Entrevista a Fátima Cabrera – militante del Movimiento Villero Peronista
Julio 2015 – Por Lucas Molinari
FC: Comencé en la adolescencia. Primero comencé como catequista, tenía 13 años, en la capilla Cristo Obrero que era la de Carlos Mujica. Esto venía porque Carlos llegaba mucho a la casa de una abuela que tenía una casa muy abierta. Ellos eran una familia de Tucumán, también con tíos que eran portuarios que jugaban al fútbol, de Racing como Carlos. Entonces había toda una relación que hacía que Carlos viniera los domingos con Lucía Cullen, con muchos compañeros. Y de alguna manera así naturalmente ellos iban mucho a la capilla de Carlos, yo cuando terminé la primaria fui al grupo de catequesis y enseguida me incorporé. En ese momento el grupo venía todo un equipo de afuera donde estaba Zulema Faschola… bueno había mucha gente trabajando en Retiro, ya sea en las comisiones vecinales, sobre la parte médica, o en este caso como Zulema que había organizado un equipo de catequesis. Y yo soy incorporada desde la villa. Es hacía que, bueno, la catequesis se preparaba. Me acuerdo que teníamos reuniones todos los sábados para la preparación y después a la tarde ya íbamos a hacer la catequesis, y el domingo seguíamos con los chicos y jóvenes. Para mí ese fue como el arranque, digamos, y con el que yo siempre me sentí un poco diría las fuentes porque para mi Carlos significó esa iglesia en la que yo sigo creciendo. Porque fue la única que conocí de una manera muy fuerte en una edad donde uno empieza a formar sus ideales. En un país que bueno, en ese momento estaba la dictadura de Lanusse…
Año `72
FC: Si en realidad veníamos de Tucumán y empecé a vivir en el barrio desde el año `66. También de una provincia donde empezaban a cerrar los ingenios y a causa de eso mi madre se queda acá. Esto hace que después mi papá queda allá, ellos se separan, nunca volvió mi mamá allá. Entonces… y yo venía de un ingenio que tenía mucha historia de lucha… Ahí mismo en la villa de Retiro había mucha gente de Tucumán, de las provincias. Incluso uno de los presidentes que fue José Valenzuela, fue un tucumano que venía de la resistencia peronista y que fue 15 años presidente en el barrio Comunicaciones donde estaba Carlos Mujica. Y bueno, ahí por supuesto Carlos trabajaba con las comisiones, con los grupos de la juventud peronista, de todos los militantes que preparaban el “Perón Vuelve”…
De alguna manera yo lo que viví en esa época fue un barrio… eran seis barrios en toda una zona que se llamaba zona Eva Perón, que empezaba desde el barrio Saldías, el Ferrovario, Laprida, Comunicaciones, YPF, Inmigrantes y Güemes. Y ahí es donde se empieza, o sea, lo primero que se empieza a dar es la gran elección, antes con el “luche y vuelve”, de los militantes que van a encontrarse con Perón la primera vez que viene. La gran elección que se da el 11 de marzo que ahí yo ya estaba militando. Pero yo ni siquiera podía votar, entonces éramos como muchos jóvenes que también militábamos y hacíamos todo el trabajo pero ni siquiera teníamos la edad para votar…
LM: Ahora bien, cuando vos comentas el trabajo desde la Iglesia ¿Cómo era? Imagino que había toda una cuestión de índole religioso…
FC: Si, pero muy diferente. Yo nombro a Zulema Fachiola porque ella también era una militante. En ese momento todo el planteo era un planteo de una teología de la liberación. Y me acuerdo siempre los ejemplos que ponía eran ejemplos que tenían que ver con la educación popular, del modo de cómo se enseñaba, y donde ella ponía los ejemplos de cómo se había alfabetizado en Cuba. O sea del modo que se había alfabetizado en Cuba nosotros debíamos hacer la catequesis. Zulema fue una exmonja que después ella tuvo pareja y me la vengo a encontrar en la dictadura en la cárcel de devoto. Digo cómo después de muchos años… la historia sigue en otro lugar de alguna manera. Por supuesto ahí con Carlos, bueno era muy fuerte la presencia de Carlos y eso hacía que visibilizara mucho a Retiro. Porque él dentro del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo era el más mediático. Y