Así lo afirmó el periodista Juan Salinas, en diálogo con Lucas Molinari en Punto de Partida.
A un año del fallecimiento del fiscal de la Causa AMIA, Alberto Nisman, Salinas fue directo: «Hay una decisión por parte de (Mauricio) Macri de mantener la causa abierta a como de lugar. La idea es instalar una mentira rotunda: que Nisman fue asesinado y la idea fue del gobierno kirchnerista» y agregó que «Acá hay que ir al fondo de las cosas. Estoy editando dos volumes de un libro llamado «Caso Nisman, secretos inconfesables». En este trabajo procuro demostrar el verdadero misterio que no es saber como murió Nisman, sino comprender como pudo sostener durante diez años acusaciones a altos funcionarios iraníes sin absolutamente ninguna prueba. Cobrando grandes sumas del erario público. Realizando viajes por todo el mundo junto a modelos pagas a paises musulmanes como Marruecos. Todo esto sin sustento».
El autor de «Amia, el atentado» planteó una «operación de acoso a la ex presidenta» y afirmó que «No alcanza la causa Nisman para meterla presa porque no hay como, pero si desprestigiarla. No se trata de meterla presa sino ensuciarla. La estrategia de meterla presa irá por otro lado, por ejemplo Hotesur. Una causa armada por Jaime Stiusso en forma de venganza»
También dio cuenta de la actual situación del ex espía Jaime Stiusso: «Stiusso y Macri están muy enfrentados por el tema escuchas. Fue Stiusso quien se percató de las mismas y se ingenió de informar a las víctimas. Para mi no hay dudas que la Metropolitana espiaba a la gente y Macri estaba al tanto, porque los espiados eran parte de su familia. Ahora el odio común hacía Cristina Fernandez de Kirchner los está juntando».
Finalmente, ante la posibilidad que Stiusso vuelva a testimoniar ante la justicia, Juan Salinas recordó su declaración en el Juicio AMIA: «Fue parte del encubrimiento, pero también dijo una verdad: todo esto nunca salió de la órbita de Alejandro Monjo, provedor de las camionetas de Telleidín y que Monjo era socio directo de la jefatura de la Policía Federal en los negocios sucios de mellizar autos. Esto es absolutamente verdad. Se habla de la pata internacional, pero sin querer lo evidente: los atentados fueron cometidos por mano de obra vinculada a la Policía Federal» y agregó que «En el primer volumen de mi libro, sugiero que vaya directamente al capitulo del Atentado a la Embajada de Israel. Porque allí está claro quienes fueron y como se encubrió. En el caso AMIA los homicidas aprendieron de las fallas que tuvieron en el primer atentado y supieron subsanarla».
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