El Papa Francisco realizó esta mañana una histórica misa en La Habana, en la que convocó al servicio por «los frágiles» al señalar que «ser cristiano implica luchar y vivir para la dignidad de sus hermanos» y convocó «a dejar de lado las búsquedas y deseos de omnipotencia». «Nunca el servicio es ideológico, ya que no se sirve a ideas, sino que se sirve a las personas», enfatizó.
«La invitación al servicio posee una peculiaridad a la que estar atentos: servir significa en gran parte cuidar la fragilidad, cuidar a los frágiles de nuestras familias, de nuestra sociedad, de nuestro pueblo», señaló el pontífice citando un pasaje del evangelio en el cual los discípulos discutían quién de ellos era el más importante.
Ese fue el tono de la ceremonia ofrecida por Francisco en la Plaza de la Revolución en el inicio de la gira que lo llevará a Estados Unidos, haciendo carne el puente que ayudo a construir entre ambos países, que retomaron su relación bilateral después más de 50 años.
«Son personas de carne y hueso con su vida, su historia y con su fragilidad las que Jesús nos invita a defender, a cuidar y a servir. Porque ser cristiano implica luchar y vivir para la dignidad de sus hermanos. Por eso es invitado siempre a dejar de lado sus búsquedas y deseos de omnipotencia ante la mirada concreta de los más frágiles», dijo el Papa ante los miles de fieles, que se reunieron bajo el fuerte sol de La Habana para escucharlo.
«Lejos de todo tipo de elitismo, el horizonte de Jesús no es para unos pocos privilegiados capaces de llegar al ‘conocimiento deseado’ o a distintos niveles de espiritualidad», dijo el religioso jesuita.»Quien quiera ser grande, que sirva a los demás, no que se sirva de los demás», agregó. «Hay un ‘servicio’ que sirve; pero debemos cuidarnos del otro servicio, de la tentación del ‘servicio’ que ‘se’ sirve», pidió.
Francisco inició ayer su primer viaje a la isla dirigiendo su saludo «a todos los cubanos», mencionando además explícitamente a los emigrados. La misa que Francisco ofició al aire libre en la Plaza de la Revolución, uno de los lugares emblemáticos del castrismo, era uno de los eventos más esperado de la visita pastoral de cuatro días del Papa a Cuba, que tiene también un fuerte contenido político.
Fidel Castro
El papa Francisco visitó este mediodía al ex presidente cubano Fidel Castro en su residencia, luego de la misa que celebró hoy en la Plaza de la Revolución de La Habana, en un encuentro que duró 40 minutos y en el que ambos intercambiaron libros, informó hoy el vocero del Vaticano, Federico Lombardi.
Luego de la misa papal, Francisco se dirigió «con un grupo muy reducido» de colaboradores hacia la residencia del histórico líder de la revolución cubana, quien recibió a Francisco junto a su esposa, hijos y nietos.
Francisco, según detallaron, llevó seis libros sobre diferentes temas referidos a la religión; en tanto Fidel le obsequió al sumo pontífice el libro de Frei Betto, «Fidel y la religión»,
«El papa Francisco preparó algunos libros como presente al comandante, entre ellos dos de Alessandro Pronzato, un escritor sacerdote italiano experto en la catequesis, en la divulgación teológica, que escribió muchos libros traducidos en español», detalló Lombardi.
En cuanto a la charla, detalló que ambos se refirieron a la problemática mundial y el medio ambiente, entre otros temas, al tiempo que Lombardi trazó un paralelismo entre el encuentro de Fidel con el anterior papa, Benedicto, en el cual «el comandante preguntó al papa sobre las grandes cuestiones del mundo de hoy y mañana».
Según señalaron en el libro de Frei Betto entregado al papa, Fidel escribió la siguiente dedicatoria: «En ocasión de su fraternal visita a Cuba, con admiración y respeto del pueblo cubano. Fidel».
