Así resumió la cuestión de la aerolínea de bandera Pablo Biró, titular de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) en diálogo con Desde el Barrio.
Biró comenzó la conversación explicando la situación general de la política aeronáutica que está llevando adelante el gobierno de Mauricio Macri: «El gobierno ha tomado decisiones que son perjudiciales a mediano y a largo plazo contra la aviación argentina, no solo contra Aerolíneas sino también contra empresas como Austral o Andes. Por ejemplo, la empresa encargada del servicio de rampas le bajó los costos a todas las empresas transnacionales pero no a Aerolíneas.» Luego agregó «También están generando las condiciones para que Aerolíneas no recaude dólares (cuando el 40% de los costos de una aerolínea se pagan en esa moneda) cerrando las rutas internacionales, no hay plata para cubrir los gastos operativos. Con esa política, si además le recortan presupuesto, la condenás a ser inviable.»
Biró también denunció una campaña de desprestigio contra Aerolíneas Argentinas fomentada por medios de comunicación privados cuyos anunciantes son las aerolíneas competidoras: «No es cierto que fuera deficitaria. Solo analizando la rentabilidad de las rutas a Córdoba y Bariloche se compensaba la inversión hecha por el Estado. Hoy la Argentina tiene la potencialidad de crecer en el mercado aerocomercial y que las rutas del Interior no dependan de pasar por Buenos Aires. Tiene una plataforma de lanzamiento buenísima porque durante la última gestión se renovó la flota, se financió el entrenamiento y la capacitación de trabajadores en áreas técnias específicas como mecánicos o ayudantes de bordo. Todo esto se capitaliza si ponés la máquina en funcionamiento y generás pleno empleo en función del proyecto de país, no solo de la empresa aérea.»
Por último, Biró caracterizó la política actual como una transferencia de recursos encubierta: «Aerolíneas ha invertido fortunas en entrenar y capacitar trabajadores. Por ejemplo, yo soy piloto de airbus. Y para que me pueda desempeñar trajeron simuladores y me mandaron a acumular experiencia en el exterior durante años. Lo mismo pasa con los despachantes, los mecánicos, etc. Pero si un día se decide que todo ese personal es prescindible y viene una empresa amiga de la nueva dirección que presta el mismo servicio se convierte en déficit toda la inversión estatal. Y es muy complejo no tener una política que no defienda tu soberanía aérea. Porque en el fondo estamos hablando de eso. De tomar las decisiones que traigan beneficios a tus conciudadanos, al país.»
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