vez de asumir las denuncias planteadas por distintas chicas en relación con abuso sexual y decir que eran prácticas que él no las tenía pensadas desde esa manera, hizo una contra-denuncia. Los varones, como sector social, no asumen el rol que deben asumir en el debate público sobre la violencia de género».
Finalmente, Amanda Alma explicó: «la sociedad construye roles sociales para hombres y mujeres. La tensión se explicita cuando lo lógica social determina roles. Los varones se los construye en el rol de estar siempre dispuestos para el sexo. La actitud de Cordera remite a un resabio conservador del pasado que busca mostrarle a los varones la forma de posicionarse. La impugnación colectiva de otros congéneres, es el gesto positivo».
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