Retiro siempre aparecía. Era una época muy difícil. Yo tengo esas imágenes de las razias masivas donde se llevaba a todos los hombres presos. Digo, a todos los hombres los cargaban, eso dictadura de Lanusse. A mi eso me quedó como la cosa así de la represión muy fuerte. Encuentros me acuerdo con Carlos, donde Carlos tenía una capilla abierta que desembocaba justo una calle prácticamente en la puerta y ahí se doblaba hacia otra calle, pero la capilla era como tener policías de la montada parados mientras él hacía la homilía. Porque las misas él las hacía cuando la gente volvía de trabajar. Entonces yo siempre cuento una imagen que me quedó de esa época que es: los trabajadores con su bolsito de trabajo escuchando la misa de Carlos. Esto era una vivencia que para mi fue, creo que me marcó en un montón de cuestiones. Y donde todo lo que se hacía… bueno también se vivía una situación de una precariedad terrible y había muchos incendios. Entonces cada vez que había un incendio había que organizar para hacer una olla popular, carpas. O sea había toda una organización que iba respondiendo a esas necesidades que eran muy precarias y muy básicas. Y esto creo yo que generaba todo el tiempo organización. Y creo que esa fue la fuerza más importante en Retiro, que siempre se salía de alguna forma organizados, pero también se iba generando una conciencia política.
LM: ¿A partir del `55 con la Resistencia Peronista comienza a surgir la identidad villera?
FC: Si una identidad villera pero también de trabajador, de clase trabajadora. Eso estaba, yo creo que esa es la gran diferencia. Cuando nosotros llegamos a Retiro al poco tiempo fue la gran huelga portuaria en el `66. Retiro fue fundamental en el apoyo de esa huelga…
LM: Eustaquio Tolosa…
FC: Tolosa, pero muchos portuarios eran de Retiro. Entonces de alguna manera tener a Retiro ahí era como iban y venían. O sea había todo un apoyo a esa huelga. Para mi esa fue una huelga que , así como me acuerdo de hechos resistiendo el cierre de los ingenios, lo otro que a mi me toca ver es la huelga de los portuarios. Y ver a mis tíos que llegaban, y todo el tema era la huelga y que la verdad es que tuvo una dimensión muy grande en ese momento. Entonces eso estaba, o sea, estaba la gente que trabajaba en la construcción, otros que trabajaban en distintas cosas pero eran trabajadores. Digamos no eran trabajadores informales, habría también seguramente, pero el fuerte era el trabajador. Y yo creo que eso no solo daba una conciencia y una identidad villera sino una identidad como clase trabajadora.
LM: Que también tiene que ver con las comisiones internas…
FC: Las comisiones de los barrios. O sea yo cuando te digo a ver Valenzuela, él era un hombre que venía de la resistencia peronista. Había otro dirigente que se llamaba Medina que era del PC, pero venía de mucho tiempo. Julio Alares, que todavía vive, vive en Entre Ríos, un dirigente portuario de aquellos. O sea yo después lo empiezo a conocer en el barrio como dirigente en la juventud peronista pero él ya era un dirigente portuario de los trabajadores y reconocido por los portuarios. Entonces me parece que eso es lo que le daba esa organización.
LM: Y sobre esa organización… porque cuando uno ve Movimiento Villero Peronista en realidad tiene que ver con una etapa que en términos de años es corta…
FC: Si porque primero había… también hubo un Frente Villero y que tenía otras organizaciones más de izquierda. O sea Retiro tenía una gran diversidad, tanto que llegó a haber una coordinadora de juventudes políticas, porque había diferentes grupos políticos. Lo que sucedes es que bueno el peronismo fue lo más fuerte. Incluso me acuerdo en el barrio de inmigrantes había un grupo que eran militantes de izquierda que años después fueron erradicados a Soldati, donde nosotros también fuimos erradicados y yo muchos años después me entero que un hermano de este compañero que era portuario estaba desaparecido y yo también había sido secuestrada en ese mismo barrio. Lo que pasaba es que ya estábamos todos como más dispersos…
LM: ¿Cuándo fue la erradicación?
