Para el entrante mes de Agosto se planean una gran cantidad de convocatorias. Entre sindicatos, centrales, organizaciones o mismo autoconvocados, se empieza a responder cada vez con más fuerza a las políticas del macrismo. En este contexto, Hugo Yasky, secretario general de la CTA de los Trabajadores, fue entrevistado en Sindical Federal.
«Estamos entrando en la parte mas oscura y mas dura del ajuste que puso en marcha este Gobierno hace siete meses. Desde ahora se siente mucho más, además del problema de los despidos y del aumento de las tarifas tenemos el tema de que los salarios evidentemente están quedando rezagados. Nadie imaginó ni en los peores cálculos que la inflación iba a estar tan alta y por supuesto que el aumento de precios suma presión a los salarios.
Creo que esto explica la cantidad de movilizaciones que empieza a haber. Se le agrega la de este jueves en Mar del Plata que están convocando las dos CGT y las CTA para marchar hacia donde se van a realizar las audiencias públicas sobre el aumento de las tarifas eléctricas. Creo que va a ser un mes con muchas movilizaciones y entiendo que estamos en la cuenta regresiva de un paro nacional.
Si algo faltaba es la editorial que salió en el diario La Nación fomentando la flexibilización laboral. Es la decisión de liquidar las conquistas, el cimiento que ha hecho del movimiento sindical en la Argentina, una realidad histórica y un movimiento que permitió que los derechos sindicales no fueran arrasados como en otros países del continente y del mundo. Creo que vienen por todo ahora. Viene el momento de la definición».
¿Cuál va a ser el accionar de la CTA?
«Estamos trabajando junto con otras 70 organizaciones en la convocatoria a la Marcha Federal. Esta semana hay una reunión que va a definir la fecha y las características que va a tener el recorrido de tres días por todo el país y la llegada a Plaza de Mayo. Ahí vamos a tener también el espectro convocante en el que participan también un sector muy importante de la CGT junto con sus regionales del interior. Y con respecto al tema del paro nacional, la idea es el martes estar anunciando con la CTA Autónoma y probablemente con compañeros de sectores de la CGT con los que tenemos mayor afinidad entre los que están los compañeros gráficos y otros sindicatos, la necesidad de una convocatoria a un paro nacional para el mes de Agosto.
El paro nacional que nosotros creemos que hay que realizar debe ser la respuesta no solamente a esto que es un feroz ajuste en el bolsillo de los trabajadores sino que vienen con la intención de arrebatarnos el instrumento que permitió al movimiento sindical en la Argentina tener paritarias libres, convenios colectivos de trabajo entre otras tantas conquistas. El paro nacional tiene que ser la respuesta y no puede pasar de Agosto. Lo hablamos con Pablo Micheli, estamos en contacto con los compañeros de la CGT, intentaremos tener la definición la semana que viene».
Es creciente e importante la unidad que se está dando entre sectores tan diversos del campo nacional y sobre todo en el sindicalismo, que en un momento parecía imposible. ¿Se están dejando de lado las diferencias?
«Creo que es momento de unidad y en todo caso la divisoria de aguas tiene que pasar por definir quiénes están dispuestos a confrontar con este ajuste y, no solo con este ajuste, sino con esta intención de producir una involución en términos políticos económico y social muy profundo en la Argentina. Las demandas que se le formulan al gobierno de Macri desde adentro y afuera del país apuntan a eso, que la Argentina nunca más tenga la posibilidad de tener un campo popular y una clase trabajadora que en base a la conquista de derechos pueda definir rumbos políticos nacionales.
Quiero que se entienda que ellos vienen a producir una involución enorme y en ese sentido creo que la unidad tiene que ser muy transparente. Quienes estén dispuestos a confrontar con esto y levantar un programa de la clase trabajadora y los sectores populares de un lado; los que quieran ser condescendientes y seguir dándole tiempo a este Gobierno, y los que quieran seguir alentando la ilusoria idea de que se puede ser oficialistas con respecto a este Gobierno, allá ellos. Quedarán al costado del camino y tendrán que explicarle a sus trabajadores porque serán de alguna manera cómplices de arrebatar derechos a la clase trabajadora».
¿Escuchó la última entrevista a Cristina Fernández de Kirchner? ¿Qué le pareció?
«Creo que hizo una interpretación de la etapa histórica que se compartió con otros gobiernos populares como el que encabezaba Chávez, Lula, Correa y otros, de alguna manera expresó claramente un ciclo que lamentablemente fue derrotado por estas construcciones de esta nueva derecha que tiene una apoyatura muy fuerte en el aparato judicial y en los medios de comunicación. Sentí plenamente reflejada la visión de aquellos que pertenecemos al campo nacional y popular.
Por otro lado –si bien no lo preguntaron- siento que me faltó una mirada crítica del porqué, cuáles fueron los puntos débiles que hicieron que la derecha pueda ganar con los votos del campo popular, porque sino no hubiese ganado nunca una elección».
Acerca de estos puntos débiles ¿Se han corregido? ¿Cuáles son hoy las condiciones del campo nacional para enfrentar las políticas neoliberales de Cambiemos?
«Tenemos una base social en permanente estado de debate y con decisión de desarrollar una movilización para ponerle límites al ajuste del gobierno de Macri. Y en ese sentido creo que hay un retraso de la oposición política. Lo que refiere a esa oposición está desflecada, está envuelta en una crisis que la convierte en un testigo mudo de los avances que va consiguiendo el macrismo que logra aprobar leyes, que logra imponer sus políticas y que, por la forma en que lo hace, da una sensación de que este no fuera el país que definió apenas hace dos meses con un dos por ciento de diferencia la supremacía de Cambiemos. Es como si Macri hubiese ganado con mucho más votos a su favor. Parece un triunfo arrollador si lo medimos en términos de la ausencia de una oposición política y creo que ahí está el tema a resolver.
Entiendo que el movimiento social y el sindicalismo pueden jugar un papel importante. El sindicalismo ha dado muestras aisladas y fragmentadas todavía, de capacidad de resistencia como es el acto del 29 de Abril que fue extraordinariamente masivo pero lamentablemente quedó en eso. Hoy el sindicalismo y los movimientos sociales tienen que tomar la posta en la crisis y ausencia que uno observa en lo que tendría que ser la oposición política».
¿Considera coherente y representativa la definición que se ha dado a conocer del triunvirato de conducción de la CGT o faltan actores por contemplar?
«Hay una pata que falta que es la que representa el sector que hizo el último acto en Ferro. Sergio Palazzo, la Corriente Sindical Federal, las regionales del interior del país tampoco están cabalmente refrendadas en este cierre de tres cabezas que se hace. Espero que eso se termine resolviendo de otra manera. Hay un sector importante de la CGT que ha tenido la mayor capacidad de generar respuesta y convocatoria en esta etapa tan dura que nos toca vivir que sería muy malo que quedara marginado».
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