Alejandro Sabella lleva casi tres años y siempre instaló la idea «principista» de entrenador: grupo humano homogéneo, «el nosotros» vale mucho más que «el yo» repite el popular «Pachorra». Toda una consigna. Casi religiosa.
El zurdo exquisito de los´70, River -Sabella debutó con 19 años, suplente de lujo de Norberto Alonso- y «10» decisivo en Estudiantes de La Plata, doble campeón con Carlos Bilardo y Eduardo Manera, entre 1982 y el´84.
La selección de Sabella obtuvo la eliminatoria, ganada de punta a punta, fines 2011 y segundo semestre 2013. Tiene más del 65% de puntos ganados en cancha, con <formato< donde Lionel Messi nunca tuvo «posiciones fijas».
Como Diego Maradona en México´86, cuando el genio de Villa Fiorito tocó el Cielo futbolero
La célebre «Pulga» Messi ya geniecito del fútbol con José Pekerman, luego Alfio Basile, lo mismo con Diego Maradona y fugaz ciclo de Sergio Batista -eliminatorias mediante, Mundial de Sudáfrica- hasta el punto de «ser cuestionado» en Copa América 2011.
Primer mérito de «Pachorra». No siempre reconocido.
De pronto, Bélgica estaba abajo en el marcador a los 8´del primer tiempo. Gonzalo Higuaín inspirado, con «latigazo» desde la puerta del área «a lo Gabriel Batistuta» impactó ante inmóvil Thibaut Courtois, 1.92, arquero belga que se destaca en el Atlético Madrid.
Hasta no hace mucho, Sabella y ayudantes Julián Camino y Claudio Gugnali en sus charlas sabían de cierta «resistencia» periodística a jugadores poco vistos en el fútbol argentino. Empezando por el arquero misionero Sergio Romero, suplente en el Mónaco en la liga francesa
De pronto, no tenían «crédito» tampoco el zurdo Marcos Rojo, reemplazante José Basanta; lo mismo Enzo Pérez, todos ex Estudiantes, conocidos de los tres entrenadores. Encima, Gonzalo Higuaín estuvo un mes sin jugar por lesión; Fernando Gago se lesionó por tercera vez en Boca, abril de este año.
Sabella hizo ensayo con Hugo Campagnaro, reforzando la línea defensiva, a los centrales Federico Fernández y Ezequiel Garay y vivió zozobra de una crítica dura, escasísima paciencia ante el posible
«acto fallido».
El DT. resolvió con inteligencia que lo caracteriza: hizo los cambios, Argentina le ganó a Bosnia y en rueda de prensa, abundó: «Si no hago cambios, dicen que soy testarudo; si reconozco errores, míos y acepto alguna sugerencia de los jugadores, dicen que soy un débil…» disparó.
Luego, bancó «un cura franciscano», dijeron sus allegados, la broma de Ezequiel Lavezzi, el mismo chico rebelde del conurbano -ex Estudiantes de Buenos Aires, Caseros, B Metropolitana- hace siete años, San Lorenzo campeón con Ramón Díaz- sacó el casco a un bombero para la foto, tarde de gloria
En el Clausura´07, Gastón («Gata») Fernández y Andrés («Cuqui») Silvera admitieron entre ambos habían hecho 16 goles, la mitad de sus goles habían sido por jugadas del «Pocho» Lavezzi, que hizo cuatro y era uno de los más jóvenes.
Entre lo que se observa y lo que se sabe, hay un trecho. Ocurrió en el inolvidable Mundial de México´86. Los cambios que introdujo Carlos Bilardo. Ingresaron Julio Olarticoechea por Oscar Garré y Héctor Enrique por Pedro Pasculli, antes había suplido a Claudio Borghi contra Italia.
Recién contra Inglaterra, el «Negro» Enrique -Bilardo lo convocó recién abril´86, criticado por sacar al «Bichi» Borghi, cerebral delantero de Argentinos e incluir otro volante- como ahora, «apareció» el equipo. Hoy, Enzo Pérez hizo algo parecido al popular «Negro» Enrique.
Brasil vive la jugada fatídica -mala intención del colombiano Camilo Zúñiga- derivó en la lesión de Junior Neymar y posibilidad concreta que tenga que definir contra Argentina en eventual final. Algo que ningún brasileño con buena memoria, hoy -antes tampoco- quiere.
Sabella, antes el «Narigón» Bilardo, cuando quedaron atrás en México´86, Inglaterra, Bélgica antes de Alemania, también lo sabe. Lo de siempre: una ficha a «Pachorra» Sabella. Tipo inteligente.
* Por José Luis Ponsico – Columnista de la Agencia Télam, AgePeBa y La Señal Medios / La Señal Fútbol – Radio Grafica