FC: La erradicación se empezó a dar en el año 1975, y no sé si a fines del `74. Por lo menos a fines del `74 ya estábamos yendo a los lugares, nos mostraban los barrios, que ya estaban hechos. Y no se hizo el proyecto que en realidad queríamos, y yo participé en los censos que se hicieron, que las villas fueran, por lo menos ahí en Retiro el planteo era de que fueran barrios obreros. O sea transformar en barrios obreros porque era lo más natural. Era tener la vivienda en otras condiciones, que iban a ser barrios obreros. Y para nosotros esa era la reivindicación más grande. Y la verdad muy ilusionados en ese momento que era posible. Más cuando, bueno, encima viene el gobierno popular de Cámpora, donde Cámpora y Solano Lima frecuentaban mucho la villa de Retiro. Y una vez que viene Perón en una de las primeras entrevistas que ya tiene con todos los dirigentes, bueno Perón les dice que no.
LM: Eso contó Carmelo Sardinas Ulpu…
Si, porque uno de los fue, fue Carmelo. Yo no fui pero me acuerdo. En este libro que te digo de Tapia, Tapia cuenta lo mismo y yo el otro día les decía que yo presencié lo mismo en otro barrio. Nosotros estábamos esperando, los compañeros de la Juventud Peronista, a un compañero de la JP que había ido por Saldías, porque ahí el grupo más fuerte era el de la JP, que es donde yo empiezo a militar más dentro de la juventud. Y estábamos todos esperando y cuando llega él no lo podíamos creer. Tanto que cuando él llegó dio un puñetazo a la mesa y dijo “el viejo nos cagó”. Porque bueno ahí cuenta cómo Perón empezó a decir que ya había viviendas, que estaban las de Soldati que las había hecho Manrique, porque eso era un plan para jubilados y que estaban las de Ciudadela. Y Ciudadela es una de las primeras que nos muestran. Yo fui a las primeras reuniones, las que se hacían en el Ministerio de Bienestar Social y después ya donde nos mostraban las casas. Y bueno, salían en todos los medios diciendo cuáles iban a ser las viviendas y nosotros quedamos en el medio partidos porque… Tanto que una de las movilizaciones que se hacen precisamente en el `74 ya el 25 de marzo nosotros fuimos con una consigna que se llamaba “Casas sin trampa”…
LM: Ahí donde lo matan a Alberto Chejolán…
FC: Ahí lo matan a Chejolán… O sea fue muy duro para nosotros realmente. Porque la ilusión que teníamos y después de haber recuperado el Gobierno Popular era que esto se hacía. No, no nos entraba otra cosa, por lo menos a los más jóvenes y otros más que no eran tan jóvenes. Entonces para nosotros eso fue muy duro pero sin embargo cuando aún sabiendo eso y que esto iba a ser así… Y también lo de “Casas sin trampas” empezó a ser porque los planteos que hacían desde el Ministerio de Bienestar Social, había planteos en cuanto al pago, en un montón de cosas, entonces nosotros empezamos a hacer estas movilizaciones. O sea de alguna manera queríamos recuperar, poner ciertas condiciones ya que teníamos perdida la posibilidad de hacer los barrios. Eso igual no nos quitó… en ese sentido Retiro tenía, o lo que yo viví en esa época y creo que la mayoría de los militantes, tenía una… que yo creo que venía de esta conciencia, esta forma de organizarse y que todo el tiempo se volvía a re-organizar. Está bien, habíamos perdido esa posibilidad, no iban a ser barrios obreros, sin embargo ¿Cuál fue el planteo? Nosotros nos organizamos para ir y militar en cada lugar donde se iba al barrio porque lo que no queríamos romper era la organización. Y sabíamos que se rompía. Sabíamos que con eso fragmentaban en todos los barrios…
LM: Con el tema del Ministerio de Bienestar Social generando programas, ¿en ese sentido lo decís?
