Viernes. Primer viernes del mes. Marzo trajo consigo, además de una lluvia interminable, el primer ciclo del año de ‘Celebrando lo propio’. Mucho no entendí de como venía la mano hasta que estuve ahí. Hasta que me vi sonriendo gracias a unos locos que desde el escenario nos hacían olvidar por un rato todo lo que sucedía afuera de aquel auditorio.
Por un rato me olvidé de los despidos, de los tiros, de los ajustes, de los acampes, de los compañeros luchando. En realidad uno nunca se olvida, pero a veces apagar por un rato la cabeza es necesario. Y apagarla junto a compañeros que están igual que uno es más reconfortante aún.
Estos meses fueron muy intensos. Demasiado para mi gusto. Tres meses que parecieron años. Entre tanta vorágine uno se pregunta muchas cosas, y no se toma el tiempo necesario para frenar, pensar y tratar de encontrar alguna respuesta, o por lo menos un atisbo de ella. Cuando la soga aprieta y las preguntas siguen dando vueltas, la pelea cotidiana se hace más cuesta arriba. Y seguimos sin poder respondernos nada, claro, porque nuestro cuerpo y nuestra mente están ocupados piloteando todos los golpes que recibimos.
Es preciso, entonces, parar la pelota y desintoxicarse un poco. Hugo Fernández Panconi, y los ‘feos’ de Mano a Mano se pusieron al hombro este desafío de permitirnos celebrar lo propio. Y lo lograron. Espacios como éstos son especiales. Y necesarios también. Es necesario sentirse acompañado. Es necesario conservar nuestros momentos, nuestra memoria, nuestra conciencia. Es necesario recordar que no estamos solos, que somos muchos los que queremos a esta patria, y la queremos ver bien. Una propuesta que debería reproducirse a lo largo y ancho del país para tener presente que nada grande se puede hacer con la tristeza, como bien decía Don Arturo. En definitiva podrán quitarnos muchas cosas, pero la alegría no. Eso sí es bien nuestro y vale la pena celebrarlo.
Así que el próximo mes allí nos vemos, para «que no vengan a saquear la primavera, que es nuestra la vida entera, y el poder de construir cada verdad. Y lucharemos con la arena que nos queda, nuestro azul, nuestra bandera y tizas que no paran de dibujar.»
CHB/GF/RG