El dirigente sindical de subtes, Roberto Pianelli, se expresó a favor de las políticas de intervención del Estado para contener las dificultades que puedan presentarse debido a la contracción económica. También se manifestó acerca del trabajo informal y criticó a dirigentes sindicales que “pasaron a ser personajes políticos”.
El secretario general de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y el Premetro, Roberto Pianelli, dialogó ayer con Radio Gráfica respecto a la situación del empleo en la Argentina. Al respecto, aseguró que “en los últimos años se han integrado millones de personas al mercado laboral”, y aunque expresó que “estamos viviendo una nueva situación de crisis” por la realidad económica doméstica y mundial, confirmó que “por suerte no ha habido una ola de despidos”. Esto se debe gracias a “las políticas de intervención por parte del Estado”. En ese contexto, afirmó que “si la justicia de Estados Unidos logra imponer las condiciones [que reclaman los fondos buitres] vamos a ver desocupación y vamos a volver a la situación de los 90”.
También se adentró en la situación del empleo informal: “no tener trabajo es mucho peor que el peor de los trabajos” por lo que expresó que “tenemos que ver como se mejora la calidad de ese trabajo”. En ese marco, Pianelli aseguró que desde el sector sindical “es poco” lo que se está haciendo para combatir el trabajo informal, ya que muchos sindicatos “al trabajador precarizado no lo consideran un laburante de ellos, no lo defienden”. En este punto, expresó que “es difícil que el Momo Venegas vaya a un paro contra el trabajo precarizado cuando es el mayor promotor de ese tipo de empleo”. También disparó contra los medios: “la mayoría de los medios de comunicación lo encubre”.
Consultado acerca de una posible reunificación de las centrales sindicales, respondió: “creo que es imposible”. Según Pianelli, entre las 5 centrales “no hay diferencias de programas, sino de prácticas y de intereses personales”. Aseguró entonces que sus dirigentes “pasaron a ser personajes políticos” donde “no hay un debate serio y real sobre lo que necesitan los trabajadores”.
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