FC: A ver el análisis que nosotros hacíamos como Juventud Peronista en ese momento, como Agrupación Evita los que dentro del Movimiento Villero, nosotros teníamos la zona de Retiro y otras villas de la ciudad, eran estratégicas como territorio. Y el análisis que teníamos era que queríamos que ahí fueran los barrios obreros por la identidad que teníamos, por la participación que teníamos. O sea cualquier conflicto, cualquier convocatoria que había en la Ciudad eramos los primeros en estar…
LM: Estamos hablando de Retiro, Bajo Belgrano que existía…
FC: El mismo Bajo Flores, Lugano. O sea nosotros teníamos toda una red que después incluso continúa más allá de las erradicaciones y demás que nosotros la continuamos como jóvenes. Entonces ¿cuál era el planteo? Para que veas lo fuerte que era esta identidad: nosotros vamos a cada barrio y el planteo era armar espacios comunitarios. O sea que se continúe de alguna manera con la organización que teníamos en la villa. Y por supuesto militar políticamente, pero tenía que ver con lo organizativo…
LM: Vos empezaste contando la militancia desde lo parroquial, la teología de la liberación, un poco antes vos me decías “nosotros planteábamos el socialismo” Porque también ahí si uno toma la Federación de Villas de los `60 que tenía todo un diálogo con el Estado y que eso se rompe con Onganía… Y en realidad lo que uno entiende del MVP es que es el Frente de Masas de estructuras políticas que estaban planteando el cambio social en la Argentina. ¿Desde ese lugar discutían la estrategia, o el rol que tenían estos barrios obreros?
FC: Si y creo que estaba esto de disputar y pensar que teníamos derecho a vivir en la ciudad. Digo, porque hoy es más difícil…
LM: Es la reforma urbana como la podemos discutir hoy
FC: Pero en ese momento, a ver, era nuestro. Digo, como proyecto de país, nosotros, a pesar de que éramos tan jóvenes, esto nos pasó como generación. Nosotros creíamos en un país que se transformaba que el socialismo era posible, que una patria más justa era posible. Yo lo creía así hasta… digo y aún hasta estando presos y todo seguimos creyendo en eso. Por supuesto, la dictadura fue tan terrible que nos quitó esa posibilidad, pero yo siempre digo que hay cosas que todavía no logramos dimensionar como generación.
Yo creo que los que vivimos otro tipo de organización y ver que en todos estos años, cuando por supuesto la dictadura, el disciplinamiento que viene con los modelos económicos, el menemismo de por medio y todo lo que viene después, bueno creo que todo el tiempo trabaja para eso, que no se reconstruyan las organizaciones, la organización popular. Que yo creo que es lo que más que en ese momento estaba. Al punto que nosotros empezamos a pensar… bueno no hay barrios obreros. Sin embargo había una capacidad muy grande en decir bueno, los que vayan a Ciudadela continúan militando y llegábamos a Ciudadela y rápidamente nos organizábamos con todo lo que había, toda la red que ya estaba organizada. Y nos integrábamos a la militancia de esa zona, lo mismo pasó en Soldati. En Soldati no había nada y en seguida organizamos y nos pusimos en contacto, que yo de alguna manera después de la erradicación voy a militar a Ciudadela. Y después recién, porque Soldati fue posterior. Es decir se iba por etapas. Y en Soldati me acuerdo que yo empiezo a organizar a los jóvenes ahí porque conocía a muchos que además los conocía porque venía de un trabajo con la catequesis. Digo, te pasaba esto, vos estabas tan integrado a un montón de actividades que no era la única que hacías. Entonces ahí empiezo con los jóvenes y enseguida nos vinculamos con gente de la villa donde no solamente estaba la juventud peronista sino que había toda una red con los sacerdotes. Ahí donde estuvo Carlos Bustos, yo ahí conozco a Patricio. Carlitos Bustos ya había estado en la villa 15. En Lugano estaba Caty, una de las monjas francesas. Había todo un trabajo en los barrios que volvía a entramarse. Yo después de lo que pasó en Retiro, el asesinato de Carlos, también quedamos en banda. Y antes de la dictadura, pero después fijate en el `75, yo por ir a vivir a Soldati empiezo otro entramado con otros barrios donde se daba, que para mi ahí fue unir las dos cosas, todo lo que yo venía de alguna manera de la Iglesia, más la militancia política…
LM: Y vos ahí eras JP… ¿Cuál era la relación con Montoneros?