Cristina Kirchner
«Me gustaron mucho sus palabras: fue un sermón muy interesante» porque «habla del vulnerable y del pobre, y de que nadie puede sentirse cristiano si no los contempla», ya que hizo «alusión a esa parte del Evangelio en donde los apóstoles se pelean para ver quién es el más importante y a partir de allí da su sermón», mencionó Cristina, durante un encuentro que mantuvo con la prensa.
«La idea de que el más importante es el último y el que sirva más a los vulnerables, pobres y necesitados me parece que es toda una idea, y yo le dije que casi me hizo pensar en ‘la patria es el Otro’ cuando estaba dando el sermón», afirmó Cristina.
«La verdad es que insistimos mucho con esta idea y hoy dijo eso que es de buen cristiano, que el más importante sea el que mejor sirva a los que menos tienen», por lo que le «pareció un sermón más que interesante a aplicar en el mundo y también en Argentina», consideró la mandataria.
Cristina se explayó sobre su gira oficial por Cuba durante un encuentro con la prensa en el Aeropuerto Internacional José Martí antes de volver al país a bordo del avión presidencial Tango 01 junto con la comitiva que la acompañó a su cuarta visita oficial por la isla.
Durante su gira de dos días por la isla, la Jefa de Estado se reunió con su par cubano Raúl Castro en una cena de honor que brindó el mandatario en el Palacio de la Revolución, la que consideró «muy buena».
Cristina contó que estuvieron «intercambiando opiniones sobre lo que pasa en el mundo y en la región», y que se trató de un «encuentro de amigos», ya que «estaban los cancilleres y los embajadores».
La Presidenta llegó a Cuba al aceptar la invitación de Raúl Castro de presenciar la misa que brindó hoy el papa Francisco en La Habana, en su gira de tres días por la isla, y que continuará por Estados Unidos.
Sobre la misa sostuvo que fue «muy emotiva y shockeante», y afirmó: «creo que estar ahí en la Plaza de la Revolución, era como que el Che Guevara nos estaba mirando a todos, lo miraba al papa, que estaba a la izquierda del monumento».
En un breve paréntesis sobre su apreciación de la misa, comentó que la idea del monumento a Eva Perón emplazado en el edificio del Ministerio de Desarrollo Social lo tomó de «la primera vez» que fue a Cuba, ya que «vio en la Plaza de la Revolución la figura»: «una cosa era verlo en fotografía y otra cosa era verlo allí, y dije ¿por qué no hacerle el mismo homenaje Evita?».
«Estar hoy allí en esa Plaza con el papa y Raúl (Castro) sentado al lado, con el Che que nos miraba también Camilo Cienfuegos fue muy fuerte, porque está todo vinculado con nuestra historia», afirmó.
«Me parece que la historia va tomando su rumbo, que muchas veces es impredecible, que por ahí premia a muchos y enoja a otros, pero que es la historia, que es así: uno puede entenderla o tratar de decodificarla pero nunca enojarse con ella», afirmó.
«Yo me pregunto qué habrá sentido el papa, un argentino dando misa en Cuba, y agradeciéndole a Raúl Castro la labor que está desempeñando el país en el acercamiento entre el gobierno colombiano y las FARC en ese tan ansiado proceso de paz».
«Más el desempeño de Cuba con Estados Unidos» para el restablecimiento de las relaciones diplomáticas: «Yo no me canso de decirle a todo el pueblo cubano que es una victoria más que merecida y que se la ganaron con creces», afirmó la Presidenta.
«Yo siempre cuando vengo aquí me siento muy bien, como en casa, porque los cubanos me tratan como si fuera una compatriota», sostuvo Cristina y aseveró: «Debe tener que ver con la figura del Che y también con las posturas nuestras a nivel internacional, con la defensa que siempre se hizo y la firme condena que siempre se ha mantenido contra el bloqueo».
«No hay bloqueos ni muros que puedan durar más de 10 años, y yo creo que la historia finalmente termina arrasando con todas esas fronteras artificiales creadas por intereses mezquinos para aislar a los pueblos», concluyó la Presidenta.
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