Lido Iacomini, analista internacional e integrante de Carta Abierta, analizó en La Señal la participación internacional de las potencias en el conflicto que tiene foco en Siria.
Consideró que la situación “se torna cada vez más grave y seria” reflejando “el inicio de los bombardeos rusos contra el ISIS en Siria y, también, contra otros grupos terroristas que operan en la región y son alimentados con armas de Arabia Saudita y apoyados por sectores norteamericanos”.
En diálogo con Gabriel Fernández, el analista señaló que desde la guerra de Afghanistán, en el año 1979, Rusia no participaba en un conflicto bélico internacional. En cuanto a China, “es la primera vez que abandona ese perfil bajo en los conflictos serios y adopta una posición clara”. La actitud actual de Rusia y China en relación a Siria “muestra un cambio cualitativo de la participación bélica de las grandes potencias en los focos calientes que se desarrollan en el mundo”.
Respecto al devenir del conflicto, planteó que “nunca son previsibles estas situaciones” remarcando que “la actual no se puede asimilar a la que hubo previo a la Primera y Segunda Guerra Mundial. El mundo es otro mundo, la tecnología es otra”. En ese sentido acotó que “la experiencia que se ha desarrollado desde fines de la Segunda Guerra Mundial han sido las confrontaciones indirectas que se libraron en terceros países” pero igualmente “significaron conflicto importantes donde se dirimían aspectos fundamentales de poder internacional”.
Iacomini sintetizó la situación explicando que “estamos ante una situación extremadamente peligrosa” pero a su vez “no podemos definir que es una guerra fría, porque son focos calientes. Tampoco que es una guerra mundial porque su magnitud no alcanza para calificarla de esa manera”.
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