FC: Siempre había relación con Montoneros porque de alguna manera toda la estructura más visible que habíaen las organizaciones era JP, Agrupación Evita, MVP y después la vinculación con las organizaciones, en su momento Montoneros, en su momento fueron las FAR también. El otro grupo que eran las FAP… Pero sí había compañeros que estaban organicamente vinculados a Montoneros…
Dictadura y secuestro
FC: Fue en octubre del `76 que fue la época en la que se dieron los mayores secuestros. Por lo menos en la… nosotros en ese momento en esa zona de Soldati se empiezan a dar los secuestros en el Bajo Flores donde son secuestrados Yorio y Jaliscs, la hija de Marta Vázquez que es la presidenta de Madres de Plaza de Mayo, la hija de Emilio Mignone… hay todo un grupo que secuestran en mayo. Y nosotros empezamos ahí a decir caramba, estábamos ahí en frente, ahí nomás… En julio se da la masacre de los Palotinos, se da lo de los curas de La Rioja. Y en ese momento Patricio, Carlos Bustos y Pablo Gazzarri viajan a La Rioja hacer una suerte, además de ir y visitar, hacer como una investigación de los asesinatos. Tanto que Patricio siempre contaba que ellos hacen un documento que por supuesto a nosotros nos secuestran ahí en octubre y cuando Patricio, que lo había traducido lo manda afuera en inglés. Y cuando él sale después de haber sido secuestrado y todo, se encuentra que ese documento estaba circulando en muchísimos lados. Y era una denuncia de todas las muertes que empezaba a haber en todo el sector de la Iglesia, además de todo lo que estaba pasando en toda la Argentina.
Erradicación de villas durante la dictadura
FC: Soldati misma es erradicada. Tanto que yo tengo compañeros de militancia que fueron a parar en Merlo. Que además ya hubo familias que son sacadas directamente con camiones del ejército y que eran abandonadas en cualquier lugar. Nosotros en Retiro tuvimos la posibilidad todavía de organizarnos. Me acuerdo que José Valenzuela, que nosotros discutimos mucho eso también, porque los que se estaban negando a ir a los lugares que proponía en gobierno, hubo otra postura que fue de armar barrios propios. Ir en grupos de vecinos, de compañeros y plantarse en algún otro barrio, comprando terrenos. Y empezar a hacer las casas. Eso es lo que hizo José Valenzuela. Tanto que él va a vivir, cerca de Lomas, que es un barrio que hoy tiene, bueno fue todo un barrio armado donde va José que se une a la gente de ese barrio que después fueron también compañeros de militancia de él. Pero se arma todo un barrio donde además, ir a estos lugares donde todavía la gente compraba un terreno porque era barato porque recién se estaba poblando, significaba también ir a gestionar escuela. Pero que, de alguna manera, dirigentes como José ir al Gran Buenos Aires donde las cosas costaban mucho más, digo, lo sabían hacer. Venían con una experiencia. Y José fue siempre muy reconocido en ese barrio, porque yo conocí después gente del lugar muchos años después y claro…
Erradicación en Villa Soldati
FC: Empiezan a Marcar las casas donde incluso se ponía la cantidad de personas que vivía y no podía ir nadie más porque ya estaba planteada la erradicación en la villa. Y gran parte fue también erradicada…
¿Qué opinas sobre las construcciones de la década del ´80 y los `90, experiencias como el Movimiento de barrios carenciados, Fedevi…?
