El historiador y militante político Julián Dércoli visitó los estudios de Radio Gráfica y presentó su libro “La política universitaria del primer peronismo” donde discute la perspectiva hegemónica y liberal sobre la relación entre el peronismo y las universidades.
Entrevistado por Sin Zonceras, Dércoli afirmó que “la relación entre el peronismo y la universidad es bastante compleja” al mismo tiempo que se preguntó “¿Por qué no logró el peronismo en la universidad tener lugares preponderantes?”. En ese sentido, el historiador sostuvo que los intelectuales peronistas hoy no están en la universidad por dos razones: “una la revolución fusiladora; la segunda es que la universidad siempre fue un bastión de la colonización pedagógica”.
Según la tradición histórica liberal, “el peronismo aparece como el hecho maldito de la universidad. La historia que se consagró es que el peronismo es un movimiento de orden católico, conservador y que intentó destruir a las universidades. Lo que cuento en el libro es que en realidad el peronismo desarancelizó las universidades, creó la universidad obrera, dinamizó centros de investigación como la Comisión Nacional de Energía Atómica e hizo mucho por la cuestión científica y del conocimiento”.
Profundizando el debate, Dércoli precisó que “el peronismo es un hecho maldito en la universidad en tanto plantea que el conocimiento no es abstracto ni universal, sino que es político: está en la vereda de la dependencia o el de la soberanía. No puede haber universidad autónoma en un país dependiente. Para el peronismo en eso no hay puntos intermedios y esa es una de las claves de que lo conviertan en un hecho maldito”.
Sobre su obra, Dércoli aclaró que intentó “construir otro relato histórico, alternativo al hegemónico. Mucha de la historia escrita estudia el conflicto de la universidad a partir de la resistencia de los estudiantes y de los académicos al peronismo. Los estudiantes formaban parte de los comandos civiles. Eran tiempos donde el presidente de la FUBA era Mariano Grondona. Pero lo que en verdad el peronismo instituyó a partir de las leyes que se debatieron en el Congreso fue un modelo alternativo de universidad que tenía que ver con vincular las casas de estudio con las necesidades nacionales, transformar a las universidades en unidades de desarrollo local, que tenía que ver con algo central como que la universidad se pusiera en sintonía con el proceso político que vivía la sociedad”.
Respecto a los contextos de crecimiento económico e inclusión social, Dércoli afirmó que “cuando estamos en contexto de ascenso social es importantísima la batalla cultural. Llevando el debate a la actualidad, la universidad tiene que ser un factor de integración del profesional que asciende socialmente. Ir a la universidad no tiene que ser una cuestión de diferenciación de los otros que aún quedan afuera. Que sea un factor de integración significa que ponga su conocimiento al servicio de una causa noble, al servicio del crecimiento de la productividad en la sociedad, al servicio de más justicia social. Si creamos universidades para que los compañeros que entran se quieran diferenciar de los otros y quieran hacer solo una trayectoria individual de éxito, esto tarde o temprano termina siendo inconducente”.
Finalmente, consultado por la herencia de las políticas universitarias del peronismo, el historiador expresó que “hoy vemos en las nuevas universidades que mucho de lo que planteaba la legislación peronista está plasmada en los estatutos universitarios: la vinculación territorial, el acceso de los sectores populares, la necesidad de que la universidad sea un polo de desarrollo local, la necesidad de dar la batalla cultural. Todo eso está, todo eso fue heredado del peronismo. De todas formas siempre vamos a estar en tensión con la herencia liberal o reformista. La cuestión está en no retroceder, seguir instalando determinados debates”.
LS / GF / RG