
Por Freddy «Filete» Fernandez
¿Sabe qué…? A mí me encantan sus murales pero yo lo que quiero es que en el Nicole no haiga más mortalidad infantil. Usted no sabe las que pasamos acá, ahora es la inundación y es muy feo ¿pero las que pasamos antes? Mire esos cables, esas bolas de alta tensión, por eso hay tanta gente de este barrio que tiene cáncer en la cabeza. Cuando llegamos, esto era todo campo, como ve ahí enfrente y nuestras primeras casas eran de cartón y plástico. Porque la mayoría venimos de una toma de tierra después de que el intendente “Topadora” Domínguez nos mandó a desalojar para hacer la autopista. Y el frío, señor, no sabe lo que es… y con criaturas… y el hambre… ¿cómo no nos vamos a enfermar? Hasta que no aguantamos más y una noche salimos a cortar la ruta. ¿Y sabe quién nos salvó? Crónica TV.
Estábamos todos los vecinos desesperados, prendimos fuego las cubiertas, algunos con la cara tapada. Pero eso yo no hice, ¿por qué me voy a tapar la cara si no hice nada malo? Y éramos como doscientos vecinos, que no nos quedaba otra y nos juntamos, indignados porque se nos morían los chicos, sin tener nosotros cómo nebulizarlos o darles algo caliente aunque sea. Créame que yo nunca me imaginé cortando una ruta. Algunos lloraban y teníamos miedo, pero con hambre uno se anima a cualquier cosa.
La Viviana, la Rula, los abuelos, todos cagados en las patas, pero no nos quedaba otra cosa que hacer para que nos escuchen, nadie nos daba bola, por eso cortamos la ruta.
Al otro día cayeron unos de traje y después unos patoteros, pero les ganamos porque éramos doscientos así que nos mandaron a la cana, de gendarmería creo que eran, como cien, con palos y balas de goma, ya se estaba haciendo de noche. ¡Ay! ¡No sabe Señor! El corazón me rebotaba todo adentro me sentía como en otra dimensión. Y la July con 2 añitos, la tenía en mis brazos y mi otra hija, la más grande, atrás mío miraba entre mis piernas. Y en eso la veo a la Moni con una piedra en la mano, mi nena de 9 años ahí entre todo ese despelote y con una piedra para defendernos de los canas. ¿Y dónde las iba a dejar Señor? ¿Si estaba sola con mis nenas en este mundo?
Los milicos avanzaban y entre el humo y los gritos, nuestros ojos rojos por el llanto, mal dormidos y el humo tóxico de las gomas, veo que aparece una luz blanca que se acerca y era una cámara de televisión que me apuntaba y uno con un micrófono me agarra a mí y me pregunta por qué estábamos cortando la ruta. Le dije que teníamos hambre. Fue lo primero que se me ocurrió. Y lo miré a los ojos. Ese periodista me quiso hacer otra pregunta pero no le salía ninguna palabra por su boca, cuando le dije que teníamos hambre no sé qué se le pasó por la cabeza, quedó como hipnotizado, el de la cámara que venía enfocando a los pibes con la cara tapada por el humo y los palos, me apuntó a mí y con la pregunta del otro se quedó quieto ahí, yo no sé cuánto tiempo habrá sido y los tres, o cuatro con la Juli, queríamos salir de ese silencio raro… Pero por eso digo que estábamos como en otra dimensión, porque yo escuchaba los bombos, los cohetes, los gritos, olía el humo de las gomas pero nos congelamos los cuatro, o los cinco con la Moni, nos congelamos Señor y como que me imaginé que estábamos adentro de la tele, ¿vio?
Como que yo veía al que me estaba filmando pero desde arriba. Y con esa imagen nos elevamos, como de película y por la cámara veía el corte de ruta pero desde otro lado, como cuando lo pasan desde el helicóptero, ¿vio? Y vi a los policías que ya iban a avanzar y la placa roja de Crónica: CORTE DE RUTA Y REPRESION EN LA MATANZA. Pero cuando vieron las cámaras, dieron la orden de no atacar. ¡Y menos mal! Porque aquello iba a ser una carnicería… vi desde arriba al Mingo pedirle a los de Crónica que no se vayan, que nos hagan el aguante hasta que venga un peso fuerte de la muni y aunque sea nos den los bolsones de comida para aguantar unos días.
Los otros días nos acordábamos de eso con el Mingo y él no me cree que me elevé y pude ver desde arriba toda esa batalla. Él dice que tengo frío en la cabeza y que por eso fantasmeo por mirar tanta tele, pero fue verdad, algún Santito me habrá alzado porque yo soy una mujer creyente y en los casos así, tan extremos, yo sé que desde el cielo alguien siempre nos protege.