FC: Yo creo que un gran dirigente fue Cymes. De alguna manera él venía con una trayectoria de militancia en Mataderos. Él era un militante y marcaba una diferencia dentro de lo que fue la Fedevi. Otros que si bien venían con una militancia fuerte, o sea Guillermo venía de la radio, o sea es gente que tenía todo un camino. Pero yo creo que ahí hubo una cuestión… O sea yo lo viví más de costado porque yo ya estaba en el tema de educación, mi hermana estuvo trabajando mucho con Cymes en ese momento. Creo que ahí hubo una cuestión de dirigentes que empiezan de alguna manera a tener este vínculo con la Ciudad y el Gobierno, donde se empieza a hacer una suerte de tener gente en los barrios con un sueldo. Y yo creo que eso hace que se empiecen a desvirtuar algunas cuestiones. O sea antes no había pasado eso. Y por supuesto con otro tipo de dirigentes que eran como cooptados desde otro lugar y que muchos de ellos no terminaban defendiendo los intereses de los barrios. Pero creo que tuvo que ver también con toda una época donde ya esa convicción por lo menos no estaba ¿no? Como uno la vio. Que tampoco… a ver, yo en Retiro cuando comenzó todo el Movimiento, hubo presidentes de barrio que no tenían nada que ver. Yo me acuerdo en ese tiempo conocíamos a uno que era presidente de Laprida que se llamaba Tito Suarez que no tenía nada que ver
LM: ¿De qué época era?
FC: De los `70. Lo que pasa es que los `70 empiezan a surgir más los grupos…
LM: Como también había burocracia sindical.
FC: Seguro, no es que todo fue… Y en Retiro mismo el mismo día que lo matan a Chejolán, nosotros estábamos yendo a la marcha y por una cuestión de seguridad, decidimos algunos adelantarnos a ver qué pasaba en la plaza. Nosotros ese día nos cruzamos con alguien que era un dirigente de Retiro, precisamente de Saldías, que era un tipo nefasto. Nosotros siempre creímos que tenía vínculos con los servicios. Y seguramente porque era el que marcaba a la gente que vivía en la villa. Eso siempre estuvo. Porque tal vez a veces decimos, bueno…, si, pero también teníamos los enemigos metidos dentro de la villa. Y que fue gente terrible porque seguramente marcó a muchos compañeros. Pero claro había toda una conciencia y un movimiento que empezó a crecer, en Retiro empiezan a nacer presidentes, nosotros tuvimos que disputar eso, que los próximos presidentes tenían que ser de la JP. Así fue Zambrano que fue quien le ganó a Tito Suarez.
Kirchnerismo y el movimiento popular
LM: ¿Cómo ves hoy a los barrios y cómo ves hoy a la militancia?
FC: En todo este tiempo que yo fui trabajando en los barrios más vinculada a la educación y que fue para mi elegir estos lugares para no desvincularme. Porque fue muy duro para nosotros sobrevivir a la dictadura y encima nos quedamos fuera de todo. Era como resignar nuestra parte política, que es lo más terrible que nos hizo la dictadura. Yo creo que sigue siendo una gran deuda de muchos de nosotros. Entonces fueron épocas donde vos empezabas a militar en lo social ¿y qué era lo social? Para nosotros no era lo social, era lo político. Pero teníamos como que meternos donde podíamos y tratar de hacer alguna construcción que era puramente política. Así empecé en la provincia de Buenos Aires trabajando en educación y siempre opté más por la parte comunitaria de educación de jóvenes y adultos porque yo sentía que era por ahí que tenía que ir. Y es por eso que después me vinculo con la Ciudad y vengo a trabajar en este programa porque estaba en las villas precisamente. Y cuando empiezo a ir a las villas yo empiezo a reencontrarme con compañeros. O sea para mi tenía un doble sentido, no solamente volver a estar en las villas sino algo que nos pasó en la dictadura que fue desvincularnos con nuestros propios compañeros, que ni siquiera sabíamos quién estaba vivo y quién no. Yo fui a barracas y me lo pude encontrar a Julio Lares. Pero uno sabía que en determinados lugares tenían que estar. Esto como primera cosa que nos pasó, como que