El economista y ex embajador Aldo Ferrer realizó un recorrido por la coyuntura económica actual del país en relación con la consolidación del bloque de los BRICS. Opinó sobre el tipo de vínculo que debemos construir con las economías emergentes, la negociación con los fondos buitres y el fortalecimiento de las variables económicas internas.
El reconocido economista se refirió en Feos, Sucios y Malas a la consolidación del bloque de economías emergentes conocida como BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) y a la relación que Argentina puede entablar con estos países. Realizó un breve recorrido histórico e indicó que los BRICS “han transferido 1500 millones de personas de la marginalidad a la producción industrial”, y agregó que “esto ha roto el monopolio de la industria y la tecnología del Atlántico Norte”. En este punto, señaló que “Argentina debe generar relaciones simétricas no subordinadas porque el riesgo que corremos es que terminemos comprando manufacturas y les mandemos soja y productos primarios”.
Manifestó también que “los problemas fundamentales de Argentina están fronteras para adentro” y sintetizó algunos aspectos que debemos atender: “fortalecer el peso con estabilidad y capacidad competitiva, que retenga el ahorro interno y evite la fuga de capitales para lograr que la gente piense que el lugar más seguro y rentable para invertir su ahorro está en Argentina”. Además mencionó “bajar la inflación, fortalecer la situación fiscal y mantener una política monetaria que oriente el crédito a producir y no a financiar el déficit del Estado”.
Al momento de repasar los logros, Ferrer señaló “el desendeudamiento, la recuperación de YPF y Vaca Muerta, la nacionalización del sistema jubilatorio y la recuperación de la soberanía nacional”, y concluyó que “esta país no está al borde del abismo” sino que “tiene problemas de subdesarrollo industrial y cosas por corregir”.
Consultado por la situación frente a los fondos buitres, destacó que “se está negociando con una actitud digna y soberana” e indicó que si no se arregla con los buitres “no pasa nada que no haya pasado” por lo que “la prolongación de este conflicto no introduce ningún hecho nuevo”.
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