El cantor Aldo Rusca estuvo en Queda la Palabra, conversando con Guillermo Quiroga y repasando algunos de los tangos que grabó junto al guitarrista Nicolás Mustillo.
En el transcurso de una charla que anduvo por diversos carriles, Rusca tomó posición con respecto al oficio de cantor y a la responsabilidad que tiene un intérprete al hacerse cargo de la historia escrita por un letrista: “Yo estoy contando una historia, y no es lo mismo decir una frase con tristeza que darle una carga de rencor” . A modo de ejemplo, se refirió al tango de Discépolo “Sin palabras”, sobre el que se ha impuesto una forma de cantarlo (arrancando bien arriba) en la cual se luce el cantante, pero se pierde el fondo de lo que está diciéndole el protagonista del tango a la destinataria de sus palabras.
Rusca también trajo el recuerdo de Higinio Mena, poeta y militante del PRT en los años 70, exiliado en Europa durante la última dictadura cívico-militar; y escuchamos una milonga de Mena, “El bailongo de Alcasotro”, interpretada por el sabalero José Carbajal. Desde hace cuatro años, Aldo es parte del dúo Rusca-Mustillo, juntos han grabado el disco “Tango” y suelen presentarse en distintos lugares, aunque juegan de locales en “La Trama”, el bar cultural ubicado en México y Luis Sáenz Peña (CABA) que suele tenerlos como animadores de sus veladas con cierta frecuencia. Y en esas presentaciones, suelen estar acompañados por otros músicos y cantantes destacados de la movida tanguera actual.
Además de la interesante conversación, los oyentes pudieron escuchar tres tangos del disco ya mencionado: “Bajo el cono azul” (una bella rareza esta versión de guitarra y cantor, muy distinta a la versión popularizada por la orquesta de Alfredo De Angelis), “¿Vendrás alguna vez?” y “Vamos, vamos, zaino viejo”.
GQ/GF/RG