nosotros tuvimos que ir armando nuestro propio rompecabezas con esos lazos y esos vínculos de militancia que también fueron totalmente destruidos. Y lo que me pasó a mi, por eso yo también sigo muy vinculada a los jóvenes, que para mi es algo tremendo y que me parece que hay que trabajar muchos con los jóvenes pero tal vez porque yo viví esa experiencia. Yo me enamoré de esa otra iglesia, de la militancia, siendo una adolescente y esas convicciones las sigo manteniendo y creo que va por ahí que son los jóvenes a quienes tenemos que poder trasmitirle, poder estar, poder construir con ellos y creo que no lo hacemos siempre. También porque hay razones por las que la juventud en los barrios más pobres es la que más destruida está. Por la droga, fue el primer enemigo más grande, yo creo que no está hecho casualmente sino que es un propósito porque es una manera de destruir y disciplinar muy fuertemente de otra manera. Yo cuando iba ahora que visité hace poco el Salvador y también lo sabía de antes de otros países que en los sectores populares es donde se produce la mayor violencia y tiene que ver con esto . Cuando hablábamos ahora en el Salvador, las Maras… las maras es algo traído de Estados Unidos y que está puesto todo para la destrucción de esos jóvenes, cuando en otra época de esos mismos sectores salían los combatientes. Entonces ahí yo creo que tenemos una gran deuda. Yo siempre digo ¡caramba! A mi me cuesa mucho todavía ver jóvenes militantes en los barrios… pero militantes en serio, que se apropien. Hay, porque los hay, pero me parece que hay que construir más para ellos y con ellos.
Yo lo veo, hablando del kirchnerismo mismo, que hay una falta en eso. Especialmente con esos sectores que más han sido desvastados. Yo creo que el kichnerismo tiene una militancia más fuerte en la clase media pero no a nivel popular. Habrá lugares que si y también dependerá en qué lugar se trabaja de otra manera…
LM: ¿Tiene que ver con la cuestión clientelar?
FC: Yo creo que esto que nos quedó de la década de los ´90 que fue el clientelismo no se terminó de ir. Y no se termina de ir porque uno ve esas prácticas todavía. Las hemos visto por varios años pero. De ahí tal vez, creo que hay que profundizar más el debate…
Yo tuve un compañero de INTA que murió hace unos años todavía joven y él me decía a veces “Fátima, es como casi imposible no tener una…” porque todos reproducían lo mismo. Y a pesar de que él rechazaba eso. Pero es como que hay estructuras que siguen reproduciendo lo mismo. Y eso creo que es lo que hay que romper. Porque vos lo escuchas de la gente también “y qué me das…” o “cuánto me van a pagar”. Yo me acuerdo para las elecciones, cuánto pagas para ser fiscal, cuando uno antes era… todavía hay gente que lo hace por militancia pero… Es difícil romper con eso pero yo creo que no es imposible…
LM: Y respecto a eso y teniendo en cuenta el nuevo momento de la Iglesia con Francisco ¿Pensás que puede intervenir progresivamente en la cambiar esta realidad de los barrios?
FC: Para mi el planteo de hoy del Papa cuando se hablaba de organizar en las capillas, en los barrios realmente desde la opción por los pobres, yo lo veo. Pero tal vez tango cierta desconfianza, que no es solo a Bergoglio, estoy hablando más de la Iglesia, porque nosotros hemos padecido eso. Pero eso tal vez es desde un lugar muy personal de los que vivimos esa experiencia…
Muchos militantes salieron de lugares de la Iglesia. Es decir después del Concilio, era una Iglesia donde vos ibas a vivir con los pobres, a vivir en comunidad. No había medias tintas. Yo tengo compañeros que vinieron de ahí y después fueron militantes políticos y pasaron por todos los secuestros y demás. Pero hoy a muchos de nosotros cuando escuchamos de esta construcción, de que quieren hacer formación más política, mi pregunta es ¿y hasta donde nos van a dejar? O tal vez no ser tan ingenuos y saber que es parte de una construcción, yo creo que tiene que ser por varios lados a la vez.