
El pasado viernes 20 de junio, el programa Sin Zonceras realizó una mesa para debatir la relación entre la Universidad y el territorio; qué proyectos se realizan hoy y cómo se genera conocimiento a partir de las prácticas en la comunidad.
Para ello, participaron del programa, en vivo, Facundo Harguinteguy, integrante de la Secretaría de Extensión de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV); Ignacio Garaño, integrante de la Secretaría de Bienestar de la UNDAV; Matías Larsen, en representación del Centro de Innovación y Desarrollo para la Acción Comunitaria (CIDAC); Ramiro Cohelo y Christian Dodaro, graduados y docentes de la carrera de Ciencias de la Comunicación de la UBA, e integrantes de la Secretaría de Extensión de la Universidad.
Al referirse a la cuestión de extensionismo, Rairo Cohelo afirmó que “es un concepto vinculado a la idea liberal de la transferencia. Ha tenido un proceso complejo de evolución que ha ido a todo de los momentos políticos del país, -explicó el graduado y docente de la UBA-. Últimamente ha habido un cuestionamiento fuerte a esta idea de extensionismo, desde las organizaciones populares y desde sectores dentro de la propia Universidad”.
En ese sentido, Facundo Harguinteguy sostuvo que “la extensión siempre fue pensada en términos unidireccionales; de la universidad a la comunidad. Creemos que, primero a partir del año ´49, con la gratuidad de la enseñanza universitaria, y ahora en los últimos años, con las nuevas universidades y con una política de inclusión que hace que muchos sectores populares ingresen a la Universidad este concepto tiene que ser profundamente repensado porque muchos de estos sectores a los que apuntaba la extensión están ahora adentro de la Universidad, -mencionó el representante de la UNDAV-. Por eso la relación es mucho más dialógica, y en el caso de la UNDAV, es parte de la formación profesional”.
Posteriormente, Matías Larsen, explicó el proyecto que llevan a cabo desde la Facultad de Filosofía y Letras: “hemos logrado formar un centro de extensión propio, ubicado en Barracas. Es un desafío para nosotros pensar nuestra propia práctica, desde una Universidad tan conservadora como la UBA para plantear una nueva forma de extensión, con otra vinculación con las organizaciones populares y comunitarias, culturales y productivas que nos encontramos en el territorio. Nos interpela la cuestión de cómo producimos conocimiento a partir de estas experiencias”, explicó el representante del CIDAC.
Cristian Dobaro, en tanto, apuntó: “No se puede pensar la práctica como una cuestión separada del resto de las dimensiones. Los saberes no se producen solamente a partir de la actividad de investigación: sistematizar una práctica y generar un material es otra forma degenerar saberes. Esa discusión atravesó el debate sobre el nuevo plan de estudios de la carrera de comunicación, e incluso sobre la Ley de Comunicación Audiovisual”.
En relación a la experiencia del Taller de Comunicación Popular de la UBA, Ignacio Garaño, comentó: “Propone que equipos docentes se sienten con organizaciones que trabajan en la comunidad a diseñar proyectos que puedan ser curricularizados y que puedan tener sentido tanto para la comunidad como para la organización. Generar un conocimiento de la experiencia, del cual todos seamos parte”.
LS / GF/ RG