Renata Mielli, periodista del Centro de Media Alternativa “Barao de Itararé”, de San Pablo, Brasil habló con “Panorama Federal”.
En diálogo telefónico con Alicia Lado y Ariel Weinman, Mielli afirmó que Brasil está viviendo “una crisis económica que además se combina con una crisis política, porque en las (últimas) elecciones el margen de votos a favor de Dilma Rousseff fue muy pequeño”.
Frente a las dificultades económicas internacionales, los gobiernos del Partido de los Trabajadores y sus aliados “para frenar sus efectos en Brasil, la reducción de las inversiones en la industria, por ejemplo, tomaron medidas anticíclicas. Ahora la derecha “pasa factura”, explicó la periodista y agregó: esta situación activó a los sectores conservadores y de derecha que avanzan en el sentido de desestabilizar al gobierno e imponerle una agenda neoliberal en el campo de la economía”.
Hay algunas resistencias, “pero el gobierno está muy cercado, muy presionado”, advirtió. Mielli informó que el presidente de la Cámara de Diputados dijo ‘que oficializó su ruptura con el gobierno’. Por eso “estamos aguardando el retorno del funcionamiento del Congreso nacional para ver cuál serán sus próximos pasos, si va a proponer el Impeachment (juicio político) a la presidenta, cosa que no creo que pase”, adelantó.
Sobre el rol de los medios de comunicación, Mielli analizó que “tienen un comportamiento en bloque con algunas diferencias muy pequeñas de énfasis; siguen intentando desestabilizar el gobierno también”.
Y explicó que “parte de la crisis que hoy vivimos en Brasil es fruto de una ausencia más determinada del estado brasileño de enfrentar la discusión del monopolio de los medios”. En el año 2009 el gobierno de Luis Ignacio Lula Da Silvia propuso un debate sobre la democratización de los medios, pero la iniciativa fue retirada al año siguiente.
“Hay un monopolio privado que está al servicio de intereses políticos que son los de derrotar una experiencia política del movimiento nacional con soberanía e inclusión social”, subrayó la periodista.
Los medios presentan las noticias “para criticar al gobierno y comprometerlo con las denuncias de la corrupción. Los propios sectores de la Policía Federal y del Ministerio Público Federal están al servicio del proyecto de impedir que en el año 2018 el campo progresista y popular se mantenga en el gobierno”, evaluó.
Pero hay sectores que no quieren una ruptura ahora. “No quieran tirar a Dilma de la presidencia ahora. Esto pasa tanto en sectores de medios de comunicación como de los de derecha. No les interesa una ruptura, una desestabilización política. Lo que ellos quieren es cercar el gobierno”, reflexionó. Quieren dañar al ex presidente Lula, que es el que puede salir victorioso de una supuesta disputa electoral. La derecha tiene miedo de Lula porque en un pleito electoral es muy fuerte”, destacó, al tiempo que remarcó que las direcciones de las operaciones ahora es implicar al ex presidente Lula en las denuncias.
La derecha se aprovecha de que la inclusión social, el pueblo que fue incluido en el consumo y los derechos, genera otras expectativas en la población, a reclamos que son justos. “Este es un problema estructural que lleva tiempo poder resolverlo. La derecha se aprovecha de este sentimiento”, señaló.
“Los gobiernos del presidente Lula y de la presidenta Dilma no realizaron la disputa ideológica en la sociedad, por las ideas y el sentido de las políticas de inclusión social”, se lamentó Mielli. Todo esto es necesario discutirlo con la población, porque ella no ve la distinción entre los proyectos”, especuló, en comparación cuando Brasil era gobernado por una elite económica.
“Es la crisis de un proyecto político. Es una situación muy indefinida”, sentenció la periodista.
Por último, Mielli aseveró que “el gobierno no tiene estrategia, está perdido y tomando decisiones –a mi parecer- equivocadas. La derecha y la oposición tampoco tienen una estrategia común. La derecha en Brasil está muy mal articulada. Porque si no estaríamos perdidos”, remató.
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