Más de 20.000 integrantes de las organizaciones sociales nucleadas en la CTEP se movilizaron ayer desde la Carpa Villera en el Obelisco hasta el Ministerio de Trabajo, para reivindicar las paritarias populares y exigir el reconocimiento gremial de los trabajadores de la economía popular: cartoneros, campesinos, artesanos, costureros, vendedores ambulantes, obreros de empresas recuperadas, cooperativistas, motoqueros, entre otros.
El acto central, frente a la sede de la cartera laboral, comenzó poco después de las cuatro de la tarde, cuando un cura bendijo las herramientas que los cooperativistas cargaban con orgullo; carretillas, picos, palas, cascos. Junto a él, sobre el escenario, se encontraban los principales referentes del Movimiento Evita; Emilio Pérsico, Fernando Chino Navarro y Jorge Taiana.
El primer orador de la tarde fue Nicolás Lista, de la CTD Aníval Verón: «estamos unidos en la misma calle, en la misma ruta. Exigiendo personería jurídica. Más temprano que tarde la tienen que entregar». Lista opinó que la CTEP «es una herramienta que se hará sentir en la historia argentina».
A continuación, Deo Carrizo, integrante del Movimiento Nacional Campesino Indígena, señaló que «es un acto histórico para los que sabemos lo que es el trabajo duro. Porque también nosotros somos parte de esta economía que al país ha sabido sostener». Carrizo sostuvo que «la CTEP es campesina y es indígena» y reclamó: «no queremos incluirnos en un sistema de injusticia y desigualdad. Queremos otra sociedad donde el hombre y la mujer seamos protagonistas. Nuestra lucha recién está comenzando. Porque el campo profundo está unido a la ciudad profunda, en la CTEP».
A su término, Gastón Senra, de Motoqueros, recordó: «Somos trabajadores del pueblo que venimos peleando en los 90 y que estuvimos en la plaza del 2001. Ahora el gobierno de la Ciudad nos quiere patentar, pero no lo vamos a dejar. No somos ganado, somos trabajadores».
Nahuel, del Frente Darío Santillán, afirmó que «cada lucha, acción, organización, es un paso más en una sociedad más justa, un sueño que es el sueño que soñó Darío Santillán. A pesar de los proyectos de ley con que nos quieran sacar de las calles, nosotros vamos a seguir en las calles -ratificó-. La lucha por el reconocimiento de nuestro trabajo es fundamental. Por más que de muchos lados nos discriminen, yo estoy orgulloso de ser negro, piquetero y villero».
Gaby Olguín, representante de la cooperativa de San Telmo, El Adoquín, quien reivindicó el rol de la mujer en la lucha por los derechos de los trabajadores: «Nuestra cooperativa está formada en un 60% por compañeras, que en los 90 dieron la lucha y que hoy están a la par de sus compañeros tomando decisiones». En esa misma línea, Olguín explicó que el 45% de los integrantes de la cooperativa son compañeros de la Patria Grande «porque creemos que la unidad del continente está en la unidad de la clase trabajadora».
Olguín afirmó además que «con nuestro trabajo le damos sentido al espacio público; discutimos producción y propiedad. Nos hemos dado la lucha, nos hemos organizado» y alertó: «No venimos a repetir la lógica del capitalismo, vamos a construir una sociedad más justa e inclusiva».
Seguidamente, representantes de Marea Popular destacaron el rol del movimiento estudiantil. «Hoy la universidad no mira al pueblo. Queremos un movimiento estudiantil que no le dé la espalda al pueblo, que esté junto a la carpa villera, a los compañeros de la economía popular, junto a los que se ganan el pan día a día», resumieron.
Por el Movimiento Popular La Dignidad, el compañero Maxi afirmó que «hoy la unidad es fundamental para dar la pelea; la unidad no es una posibilidad» y denunció que «hay algunos que no viven de sus manos, sino del sudor de nuestra frente. Es un orgullo que este primero de mayo nos encuentre plantando bandera contra nuestros explotadores».
Sobre el final, Sergio Sánchez, integrante del Movimiento de Trabajadores Excluidos, reconoció que «muchos de los que reclamamos en las calles estamos incluidos pero tenemos que seguir peleando, no por una organización, sino por todas las organizaciones que vienen luchando».
El cierre del multitudinario acto estuvo a cargo del Secretario General de CTEP, Esteban «el Gringo» Castro, quien en un emocionante discurso recordó al Coqueto, que hace un año atrás participaba de la misma movilización. «Murió luchando. Nos enseñó lo que es la lucha del campesino. Tenemos que honrar su lucha».
Castro reivindicó: «venimos a pelear por la personería gremial, que es para nosotros la posibilidad de construir unidad en la clase trabajadora. Porque solo con el movimiento obrero organizado podemos profundizar este proceso. Los monopolios quieren instalar la sensación de que la cosa va para atrás. Yo no veo a los compañeros de la carpa villera sin ganas de pelear. Nadie me dijo acá que no quería más paritarias. Queremos pelear por la tierra ¡claro que queremos pelear! Somos peleadores. ¿Quién no quiere pelear, quién quiere ir para atrás? Acá no se rinde nadie, nosotros vamos a seguir peleando. La conciencia ya la tenemos».
A continuación, reprodujeron el audio del mensaje del Papa Francisco, quien convocó a los trabajadores a organizarse, reconociendo que «aquel que no tiene la posibilidad de trabajar siente herida su dignidad». El Papa aseguró que «el hecho de que existan trabajadores excluidos no justifica que no tengan derechos sociales», y llamó a los trabajadores de la economía popular a «organizarse y sindicalizarse. Esto no es nada raro. Es la doctrina de la Iglesia».
JCH / GF / RG